Una zona con un gran potencial. El Ayuntamiento de Sevilla ha puesto en marcha una importante estrategia para la recuperación e impulso de la zona norte del Casco Antiguo de la ciudad. Este Casco Norte abarca importantes e históricos barrios como San Lorenzo, San Vicente, la zona de San Luis y San Marcos o Torneo y la Barqueta. Actualmente hay en marcha importantes obras de recuperación patrimonial en el convento de Santa Clara y la muralla de la Macarena, que deben convertirse en locomotoras de la zona para diversificar la oferta turística. También se desarrollan estrategias para impulsar el comercio, programas de reurbanización de espacios, desarrollos urbanísticos, como los de la Barqueta o las naves de San Luis, o la ampliación y mejora de los ejes peatonales. Una estrategia no sólo pensada para el turista sino para la dinamización económica, social, cultural y patrimonial que mejore la vida de los sevillanos de estos barrios.
El Ayuntamiento lleva varios años con el foco puesto en el casco norte de Sevilla. Se trata de una zona que cuenta con un enorme potencial que emana de su historia, tradición y el gran patrimonio que atesora. Precisamente, una de las principales líneas de actuación puestas en marcha va encaminada a recuperar dos inmuebles que son de los más apreciados de la ciudad y que hasta no hace mucho tiempo permanecía en el olvido: la muralla de la Macarena y el antiguo convento de Santa Clara.
Intervenciones en el patrimonio
La muralla islámica de Sevilla cuenta con su mayor tramo visible entre el Arco de la Macarena y la Puerta de Córdoba. En este espacio, con más de 500 metros de longitud, se ha puesto en marcha una inversión de más de 3 millones de euros, confinanciado por el Gobierno mediante el programa del 1,5% Cultural, que busca en último término abrir la construcción a la ciudadanía. Ya he terminado la intervención en la cara interna. Se ha realizado durante el último año una limpieza de sus paramentos, que es quizás lo que más llame la atención ya que ahora presenta un tono algo más claro; relleno de fisuras, grietas y oquedades, reintegraciones de volúmenes y de aplicación de tratamientos de protección. Todo ello se ha acometido tras la realización de numerosas pruebas y estudios y siempre siguiendo un criterio de reversibilidad. En suma, una intervención patrimonial en la piel para devolver al lienzo interior su aspecto originario y restituir sus valores históricos y arquitectónicos, garantizando de este modo que siga conservándose a lo largo de los siglos.
Pronto debe comenzar la intervención en la cara externa. La operación prevista en esta parte supone trabajos de tipo preventivo y correctores, que en este caso se extenderán también a la barbacana, a la liza (espacio entre la barbacana y la muralla) y a las torres, entre las que destaca la Torre Blanca o de la Tía Tomasa, que será acondicionada en esta fase de obras para que pueda acoger un centro de interpretación. El plazo de ejecución es de 18 meses.
Paralelamente a la intervención en la cara interna, se ha rehabilitado el Arco de la Macarena, también conocido como Puerta de los Reyes, puesto que es por donde los gobernantes entraban a la ciudad. Los trabajos realizados han permitido sacar a luz muestras del almenado de la puerta medieval o elementos decorativos del siglo XVIII como policromías y esgrafiados en tonos ocre, rojo, almagra y negro.
La última fase es la restauración en la Puerta de Córdoba, la única de la ciudad que se conserva con sus características originales. El Ayuntamiento va a colaborar en la rehabilitación de una parte de la muralla que forma unidad estructural con este edificio que pertenece a la Hermandad de San Hermenegildo y que también será visitable. En una primera actuación de estas obras está previsto llevar a cabo la restauración de los paramentos exteriores de la Puerta de Córdoba, tanto de sus fábricas de tapia como de sus portadas de piedra y puertas de madera. En una siguiente intervención se abordará la recuperación del interior. Se destinarán 70.000 euros para ello.
Finalmente, con la idea de mejorar la conservación de la muralla y de valores patrimoniales, el Ayuntamiento trabaja en un proyecto de reordenación de la movilidad de su entorno y del paisaje urbano y en una actuación que permita hacer visitable la liza (o calle interior de la muralla) y la Torre Blanca.
La joya del barrio de San Lorenzo
La otra gran intervención patrimonial en la zona es la que se lleva a cabo en el conjunto del antiguo convento de Santa Clara, en el barrio de San Lorenzo. El cenobio se levanta sobre el antiguo palacio del infante de don Fadrique, que data de 1252, siendo el primer edificio cristiano que se construye en la ciudad tras la reconquista. Tras las desavenencias con su hermano el rey Alfonso X y su huida, el el edificio se cede a los Caballeros de Calatrava, pero se cree que no lo llega a ocupar. En 1289 se funda en el complejo de don Fadrique el convento de Santa Clara, el segundo más antiguo de Sevilla tras San Clemente, en la misma zona. En el siglo XIV empieza la transformación que se alarga hasta el XVI, época de mayor esplendor. La iglesia, una joya que está restaurando el Arzobispado ahora en restauración, se reforma en 1622.
