Las ordenanzas fiscales de 2012 supondrán una bajada en los ingresos tributarios que la delegada de Hacienda no quiso cuantificar por el momento. Asunción Fley se limitó a dar la cifra respecto al impuesto de vehículos, que tal como está planteado para el próximo año supondrá una reducción de 600.000 euros. Pero no aportó cifras sobre la bajada de ingresos previstas en otros tributos, caso del IBI, que queda congelado.

Una vez vistas las líneas generales de las ordenanzas fiscales para 2012, una duda se plantea de inmediato: ¿cómo compensará el Ayuntamiento la reducción de ingresos a la que obligan estas ordenanzas el próximo año? Fley aseguró que todo está controlado, pues en el prespuesto general del próximo ejercicio se tendrán en cuenta estos aspectos y mediante "mejoras en la gestión" se equilibrarán las cuentas. Eso sí, sin reducir los servicios públicos, según se comprometió públicamente la delegada.

Fley aseguró que en dos semanas podrá dar a conocer las claves del presupuesto de 2012, que debe permitir la bajada de los impuestos y el mantenimiento de los ingresos. El compromiso de Zoido es que el Ayuntamiento debe presentar los presupuestos cuanto antes para no incurrir en la paráctica habitual del gobierno anterior, con el que se llegaron a aprobar las cuentas generales en el mes de mayo.

El PP siempre ha prometido que, en caso de alcanzar el gobierno local, reduciría la presión fiscal, pues Zoido ha expuesto en numerosas ocasiones que Sevilla no podía seguir estando en las cotas más altas.

El presupuesto de 2011, según el PSOE, incluía la operación financiera de reestructuración del préstamo sindicado que el Ayuntamiento tenía suscrito desde 2008. Esta operación financiera por imp orte de 272.458.496,29 euros, supuso en la práctica el "ahorro" de 18 millones de euros que no tendrán que abonarse a los bancos durante el año 2011 y que permitirán una mayor liquidez. Pero eso se hizo a costa de negociar intereses más altos que habrán de pagarse a partir de 2012.