El juez que investiga la muerte de un hombre que fue atropellado tras una cena de Navidad en el Polígono Store ha acordado tramitar la causa para que sea enjuiciada por un jurado, al encontrar indicios de que fue un homicidio intencionado y no un accidente de tráfico.

Fuentes del caso han informado este martes de que el juez de instrucción 14 de Sevilla ha atendido la petición del fiscal y ha acordado tramitar los hechos como un presunto homicidio, competencia de un jurado popular.

Los hechos ocurrieron el 12 de diciembre de 2010, cuando Manuel A.G., de 30 años, fue atropellado a las puertas de un salón de celebraciones en el que habían coincidido varias cenas de Navidad donde todos los asistentes disponían de barra libre.

En la causa están imputados el conductor del coche, de 26 años, y el copiloto del mismo, de 24.

La abogada defensora, Esperanza Lozado, ha informado de que va a recurrir para que el caso regrese a la competencia de un tribunal profesional o que, alternativamente, se separe la causa respecto al conductor y al copiloto, acusado de omisión del deber de socorro.

La Policía Nacional determinó, tras tomar declaración a 14 testigos, que tras una primera discusión el conductor esperó al grupo rival y "embistió sucesivamente" con su coche a varias personas, entre las que estaba el fallecido.

Discusiones previas al atropello

En la cena hubo un incidente verbal y una discusión entre dos grupos, tras lo cual personas del círculo del fallecido salieron del salón y los del grupo contrario creyeron que querían romper el espejo retrovisor del coche del presunto autor del atropello.

Esta versión policial contrasta con la relatada al juez por tres amigas del presunto autor del atropello, según las cuales un amigo suyo había salido a la calle para llamar por móvil y presenció como dos jóvenes pertenecientes al otro grupo le robaban los espejos retrovisores de su coche, tras lo cual huyeron del lugar.

Las testigos, tres compañeras de trabajo del imputado, negaron que el conductor embistiese varias veces a la víctima y afirmaron, por el contrario, que pretendía huir de un grupo de diez o quince hombres que golpeaban su vehículo con botellas, sillas y patadas.

Tras el atropello, los dos ocupantes del vehículo se dieron a la fuga y tres horas después, a las 06:30 horas, fue detenido el presunto autor cuando dormía en su casa, tras lo que dio en el control de alcoholemia una tasa de 0,38 miligramos por litro frente a los 0,25 autorizados.