Hace unos días ha finalizado la restauración de la Torre de Don Fadrique, espectacular mirador que se abrirá a las visitas este mismo mes. El Ayuntamiento cuenta con un ambicioso proyecto para restaurar todas las zonas del convento que quedan hasta el año 2024 con una inversión de más de 5,7 millones de euros. Una de las ideas es que la colección arqueológica municipal regrese a Santa Clara, que ya acogió el museo arqueológico de Sevilla en las primeras décadas del siglo XX.
En concreto, se trata de de una superficie de 3.778 m2, conformado por cinco parcelas interiores y delimitado por las calles Duque Cornejo, San Luis, Plaza de San Marcos, Vergara, Hiniesta y Lira. La mayoría de esos terrenos corresponden a la SAREB que, con la finalidad de promover su desarrollo, presentó hace unos años el correspondiente instrumento urbanístico de ordenación de los suelos y de su uso, en el que se marcan como principales objetivos la mejora de la permeabilidad entre las calles San Luis e Hiniesta a través de un nuevo itinerario peatonal, la construcción de vivienda libre y protegida de forma integrada, la generación de otras actividades no residenciales, la recuperación de una instalación cultural prevista en el ámbito y, la protección de los valores patrimoniales del ámbito.
La segunda actuación va encaminada a iniciar el proceso para dar un uso provisional como espacio libre y zona verde alas parcelas municipales ubicadas entre las calles Arrayán y Divina Pastora. La parcela tiene una superficie de 2.400 m2 y una edificabilidad de 3.432 m2. Estaba repartida entre suelos de titularidad pública (una tercera parte) y suelos de titularidad privada (dos terceras partes). Esta situación bloqueaba cualquier desarrollo de estos suelos que se encontraban por tanto sin uso. Tras su adquisición por parte del Ayuntamiento los suelos son 100 % de titularidad pública.
El planteamiento inicial era la enajenación de la parcela para construcción de viviendas privadas y obtener recursos para otras inversiones en la ciudad pero en consenso con la plataforma vecinal y tras los acuerdos políticos para la aprobación de los presupuestos con Podemos Sevilla e IU esta posibilidad se ha descartado y los suelos se mantendrán como de titularidad pública con el objetivo de configurar un pulmón verde para el barrio.
Por otro lado, la colaboración público-privada entre el Ayuntamiento y Acciona ha permitido completar el nuevo edificio residencial de la manzana de la Barqueta diseñado con criterios de sostenibilidad y de respeto hacia su histórica fachada y tras una inversión de 4 millones de euros. En esta otrora conflictiva manzana, se mantiene el uso residencial de un edificio que estaba sin uso desde 2006, con una treintena de viviendas ecoeficientes y el diseño original del arquitecto regionalista José Espiau y Muñoz de principios del XX.
También está en marcha la rehabilitación del número 23 de la calle García Ramos, un edificio protegido con tipología de casa patio en pleno barrio de San Vicente. La rehabilitación de este inmueble, originariamente de uso residencial, va a permitir la creación de alojamientos compartidos siguiendo el concepto de coliving, es decir, una nueva forma de compartir alojamiento que favorece la convivencia y las relaciones entre inquilinos.
La Gavidia y San Hermenegildo
Uno de los proyectos más importantes que se van a acometer próximamente es la rehabilitación de la antigua comisaría de la Gavidia para uso hotelero y cohousing y la consiguiente ampliación los espacios peatonales de la Plaza de la Concordia conformando eje peatonal que se une a la peatonalización realizada recientemente en la calle Baños.
La Gerencia de Urbanismo formalizó el pasado mes de enero la compraventa ante notario del edificio con la empresa Hoteles Color Especial SL, filial de Baraka Holding 2020, adjudicataria del concurso público y que prevé su rehabilitación como hotel de cinco estrellas, con zona para coworking y un espacio museístico reservado para la Memoria Histórica. La operación ha supuesto ingresos para el Ayuntamiento por un importe de 10,5 millones de euros, que se destinarán a obras en los distintos barrios de la ciudad, mientras que la compañía, además de ese desembolso, proyecta una inversión de al menos 11,6 millones de euros, sin incluir actuaciones complementarias de adecuación para los distintos usos previstos.
Antes de que acabe el año también comenzará la primera fase de rehabilitación de la antigua iglesia de San Hermenegildo. Con un coste de más de 800.000 euros, se intervendrán las cubiertas y fachadas del histórico edificio del XVI.
La gran reurbanización de la calle Torneo
Hace casi un año comenzaba la gran reurbanización del espacio peatonal de la calle Torneo, construido para le Expo' 92 y que presentaba una degradación extrema. Con un plazo de ejecución de obras de 18 meses las tareas se han dividido en cuatro fases. Se ultiman las obras de la primera fase, en concreto el tramo entre la calle Jándalo y la Pasarela de la Cartuja, mientras avanza en la ejecución de la segunda, que llega hasta la futura Plaza del General San Martín, a la altura de la calle Narciso Bonaplata. Mientras, con la tercera y la cuarta se llegará hasta el Puente de la Barqueta para culminar una intervención licitada por 6,2 millones de euros, acometida por la compañía sevillana Martín Casillas y que está generando en torno a 74 empleos durante su ejecución. La zona ganará 12.000 m2 de espacios verdes.
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