AL margen de la distorsión del ladrillo que nos llevó del orto al ocaso, el neologismo boom es el icono onomatopéyico de las sevillanas y del auge de la literatura hispanoamericana. Dos ríos que confluyen el día que Gabriel García Márquez coincide con Pascual González (Sevilla, 1950) en Televisión Española en la presentación de la serie Amores difíciles sobre relatos del autor colombiano. "Me dijo que habíamos hecho la revolución de que el pueblo bailara en Palacio". En la serie se oían las sevillanas A bailar, a bailar, letra del peluquero Manuel Melado con la que Cantores de Híspalis fue número uno en 45 países, algunos tan alejados del albero como Turquía o la antigua Yugoslavia, en foros tan ajenos al pitiminí como la Universidad de Estocolmo.

El real es el epicentro del realismo mágico de la ciudad. Estos cuatro artistas tienen la llave de la fiesta. Mañana, doce de la noche, sus sevillanas sonarán en el rito del alumbrado junto a la Banda Municipal y cincuenta parejas bailando por sevillanas. La Feria es una media geográfica, un compendio de los orígenes del cuarteto: Juan Luis Calceteiro (Sevilla, 1957), del Polígono San Pablo, nacido en la entrada del Cerro del Águila; los hermanos Carlos (Sevilla, 1967) y Mario Ruiz González (Sevilla, 1969), de Triana; Pascual González, el fundador, del barrio de la Calzada, vulgo San Benito, cuartel y cuartelá, tricornio y unicornio.

Cantores de Híspalis nace en la Feria del Prado con preámbulos en Copenhague y Salamanca. El viaje equinoccial de Pascual González. "En Salamanca concibo el grupo. En la Feria del Prado había una caseta, la del Coca-Cola, donde actuaban diferentes grupos". Allí le echa el ojo a Los Macarenos. Lo formaban Falín -el padre de Falete-, Pepe Rúa, ambos ya fallecidos, y Ricardo el Burro. Después se les unirá Calceteiro, Juani para sus amigos.

1989 es un antes y un después. Savia nueva. Los hermanos Ruiz González formaban parte del grupo Alquivira, que apadrinaba Paco Palacios El Pali. Se incorporan con el disco Sangre. El año de la caída del muro de Berlín. "Diez días antes de que cayera cantamos en Berlín", recuerda Pascual. Sus discos Danza y Por la Paz revolucionan el género. Sufren su particular caída del muro. Por eso no aparecen en la película Sevillanas de Carlos Saura. "Donde hay amor, hay odio. Nos quiso unir Lebrón para la película, pero entonces no nos unía ni Lebrón ni el Papa".

Del Prado a Los Remedios en vivencias de Juani. "De una Feria en blanco y negro a otra en tecnicolor. La del Prado era una Feria de posguerra. Los desconchados, los jaramagos en la calle del infierno, hasta Ava Gardner era en blanco y negro. A los hombres no les hacía falta echarse gomina porque se echaban brillantina".

La Feria de Abril en Mayo es el preludio de su gira de verano con el nuevo disco, La gran manzana, enriquecido con 24 días en Nueva York y un reconocimiento en Connecticut. El 9 de mayo cortan la cinta inaugural de la Feria de Tarragona. Como Valle-Inclán, que creó a don Latino de Híspalis como cómplice andaluz de Max Estrella en Luces de bohemia, Cantores, "no éramos ni cantaores ni cantantes", elige el nombre romano de la ciudad.

En 1988 tuvieron caseta, pero son sevillanos sin caseta. Rebobinan la letra de Feria de Abril, sevillanas revolucionarias con una pizca de expresionismo y Kárate a muerte en Bangkok, "la música se bebe en catavinos / y las palmas nos atacan por la espalda".

La Feria coloca una alfombra de puntos suspensivos con la Semana Santa. "No hay mejor sitio para hablar de la Semana Santa que la trastienda de las casetas". Cantores cofrades. Pascual dejó colgadas las túnicas de San Benito y el Silencio "por culpa de una gastroenteritis de caballo". Juani disfrutó viendo el Polígono "por la Alfalfa y la Catedral". De los Ruiz Brothers, Mario es hermano de la Quinta Angustia, Silencio y Esperanza de Triana y contraguía con la Hiniesta, San Esteban y la O. Su hermano Carlos puso fin a 28 años de costalero en el Cristo de las Tres Caídas y se estrenó como coautor de una marcha, En ti me veo, compuesta al alimón con David Hurtado.

A Pascual le gusta pasear "por las viejas Juderías, y por la nueva también, el barrio de Santa Cruz". El resto eligen Triana. "Para enseñar al visitante, el centro, el casco antiguo", dice Juani, "pero si quieres participar, hablar con la gente, tienes que irte a Triana". Asienten los hermanos Ruiz González. "Nos gusta Triana y las salchichas en el Akela".

El cambio climático se está cargando la primavera. "Debe ser verdad. Los discos ahora se presentan en Navidad". Con el lobo estepeño. Sus sevillanas son sociología pura. El FMI le puso cifras a lo que vino después del Que no nos falte de ná.