Sevilla

La familia pide más medios para buscar a los desaparecidos en Perú

  • La Policía y la Armada no han logrado aún darle la vuelta a la nave naufragada, pero se ha recuperado el cuerpo de otro pasajero.

Cuando está a punto de cumplirse una semana del naufragio de una embarcación en el río Urubamba de Perú, en el que desaparecieron los hermanos sevillanos Pedro y Javier García-Mauricio Soldevilla, de 36 y 34 años, cierta mejoría del tiempo y una bajada del caudal permitió ayer retomar las tareas de búsqueda, según la información que, desde el Consulado de España en Lima, se trasladó a la madre, Natalia Soldevilla, que permanece en su casa de Mairena del Aljarafe, con sus otras dos hijas y con primos y amigos que se están movilizando en redes sociales y llamando a todas las instancias para que la búsqueda se intensifique. Incluso han iniciado una recogida de firmas en la web de Change.org. Estas noticias llegaron después de que, por la mañana, el padre, Pedro, mostrara su "indignación" porque no se estuviera haciendo los suficiente y las informaciones contradictorias.

Según se le ha trasladado a la familia, una lancha recorre la zona, mirando por las orillas, y se sigue intentando con máquinas y cables darle la vuelta a la nave, en donde se cree que puedan estar algunos pasajeros, ya que la mayoría dormía cuando quedó a la deriva.

Desde Lima, Rony Buleje, comandante de la capitanía fluvial de Pucallpa, explicó a Efe que se enviaron cargadores frontales, para intentar tirar desde otro ángulo. Pero es complejo, porque la nave se ha encallado en el fondo del río. En las tareas participa la Policía y la Armada peruana.

Además de las seis personas que lograron ponerse a salvo y del ciudadano peruano cuyo cadáver que se rescató el pasado miércoles, ayer se recuperó otro cuerpo. Es el de un ciudadano de origen inglés de algo más de 50 años. Ocho personas seguirían desaparecidas, entre ellas los dos hermanos sevillanos y cuatro niños, uno de ellos un bebé, que también iban en la embarcación.

La nave, Chacalito, estaba registrada como de transporte de mercancías, pero también recogía a pasajeros en su recorrido por el Urubumba, uno de los ríos más importantes de Perú, que bordea el Machu Picchu y se adentra en la selva amazónica en zonas muy despobladas y de difícil acceso. En el momento del suceso, a las 23:00, estaba amarrada en un pequeño poblado llamado Santa Elena y en el que apenas viven una decena de personas, en la región de Atalaya. El temporal y una crecida del agua, habituales en el Urubumba, hizo que se desatara y volcara. Los hermanos, que llevan varios años trabajando y viajando por Sudamérica, se habían encontrado semanas antes para realizar este viaje.

Una amiga de los dos desaparecidos que reside en Lima logró obtener ayer un poder notarial para representar a los padres e intentar llegar a la zona del naufragio. La familia también ha interpuesto, como le han aconsejado, una denuncia de la desaparición para que llegue a la Interpol.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios