Los 'frikis' salen del armario

SENSEI CÓMICS

Lo cuentan y se parten de risa: "A veces se asoma uno a la puerta, grita frikis, y sale corriendo". La puerta es la entrada de Sensei Cómics, librería, juguetería y más. Trabajan "todo lo que está relacionado con la imaginación", aclara uno de sus dueños, Alberto Calixto: cómics, libros de literatura fantástica, de terror..., juegos de mesa o de rol, puzzles, miniaturas...

Empezaron hace cuatro años en la calle San Jacinto, en un local pequeñito, y tuvieron que mudarse a otro más grande, donde están ahora. Buena señal. ¿Pero esto del cómic no era algo minoritario? "Engaña. Es más bien algo oculto. Todo el mundo ha leído un cómic y hay también mucha gente que después de recibir uno como regalo se vuelve a aficionar", opina Calixto.

Con alrededor de 2.000 referencias en la tienda y la posibilidad de encargar lo que no se encuentre en el local, Sensei es una de las escasas tiendas centradas en los cómics de Sevilla. Organizan además cantidad de actividades: talleres de cómics, torneos de cartas Magic, de Vampiro The Eternal Strunger, o de miniaturas de Star Wars... Y aquí aparece otro tópico sobre este mundo. Lo reconoce Luis Felipe, recién terminado su contrato en la sección de cómics de la Fnac, y que aparece por allí para echar una partida con unos amigos ("Tendré que echarlos cuando cierre", asume Calixto): "Puede verse como un mundo cerrado, críptico, porque podemos estar horas hablando y la gente no se entera de nada". Pero esto, coinciden, está cambiando. Lo explica Juan Manuel Moreno, que imparte los talleres de cómics lunes, martes y miércoles: "Los videojuegos son lo que más se vende, y eso es jugar en mundos ficticios. Y luego hay gente como Santiago Segura, Álex de la Iglesia o Guillermo del Toro, frikis toda la vida que ahora resulta que son empresarios de éxito y respetados. No es más que gente creativa que, cuando sus trabajos se publicitan, gustan". Y un ejemplo más, con el que todos los que han ido llegando para jugar se ríen. En la Cabalgata de reyes gustó mucho la carroza de Star Wars. "Que bote Darth Vader", gritaban.

De vuelta a la tienda, pregunta obligada. ¿Qué es lo que más se vende? "En Navidad, tomos grandes y juegos de mesa, aunque hay mucha variedad", aclara Calixto, que acaba por ceder: "¿Sabes cuál es el cómic más vendido? Las aventuras de Esther, que las han reeditado y han sacado Las nuevas aventuras de Esther. A mí me da igual con tal de que dejen vacía la tienda", se sincera. Vende mucho también entre la gente joven el manga. ¿Cuál? "El que salga en la tele". Por cierto que con el manga se desmonta otro tópico, porque tiene mucho público femenino. Tampoco la edad es un obstáculo: a la tienda llegan desde niños pequeñitos que buscan los cómics de Doraemon, hasta casi octogenarios pidiendo el TBO, que también han vuelto a reeditar, pasando por jóvenes en busca de manga o cómic de cualquier otro tipo.

Donde sí mandan los más jóvenes es en el taller de cómic. Lo imparte Juan Manuel, licenciado en Bellas Artes e ilustrador. "El de más edad tiene 19 años. Les enseño diseño de dibujo o técnicas de narración, y es muy gratificante porque también aprendo mucho de ellos". Le sorprende "la cantidad de información que acumulan en internet, mientras que nosotros a su edad teníamos que pedir los cómics a los amigos, pedirlos por correo...". "El interés es el mismo que teníamos nosotros. La diferencia está en los medios", explica Antonio, antes de mostrar un ejemplar de Sensei, la revista autoeditada por los miembros del taller. Y, como ya no sólo de papel vive el hombre, Sensei también está en internet, en www.senseicomics.com, actualizada por el otro socio de la empresa, José Antonio Valle y buena referencia para conocer la tienda y su calendario de actividades. Que están abiertas a cualquiera, por cierto. Como sus puertas.