El fiscal pide 4 años para el director del hotel Macarena por el brote de legionela

También están acusados el responsable de zona de la cadena Meliá y la gerente de una empresa de limpieza especializada.

Fernando Pérez Ávila

07 de noviembre 2014 - 07:45

La Fiscalía ha pedido cuatro años de prisión para los tres acusados del brote de legionela que causó la muerte a cuatro personas y heridas a otras quince en septiembre de 2009. El foco de la bacteria se originó en las dos torres de refrigeración del hotel Tryp Macarena, en la que los técnicos hallaron dos tipos de legionela que coincidían plenamente con la de algunos afectados. Los tres acusados son el director del hotel, Pablo de los Reyes M. C.; el responsable de zona de la cadena Sol Meliá, Antonio V. M.; y la directora gerente de una empresa de limpieza especializada en legionela que el hotel tenía contratada, María Elena T. B.

En su escrito de acusación, al que ha tenido acceso este periódico, el Ministerio Público considera a los tres acusados autores de cuatro delitos de homicidio por imprudencia grave y de otros 15 delitos de lesiones. El fiscal recuerda que el 15 de septiembre de 2009 el Hospital Macarena alertó a la Delegación de Salud de la existencia de varios casos de legionela. Un grupo de expertos investigó las torres de refrigeración más cercanas y detectó dos tipos de legionela en las del hotel.

Según el fiscal, el trabajo de los especialistas reveló que había "graves irregularidades que ponen de manifiesto una absoluta falta de cuidado y de mantenimiento en las torres del hotel y que dieron lugar al fatal desenlace". Así, el personal de mantenimiento no tenía formación alguna en la materia, cuando la ley establece que debe tener un curso homologado por el Ministerio de Sanidad. En este caso, el curso se hizo después del brote. Por tanto, el personal "era incapaz de interpretar una posible alerta por legionela".

El escrito añade que tampoco se realizaban anotaciones de registro diario de mediciones de temperatura y cloro residual libre, se superaban más de diez veces los parámetros de turbidez y en cinco la conductividad eléctrica, y el mantenimiento y estado en el que se encontraban las torres era muy deficiente. A ello se añade que la empresa especializada en legionela contratada por el hotel detectó estos niveles anormalmente altos en agosto de 2009, un mes antes del brote, pero no hizo nada por corregirlos, pese al "evidente riesgo que existía". La juez de Instrucción 15 ha emitido ya un auto de apertura de juicio oral, por lo que el caso será juzgado en los próximos meses.

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