El frío encarece el mercado

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Se ha duplicado el precio del calabacín, la berenjena y la lechuga por las nevadas que han afectado a Europa y el Levante español.

Las ventas han mermado en las últimas semanas.

El frío encarece el mercado
Un puesto de frutas y verduras del Mercado de Triana./JOSÉ ÁNGEL GARCÍA
Diego J. Geniz

13 de febrero 2017 - 07:00

La cesta de la compra ha costado más de lo habitual las últimas semanas. Productos cotidianos como el calabacín, la berenjena, la lechuga o el pimiento han costado más de lo normal al bolsillo de los sevillanos. Los placeros también han percibido dicho encarecimiento y, por tanto, cómo buena parte de sus ventas se venían abajo. Lo hacían a la par que el termómetro. Ambos fenómenos tienen una causa común: el intenso frío que ha asolado Europa y que ha hecho menguar considerablemente la producción de verduras y hortalizas.

Infografía sobre los precios de los productos.
Infografía sobre los precios de los productos. / FUENTE: Elaboración propia. GRÁFICO: Dpto. de Infografía

La situación tiende a normalizarse. Tras varías semanas con precios bastante elevados, de nuevo el coste de estos alimentos vuelve a ser el habitual. Las asociaciones agrarias, no obstante, estiman que la normalidad llegará a final de mes, conforme se reduzca la posibilidad de nuevas heladas.

Manuel Chaves regenta un puesto de frutas y verduras en el Mercado de Triana, uno de los más tradicionales en la venta de estos productos dentro de la capital. Reconoce que todos los años suelen producirse por estas fechas algún que otro incremento de los precios, pero nunca "como lo sucedido las últimas semanas". "En las ventas se ha notado un descenso, los clientes han comprado mucho menos aquellos productos encarecidos", refiere este placero.

LAS CLAVES

La ola de frío

Las continuas nevadas que ha sufrido casi toda Europa desde que comenzó el año han quemado la producción hortícola mediterránea, especialmente la de Italia y Grecia, países exportadores. En España se ha visto afectado el Levante. Sólo se ha salvado Almería, que se ha convertido en la única despensa del Viejo Continente.

Exportaciones

El mercado exterior ha acaparado las tres cuartas partes de la producción almeriense. Sólo un 25% se ha destinado al mercado nacional, lo que ha provocado que los productos más demandados se encarezcan hasta duplicarse, un alza que ha hecho desistir a muchos clientes de comprarlos.

La subida del coste de las hortalizas y verduras se ha convertido en titular de los telediarios. A nadie le ha pasado desapercibido, como tampoco ha dejado indiferente el frío que ha provocado el encarecimiento. "Las nevadas han afectado principalmente a Europa. Almería se ha salvado, pero la mayoría de la producción se ha tenido que exportar. Lo poco que se ha quedado aquí se ha puesto por la nubes", explica uno de los encargados de la Huerta de Miguel, otro de los puestos de referencia en el Mercado de Triana. Se trata de la cuarta generación familiar que regenta este negocio. En todos estos años han comprobado cómo los precios suben y bajan, aunque en contadas ocasiones han llegado al nivel de las últimas semanas. "Nuestras ventas se han reducido un 50% durante varios días", apostilla uno de los placeros.

No es para menos. El coste de algunos productos "daba miedo" Los que más notaron esta inflación fueron el calabacín y la berenjena, ingredientes comunes en la dieta mediterránea. El kilo del calabacín ronda en condiciones normales los dos euros, pero con la ola de frío llegó a marcar los 3,90 euros, prácticamente el doble. En algunos mercados de abastos se tomó la solución de trocearlo para que fuera más asequible. La berenjena experimentó un crecimiento similar. De los dos euros por kilo a los 3,80.

Aunque no llegaron a tales cifras, las bajas temperaturas también afectaron a productos como el pimiento y la lechuga (especialmente la romanilla, la variedad que más se consume en estas fechas). Sus costes se duplicaron. La alcachofa, la judía verde y la coliflor, de igual modo, han tenido repuntes en el precio de adquisición.

La mayoría de estos alimentos proceden de Almería, convertida -junto a Murcia y Alicante- en la gran despensa no sólo de España sino de casi toda Europa. Las nevadas han afectado gravemente a las huertas valencianas y murcianas, pero no tanto a la almeriense, donde la alta producción en invernadero ha logrado salvarse. Lo que ha quedado, eso sí, se ha vendido a precio de oro, de ahí el encarecimiento.

"Cuando los precios se van a lo alto, los sevillanos acuden a los congelados", refiere Concha, una de las encargadas del puesto La Alegría de la Huerta. En este establecimiento dicho aumento apenas ha durado cinco días. "La berenjena, el calabacín y la lechuga romanilla son los que más se encarecieron", recuerda esta empleada, quien, a pesar de lo expresado por sus compañeros, considera que el alza de los precios supone una ventaja para los placeros "que pagan impuestos y lo tienen todo en regla". "Cuando las verduras, frutas y hortalizas están más caras es cuando más gente viene a los mercados de abastos, pues cuando se abaratan, se aprovechan los puestos ambulantes. Si suben de precio, por contra, no pueden adquirirlas y sólo nosotros podemos ofrecer un género de calidad", argumenta esta placera.

Luis Navas. Mayorista de verduras

"Durante más de una semana sólo había disponible para Sevilla mil kilos de lechuga"

Para ella, hay un claro ejemplo de esta competencia "desleal". "Ahora se venden muchos espárragos en puestos ambulantes. Los traen de Marruecos, a un precio mucho más barato, pero su sabor nada tiene que ver con los que yo vendo de Cantillana".

Mora Triana es otro de los negocios de referencia en la venta de frutas y verduras. Se dedican a este sector desde 1933. Aquí lo tienen claro: "Si entra género, todo es mucho más barato". "El coste de los calabacines y berenjenas no ha sido habitual. Pocas veces hemos llegado a cobrar cuatro euros por kilo. Esto ha durado dos semanas, ahora bajan de nuevo y los precios tienden a estabilizarse", aclara uno de los encargados.

Antes de que las verduras y hortalizas lleguen a los mercados de abastos, los mayoristas se encargan de proveer los productos. Este gremio es el primero en percatarse del incremento de los precios, un aumento que se origina la mayoría de las veces en la cadena de distribución, ya que en origen los costes, aunque suban, no suelen situarse tan altos. Luis Navas ejerce de presidente de los mayoristas de frutas de Mercasevilla. "Hemos tenido que sacrificar el margen de beneficio", asegura este comerciante, que recuerda que en algunos lotes adquiridos en la alhóndiga de Almería sólo se han podido sacar "seis euros de beneficio". "No podemos subir más los precios, pues nuestros clientes, ya que son tiendas de mediana superficie y pequeños negocios a los que les resulta complicado comprar a un precio demasiado alto", explica Navas.

El límite de gasto mensual de un mayorista oscila en una media de entre 30.000 y 40.000 euros para adquirir productos en las alhóndigas. "Con los precios de las últimas semanas, en pocos días se ha rebasado", añade el representante del sector. Un alza provocada por la carestía de género. "Durante más de una semana sólo había disponible para Sevilla cinco palés de lechuga, es decir, mil kilos de esta verdura, cantidad insuficiente para abastecer la ciudad", incide Navas, quien insiste en que los mayoristas son "intermediarios" y que cuando acuden a las alhóndigas ya se encuentran los productos con precios inflados al de su origen. Costes que han vuelto a normalizarse las últimas semanas tras remitir la ola de frío.

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