Sevilla

La hora del Palacio del Yeso

  • Comienza la restauración del artesonado de la Sala de la Justicia, preámbulo de la intervención global

Uno de los espacios más relevantes del Real Alcázar comienza a rehabilitarse. Desde principios de agosto se trabaja en la restauración de la armadura mudéjar de la Sala de la Justicia, un espacio construido sobre estructuras almohades que algunos autores atribuyen Alfonso XI y otros a la época de Pedro I por la similitud en su ornamentación con el palacio del rey, aunque lo cierto es que esta estructura de madera se ejecutaría durante la primera mitad del siglo XIV, pero el espacio cúbico que ocupa ya existía desde el siglo XII puesto que pertenecía al denominado Palacio del Yeso, tal como se recogió en la memoria de la VI campaña arqueológica (2000-2005). La primera fase de la intervención integral en todo el palacio, que incluirá por supuesto el Patio del Yeso, cuenta con un presupuesto de 72.432 euros y un plazo de ejecución de seis meses.

La Sala de la Justicia que preside el Palacio del Yeso es una espacio de tipología islámica de planta cuadrada coronada por esta techumbre mudéjar que se ha comenzado a intervenir. Se trata de una muestra extraordinaria de armadura en forma de artesa ochavada con una decoración realizada a base de un trazado de lazo de ocho que rodea a un octógono central de mocárabes. "El estado de conservación que presenta el arrocabe -pieza que remata los muros y que oculta todo el asiento de la armadura solucionando el encuentro, con unas medidas de 70 metros cuadrados aproximadamente- aconsejaba una intervención que serviría también para comprobar in situ el estado del resto de la armadura", explica Inmaculada Ramírez, la responsable de la restauración.

El arrocabe se encuentra muy deteriorado y la zona de encuentro con las yeserías presenta problemas de estabilidad que le afectan directamente, provocando pequeñas pérdidas y grietas: "El alicer inferior en todo su perímetro es el elemento más degradado encontrándose zonas con pérdidas de material lígneo bastante graves que han sido solucionadas con antiguas reparaciones no muy ortodoxas". La restauración de este elemento consiste en el desmontaje de todas las piezas que lo componen para poder consolidar tanto el muro donde se fijan como los propios elementos de madera que serían tratados en el taller: "En resumen, se hará una limpieza, una consolidación estructural, una consolidación química, una reintegración volumétrica del material ligneo y una fijación de la policromía". La restauradora confirma que la madera, por fortuna, tiene pocos repintes y la policromía que se conserva, aunque es poca, sí es el original. Los motivos que la componen son los habituales epigráficos y atauriques propios de la época, junto con símbolos de Castilla y León. En el alicer inferior puede leer de manera repetida en caracteres cúficos la palabra felicidad. Está previsto que en fases más avanzadas de la restauración se puedan descifrar más contenidos ahora ocultos por la pérdida de policromía y la suciedad.

En los pocos días que llevan trabajando sobre la estructura han retirado casi una tonelada de escombros que se han ido acumulando en la zona trasera del arrocabe y sobre las pechinas de intervenciones hechas en el pasado: "Calculamos que quitaremos hasta tres toneladas. Los escombros que caían han colmatado toda la zona y junto con la humedad han creado un microclima estupendo para provocar el ataque de los insectos xilófagos. De hecho, algunas piezas que ya han sido desmontadas han perdido la mitad de su grosor por ese motivo". La intervención conlleva la aplicación de un tratamiento antixilófagos y también se buscará la manera de proteger la estructura de las palomas y otras aves que campan a sus anchas al tener el acceso libre desde el Patio del Yeso. Se prevé también la realización de un estudio de la cubierta y la armadura de la sala para continuar con su restauración una vez terminado el arrocabe. Estos trabajos se acometerán el próximo año junto al tratamiento en la cubierta y la mejora de la iluminación en la sala.

El descubrimiento del Patio del Yeso, realizado por Tubino a finales del siglo XIX, puso en valor todo este palacio, su progresiva recuperación durante todo el siglo XX, culmina ahora con el inicio de la restauración de la armadura mudéjar de la Sala de la Justicia como preámbulo a una intervención mucho más ambiciosa que abarcaría en campañas sucesivas, y de manera global, el resto de los espacios de este palacio, incluyendo el valiosísimo Patio del Yeso, por ser el único espacio donde aún se conservan restos del antiguo palacio almohade. El hecho de que estuviese tan poco intervenida esta sala es porque durante muchos años fue Tesorería y Contaduría del Ejército, lo que impidió que se desarrollasen drásticas intervenciones como en el Palacio de Pedro I.

Cuenta la historia que fue en la Sala de la Justicia donde se produjo la muerte de Don Fadrique a mano del rey Don Pedro. Incluso los guías advierten a los turistas de los restos de manchas de sangre junto a la fuente que recorre el suelo, aunque esto ya forma parte del imaginario popular.

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