El ecuatoriano Richad Genaro Q. C., de 38 años y que está detenido por el homicidio de su ex pareja, Ana Jiménez Cano, de 49, le asestó ocho puñaladas tras discutir con la víctima la noche del lunes en la barriada del Rocío cuando la mujer regresaba a su vivienda. Éste es la segunda muerte por violencia doméstica en lo que va de año en la provincia de Sevilla.

La víctima, una peluquera de Pino Montano que residía con una hija suya, había rehecho su vida con otra persona, algo que el agresor no aceptaba, como prueba el hecho de que varios testigos que han declarado ante la Policía le oyesen decir la noche del crimen: "O es para mí, o no es para nadie", según aseguraron ayer a este periódico fuentes del caso.

Como ocurre en muchos casos, en esta ocasión no había antecedentes que pudieran advertir de la tragedia. Ana Jiménez no había presentado ninguna denuncia contra el ciudadano ecuatoriano y por tanto no se había podido cursar ninguna orden de alejamiento ni otra medida cautelar. Los vecinos, en cambio, aseguran que la víctima se sentía amenazada y acosada por su ex pareja.

El homicida confesó ayer la autoría del crimen en su declaración ante la Policía, según confirmaron fuentes del caso, que apuntaron que hoy mismo está previsto que el detenido pase a disposición del juzgado de Violencia sobre la Mujer número 2 de Sevilla, encargado del caso. La Policía ha recuperado el arma homicida con la que, según las mismas fuentes, el agresor asestó hasta un total de ocho puñaladas a la mujer.

Los hechos sucedieron en torno a las 21:30 en la esquina de la avenida de San Lázaro con la calle Sor Francisca Dorotea, donde Richad Genaro Q. C. inició una fuerte discusión que acabó con el brutal apuñalamiento.

Algunos vecinos también apuntan a que el móvil de la discusión podía guardar relación con que el ecuatoriano hubiese solicitado dinero a su ex pareja, pero las frases que oyeron los testigos sobre el rechazo que el individuo mostraba ante la nueva relación de Ana Jiménez con una tercera persona vienen a corroborar que esta razón pudo ser la que desencadenó la tragedia.

La Policía Nacional recibió un primer aviso sobre la agresión pasadas las 21:30 del lunes, cuando el 112 alertó de la presencia de una persona herida en la barriada del Rocío. Al lugar del suceso se trasladaron varias dotaciones policiales y una UVI móvil del 061, cuyos facultativos no pudieron más que certificar el fallecimiento de Ana Jiménez.

Tan sólo unos instantes después de la agresión, la Policía procedió a la detención de Richad Genaro Q. C. y a la recuperación del arma homicida con la que asestó las ocho puñaladas mortales a la víctima.

Al cierre de esta edición, el homicida confeso continuaba en las dependencias de la Jefatura Superior de Policía de Andalucía Occidental, aunque está previsto que el grupo de Homicidios, que dirige la investigación, ponga esta misma tarde al sospechoso a disposición del juzgado de Violencia sobre la Mujer. Ana Jiménez es la segunda víctima de la violencia de género en Sevilla en lo que va de año. En la localidad de Gerena, de donde era natural, el Ayuntamiento convocó anoche una concentración en protesta por su muerte.