Los activistas que se han opuesto a la tala del ficus de Triana siguen reclamando medidas para el ejemplar centenario. Así lo han hecho saber a través de un escrito en el que exigen cinco condiciones para reanudar las conversaciones con el Ayuntamiento de Sevilla. Entre dichas demandas se encuentra el colaborar con el Servicio de Parques y Jardines en el cuidado del árbol y en que no se sancione a las tres personas que se subieron a sus ramas para impedir el apeo promovido por la parroquia de San Jacinto, titular del ficus y en cuyo atrio se encuentra.
El Movimiento por la Defensa del Ficus de Triana ha detallado estos condicionantes en un manifiesto en el que se congratula de la decisión tomada por el juez de paralizar la tala. El árbol se quedará, por ahora, en el estado al que fue reducido tras la importante poda realizada en agosto, es decir, al tronco y las raíces. La medida cautelar concedida por el juzgado impidió que desapareciera por completo, como era objetivo de la orden dominica tras la licencia concedida por la Gerencia Municipal de Urbanismo y Medio Ambiente (GUMA) el pasado 31 de mayo.
Dicho colectivo no se conforma con la ratificación judicial, sino que pide al alcalde, Antonio Muñoz, una mayor intervención en este asunto. Por tal motivo, solicita el archivo "inmediato" de la licencia de la GUMA para el apeo del ficus, en tanto que "tras las amputaciones y agresiones sufridas, se diluyen por completo los teóricos peligros para la seguridad de los viandantes".
Más archivos
La segunda exigencia es que el Ayunamiento también archive los expedientes sancionadores que la Policía Local haya podido abrir contra los activistas que el 17 de agosto se subieron al ficus para evitar la tala del mismo hasta que el juzgado se pronunciara sobre la suspensión cautelar de dicha operación.
De cara al futuro y para que el ficus pueda recuperar su frondosidad y mantenerse vivo, la entidad reclama que el Servicio de Parques y Jardines, además de proporcionar "un cuidado excepcional, extraordinario y sostenido", permita a las asociaciones especializadas colaborar en estas tareas. Debe recordarse que tras la decisión del juez de paralizar la tala, el Ayuntamiento ya se hizo cargo del ficus, con la colocación de arpilleras y el regado.
Sin riesgos
Por último, y ante la duda de que las raíces del ficus puedan dañar el templo de San Jacinto, se pide que el Ayuntamiento, también en colaboración con estas asociaciones, realice "las actuaciones pertinentes" para eliminar "cualquier riesgo de afectación al entorno colindante".
La citada plataforma insiste en que, mientras estos cinco puntos no sean atendidos, no mantendrá ninguna negociación con el Ayuntamiento y continuará con las movilizaciones. También advierte que "adoptará todas las medidas pertinentes en defensa del árbol centenario y del cumplimiento de una legalidad urbanística y medioambiental que se ha visto vulnerada por las actuaciones municipales".
