Universidad

La Escuela Politécnica de la US se trasladará a la nueva sede de la Cartuja en septiembre de 2023

  • La Hispalense ya ha recepcionado el complejo destinado a labores de investigación

  • El aulario, al norte del parque científico, empezará a construirse el próximo año

Las nuevas instalaciones donde se llevarán a cabo labores de investigación.

Las nuevas instalaciones donde se llevarán a cabo labores de investigación. / Juan Carlos Vázquez

La nueva sede de la Escuela Politécnica Superior de Sevilla será una realidad en septiembre de 2023. Para entonces, sus alumnos podrán acudir al edificio que se levantará al norte de la Isla de la Cartuja, formando parte del campus de la Universidad de Sevilla (US) junto a la Escuela de Ingenieros y la Facultad de Comunicación. Se pondrá fin, así, a uno de los proyectos más anhelados por la Hispalense y que se ha demorado demasiado en el tiempo. 

La primera parte de este ambicioso proyecto -que recibe el nombre de Centro Andalucía Tech Escuela Politécnica Superior (Cateps)- es ya una realidad, después de que este miércoles hayan sido recepcionadas por la US las instalaciones en las que se llevarán a cabo las tareas de investigación. Se trata de un edificio que aún está sin equipar, motivo por el cual se convocará un concurso para adjudicar dicha tarea. 

Este primer complejo se divide en tres bloques, en función de los usos de cada uno. Por un lado se encuentra la nave para laboratorios de carga pesada, con 1.600 metros cuadrados de planta; el edificio de servicios generales; y un conjunto de cuatro bloques perpendiculares a los anteriores y dispuestos en vuelo sobre los mismos, que albergan las sedes departamentales y laboratorios de carga ligera. A estas instalaciones se suman dos plantas de sótano destinadas a aparcamiento y laboratorios de carga media.

El edificio de servicios generales cuenta con tres plantas. En la baja se ubican el hall, la conserjería, el salón de actos, la secretaría y la reprografía. También incluye la sala de estudios, con acceso propio que permite su uso independiente durante 24 horas, y unos laboratorios de carga media. La planta primera sirve de comunicación con los distintos edificios y se destina casi en su totalidad a las dependencias de la biblioteca. En la planta segunda se disponen los espacios de dirección y administración, así como la cafetería, el comedor, la cocina y la delegación de alumnos. 

Vista general del complejo que ocupará el Cateps. Vista general del complejo que ocupará el Cateps.

Vista general del complejo que ocupará el Cateps. / Juan Carlos Vázquez

La inversión en este complejo ha superado los nueve millones de euros. Cuenta con una edificabilidad de 16.000 metros cuadrados y servirá también para una de las funciones primordiales del Cateps: la transferencia de conocimientos entre la Politécnica y los centros de investigación de la Cartuja, como el Centro Nacional de Aceleradores, el de Investigaciones o el de Biología Molecular y Medicina Regenerativa.

No obstante, en el acto de recepción el rector de la US, Miguel Ángel Castro, ha precisado que el traslado del alumnado a la nueva sede de la Politécnica no será posible antes del curso 2023/24, ya que aún debe construirse el edificio circular que acogerá el aulario, un proyecto que comenzará el próximo año y que se prevé que concluya en 2023, cuando se proceda a equiparlo. Este trabajo lo ejecutará la UTE Tridarq SAO, que ganó el concurso de proyectos convocado para la nueva escuela.

De Los Bermejales a la Cartuja

Castro ha recordado que desde que en 2015 ocupó el cargo de rector uno de sus anhelos ha sido dotar de una nueva sede a la Politécnica, ya que el edificio en el que actualmente se encuentra, en Los Remedios, ha sido motivo de críticas constantes por el deficiente estado que presenta, además de que su espacio resulta insuficiente para los alumnos que alberga y las actividades que desarrolla. 

En aquel momento el proyecto para el cambio de sede contemplaba el barrio de Los Bermejales como nueva ubicación, un plan que fue abortado y que finalmente ha encontrado un nuevo enclave: la zona norte de la Isla de la Cartuja, para lo que se ha reformado el proyecto del Centro Universitario de Espacios Tecnológicos (Centrius), que había empezado a construirse ocho años antes y que es el que ha sido recepcionado este miércoles. El cambio no estuvo exento de críticas, ya que fue rechazado en un primer momento por la dirección de la Politécnica. Hubo que lograr, además, que la financiación europea, estatal y autonómica no se perdiera, pese a la importante modificación que sufrió el proyecto.