El grupo mixto de las Sirenas
calle rioja
Historia reciente. El Casco Antiguo rindió ayer homenaje a los concejales que han sido delegados de este distrito en las cuatro décadas de ayuntamientos democráticos
El Distrito Casco Antiguo rindió ayer homenaje a los que han sido sus delegados municipales en cuarenta años de ayuntamientos democráticos. Diez delegados, dos de ellos representados por su descendencia ya que fallecieron, recibieron ayer sendas placas de reconocimiento en un emotivo acto celebrado en la Casa de las Sirenas, amenizado al final por la música de la Orquesta del Instituto San Isidoro, el más antiguo de Andalucía y que forma parte del citado distrito.
Juan Carlos Cabrera es delegado de muchas cosas y también de Casco Antiguo. En condición de tal, fue entregando los presentes a representantes municipales de cuatro partidos diferentes. Cuando se constituye el Ayuntamiento de Sevilla, víspera del comienzo de la Feria de Abril de 1979, el primer delegado del Casco Antiguo fue Alonso Balosa. Fallecido en 2007, una glorieta de Bellavista tiene su nombre. Recogió la placa Rosa Balosa, la hija del histórico dirigente vecinal que encabezó la candidatura del Partido Comunista de Andalucía.
A continuación subió José Manuel (Lolo) Cervera. Ayer habló como el más veterano políticamente, pero en abril del 79, a sus 25 años, era el más joven de la Corporación. El que fuera delegado de Tráfico y Transportes, que abrió para después cerrarlas las bocas del primer y fallido proyecto de Metro, hablaría al final en nombre de todos.
Bernardo Bueno Beltrán llegó en el primer mandato de Manuel del Valle. Puso en marcha Cita en Sevilla, convirtiendo un solar inmundo en un coliseo de la movida donde después se construiría el Teatro de la Maestranza. En la actualidad es el alcaide del Alcázar, nombrado por el alcalde, Juan Espadas. Aurelio y Ana Antúnez Vicedo representaron a su madre, Ana Antúnez, fallecida muy joven en 1995, y que dejó un gratísimo recuerdo de su etapa municipal.
Manuel García García está feliz desde que puso fin a sus dos mandatos como hermano mayor de la Macarena. Además de encargarse de la Seguridad en la Expo, también fue delegado de este distrito tan próximo a su Esperanza de San Gil. Paola Vivancos es historia viva del andalucismo y dejó una huella que ayer se notaba en el afecto de quienes la felicitaban. Pablo de los Santos, hijo del mítico dirigente andalucista Diego de los Santos, llevó este distrito y también la Delegación de Deportes, con varios maratones en su currículum.
Gonzalo Crespo es de Estepa, paisano de Rafael Escuredo. Tiene la particularidad de que antes que concejal de Sevilla, y delegado del Casco Antiguo, lo fue también en el grupo socialista del Ayuntamiento de Barcelona, ciudad a la que llegó como emigrante desde la patria de los mantecados. Amidea Navarro tuvo oficina al final de la calle Calatrava en el gobierno municipal de Juan Ignacio Zoido y ahora está en la oposición y en muy buena armonía con su amigo y sucesor Juan Carlos Cabrera.
En la misma Casa de las Sirenas, donde Paula Garvín fue nombrada en su tiempo alamedera del año, la bonhomía parece marcar a los munícipes que pasaron por estos dominios. En vísperas del día de Andalucía, con la importancia capital que los ayuntamientos jugaron en el 28-F impulsado por el paisano estepeño de Gonzalo Crespo.
En nombre de este grupo mixto de cuatro partidos políticos, el mismo número de los que obtuvieron representación en 1979, habló Lolo Cervera, en la actualidad director de la Fundación Tres Culturas. Su pieza oratoria se podría titular La Política como modalidad de la Arqueología. "Esta casa", dijo de las Sirenas, "era una ruina y ahora es un centro cívico". La Alameda "era una ruina social y urbanística, un lugar inhabitable en muchos sentidos". El Ayuntamiento al que llegaron en aquella Feria no estaba para fiestas. "También era una ruina y no sólo en el aspecto económico".
Cervera recordó que una de las primeras decisiones que tomaron fue la de paralizar las licencias de construcción y demolición "porque la ciudad estaba entregada a la especulación". Una medida tomada por los cuatro partidos, cada uno con su arquitecto: Víctor Pérez Escolano (PCA), Javier Queraltó (PSOE), Vicente Sanz (PSA) y Francisco Pavón (UCD), éste fallecido.
Cervera era un joven de 25 años y recordó "el día que los autobuses de Tussam entraron por primera vez en el barrio de San Jerónimo. Después lo harían en Torreblanca, Bellavista y Alcosa". Francis Segura, ex pregonero de la Semana Santa, presentó el acto, y las intervenciones las tradujo Arancha Jiménez López, del taller de lengua de signos. Cervera le dijo a Cabrera que a ver si no tienen que pasar otros 40 años para este tipo de reconocimientos. Terminó con una lección de ética política: "Nunca empezamos de cero en nada".
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