La hospitalización a domicilio es un sistema de éxito allí donde se implanta. Exige una importante coordinación de los recursos, pero a cambio aligera la carga hospitalaria y proporciona mayor confort y calidad de vida tanto a los enfermos como a sus cuidadores. 

El envejecimiento progresivo de la población, unido a la cronificación y acumulación de patologías en un mismo paciente, plantean un desafío cada vez más arduo para la sanidad y la necesidad de un abordaje bien distinto al de hace 20 ó 30 años. Una cuestión muy presente en el Área de Gestión Sanitaria Sur de Sevilla que, recientemente, ha incorporado esta nueva herramienta asistencial en el ámbito de los cuidados paliativos como una alternativa a la hospitalización convencional y dirigida a un perfil de pacientes con necesidades complejas que, de forma voluntaria, quieran acceder a esta nueva prestación. 

Primer equipo humano del nuevo servicio de hospitalización domiciliaria puesto en marcha para pacientes paliativos en Alcalá de Guadaira: a la derecha la facultativa María Carmona y a la izquierda la enfermera Mª Ángeles García.

Dependiente de la Unidad de Medicina Interna del Hospital El Tomillar, coordinada por el doctor Salvador Vergara, este nuevo modelo de atención integral a domicilio ha sido ya activado en el municipio de Alcalá de Guadaíra a través del equipo formado por la facultativa y especialista en Geriatría, María Carmona, y la enfermera María de los Ángeles García, que coinciden en destacar los "beneficios" de esta iniciativa. "Es un sistema que supone el mejor control de terapias y de los síntomas así como la reducción de la ansiedad que provoca abandonar el hogar y la mejor coordinación con Atención Primaria, además del impacto positivo que tiene sobre la familia", afirman las profesionales. Tras Alcalá, dicha iniciativa también se ha establecido en las localidades de Arahal y El Viso del Alcor y así se irá implantando de forma progresiva en las diferentes localidades del área sur de la provincia.

"Es una opción con la que sumamos calidad asistencial gracias a una mayor personalización de la atención, con más intimidad y mayor confort del paciente, al ofrecerle la posibilidad de atención segura en su entorno familiar y siendo los profesionales los que se desplazan a su domicilio", afirma la directora gerente del área sanitaria, María Jesús Pareja, tras la reciente incorporación de este modelo.

La unidad de Medicina Interna del Hospital El Tomillar dispone de una área de hospitalización y otra de Unidad de Día, junto al nuevo servicio de hospitalización domiciliaria. Acumula más de 20 años de experiencia y especialización y está compuesta por un equipo de profesionales que integra once médicos, 78 profesionales de enfermería, diez celadores, dos administrativos y una trabajadora social. Dentro de este servicio, el Área de Cuidados Paliativos Avanzados tiene conformado un dispositivo con un concepto amplio y moderno de estos cuidados dotado de profesionales, estructura y organización asistencial especializada para dar respuesta a aquellos pacientes cuya situación de fragilidad y multimorbilidad, ya sean oncológicos y no oncológicos, los hacen tributarios de la priorización de cuidados.

El equipo de profesionales Medicina Interna del Hospital El Tomillar.

En el caso de los pacientes oncológicos, Salvador Vergara destaca la "coordinación ejemplar" existente con el servicio de Oncología en el Hospital de Valme. A través del Comité de Paliativos, ambos servicios mantienen reuniones y comunicación directa para garantizar respuestas eficaces con derivaciones precoces de pacientes oncológicos que no son candidatos a curación, sólo a terapia paliativa.

El responsable de la Unidad de Medicina Interna del Hospital El Tomillar, Salvador Vergara, junto a los dos supervisores de la misma, Valme Gómez y Francisco Hidalgo.

Con el nuevo modelo de hospitalización a domicilio, la unidad completa un modelo de atención avanzado cuyos profesionales persiguen satisfacer las necesidades de pacientes altamente vulnerables de la forma más eficiente, humanizada, segura e integral, desde la máxima de la excelencia. "La herramienta básica en cuidados paliativos es la humanización de la asistencia que conseguimos mediante escucha activa, sensibilidad, empatía, gestión emocional y relación de ayuda desde un abordaje integral. Todo ello con el objetivo de prevenir el sufrimiento evitable a través del ofrecimiento de calidad de vida junto a un contacto muy cercano y familiar con el entorno del paciente", subrayan los supervisores de enfermería de esta unidad, María Valme Gómez y Francisco Hidalgo. 

Cada año, el Área de Cuidados Paliativos Avanzados del centro atiende a más de 2.000 pacientes con perfil de ancianidad, fragilidad y dependencia. En un 25% se corresponden con enfermos oncológicos y en un 75% responden a otras patologías. Por lo que respecta a las enfermedades que precisan de esta asistencia especializada, y por orden de prevalencia, destacan la insuficiencia cardiaca, demencias, insuficiencia respiratoria y la insuficiencia renal. Por su parte, en las patologías oncológicas, la mayor prioridad se le da a los casos los tumores sólidos (pulmón, cabeza y cuello, mama y digestivos, principalmente).

En su día a día, la unidad de Medicina Interna del hospital se organiza a través de una amplia infraestructura y circuitos asistenciales estratégicamente establecidos para garantizar respuestas eficientes y humanizadas. Dispone de un área de hospitalización, que se distribuye en cuatro alas con la dotación de 70 camas; de una Unidad de Día, equipada con 16 puestos asistenciales y tres consultas donde se ofrece atención ambulatoria; y la reciente incorporación de la hospitalización domiciliaria. Todas orientadas a las necesidades de cada paciente.

El doctor José Luis López-Fe y la enfermera Ángela Atalaya, en habitación de una de las alas de hospitalización.

Sólo la Unidad de Día realiza al año unas 10.000 consultas y se basa en circuitos y sistemática de trabajo muy eficientes determinados por la consecución de indicadores de calidad tales como la demora cero en las consultas, el ingreso hospitalario directo sin pasar por las Urgencias de un 49% de los pacientes y una estancia media en continuo descenso, actualmente en una media de 10 días.

Entre las claves organizativas de esta unidad destaca el funcionamiento indivisible del tánden médico-enfermero, al objeto del mejor abordaje posible del paciente desde un prisma sanitario integral. Precisamente, debido a la extensa zona de cobertura que conforma el área sur de la provincia, tiene organizados sus profesionales en tres áreas poblacionales a través de equipos médico-enfermeros.

Además, dispone de una larga tradición en el soporte telefónico directo con los pacientes y sus familias, pese a que en la actualidad se haya potenciado su aplicación en los servicios sanitarios durante la pandemia. A través de esta herramienta, sus profesionales se ocupan de la resolución de problemas clínicos como el ajuste de tratamientos, resolución de dudas o prescripción de terapias; la gestión de citas preferentes en menos de 24 horas y sin ninguna demora, que permite de un día a otro atender a los pacientes que tras una llamada telefónica son considerados subsidiarios de una valoración médica rápida, ya sea para valoración clínica o para la realización de alguna intervención (transfusión sanguínea, paracentesis,…); y, la tramitación  del ingreso hospitalario desde el propio domicilio en pacientes que se encuentran en seguimiento, gestionándose de forma directa sin necesidad de acudir a Urgencias del Hospital de Valme.