El Grupo de Atracos de la Policía de Sevilla tiene una estadística peculiar. No sólo resuelve el 100% de los asaltos con armas de fuego que se cometen en la ciudad sino que además esclarece otros ocurridos en otros lugares de España. En Sevilla se han detenido atracadores que cometieron delitos en otras ciudades, lo que ha llevado al Grupo de Atracos a presentar una estadística de delitos esclarecidos del 109%. Ésta es una de las razones por las que su jefe fue condecorado ayer con la cruz al mérito policial con distintivo rojo.

El inspector que dirige esta unidad ha elaborado un protocolo de actuación en caso de atracos con armas de fuego que es pionero en España y que se está implantando en todas las plantillas de la Policía Nacional. "El objetivo de ese protocolo es doble: garantizar la seguridad de los agentes durante la intervención y evitar que la situación se torne en un incidente con rehenes", dice este inspector, que ha elaborado otro protocolo para la negociación en caso de secuestros y rehenes, y que se está implantado también a nivel nacional.

El jefe de Atracos ha formado a casi 2.000 policías para explicarles cómo deben actuar en el caso de que haya un asalto con arma de fuego. Esto ha servido para que en buena parte de los casos se detenga inmediatamente al atracador o, cuando el asunto llegue al Grupo de Atracos, el delincuente ya esté plenamente identificado. La eficacia de este grupo también ha servido para que bajen los atracos, ya que la mayoría de los especialistas en estos delitos se encuentran actualmente en prisión. En los bancos, por ejemplo, sólo ha habido seis asaltos con armas de fuego en lo que va de año. En todos los casos fueron detenidos los autores.

Una de las investigaciones más laboriosas de este año ha sido la última completada por este grupo, en la que se detuvo a un ciudadano uruguayo que hirió de un disparo a un transportista el pasado 22 de enero en el polígono Parsi. El detenido tenía antecedentes por un homicidio y por atraco a una joyería en Uruguay y vivía en Montequinto con una identidad falsa. Se había fugado de la cárcel en su país de origen. Había cometido el homicidio en 2004 y, tras escaparse de la cárcel, asaltó una joyería para poder pagarse un pasaporte falso con el que venir a España.

Los investigadores han tardado ocho meses en detenerlo, dada la lentitud con la que han tenido que trabajar a la hora de colaborar con la Justicia de otros países. Ya en abril, los agentes de Atracos seguían la pista a un sudamericano -en un principio pensaban que era argentino- que podía estar en Sevilla con una identidad falsa. Finalmente, localizaron la orden internacional de búsqueda y lo detuvieron a mediados de septiembre.