Los primeros martillazos ya se oyen en la antigua comisaría de la Gavidia. Desde hace unos días, varios operarios se encuentran demoliendo algunas zonas del interior de un céntrico inmueble en un estado de conservación deficiente debido a los años que lleva en desuso y un cúmulo de circunstancias adversas como episodios de ocupación y vandalismo. En paralelo, la propiedad del edificio se encuentra cerrando los últimos detalles del proyecto para levantar un hotel de lujo, negocia con varias cadenas internacionales su gestión, y termina de diseñar la reurbanización de las plazas aledañas de la Gavidia y la Concordia, a la que se sumará la plaza del Duque. Todo debe estar terminado para principios de 2026.

La reforma ha comenzado en las zonas del edificio que se encuentran en peor estado. Los trabajos consisten en la demolición de la tabiquería interior y las carpinterías, que desaparecerán para dejar paso a una nueva tecnología más eficiente. La empresa Hoteles Color Especial de la familia mexicana Díaz-Estrada cuenta con una licencia faseada de la Gerencia de Urbanismo. La semana que viene debe recibir el visto bueno para colocar un cajón de obras que eliminará algunas plazas de aparcamiento, montar unos itinerarios escolares seguros para los alumnos, profesores y padres de los centros cercanos que incluyen unos pasos de cebra y bolardos con indicaciones, y mover los cubos de basura de la plaza. La idea es que los ciudadanos pasen lo más lejos posible de las obras.

En los próximos días también será colocado el andamio con una malla de seguridad y una lona que promocione la ciudad de Sevilla durante los tres años que duren los trabajos. El plazo de ejecución de las demoliciones es de tres meses. Los siguientes pasos son realizar refuerzos generalizados en las estructuras de acero de la antigua comisaría para que cumpla con la normativa actual de seguridad y cerrar el proyecto de ejecución para presentarlo en las caracolas de Urbanismo. Después llegará el turno de las fachadas y todo el interior para las instalaciones y división de habitaciones.

Una cadena hotelera internacional

La cadena hotelera que explotará el inmueble aún no está cerrada, ya existen varios novios debido al gran interés que despierta esa zona de la ciudad. Lo único seguro es que será internacional. Por el tipo de operador, el número de habitaciones se ha reducido a 100, teniendo las normales entre 28 y 35 metros cuadrados, y las junior suite y suite entre 40 y 60. El negocio hotelero contará con una zona lúdica en planta baja para uso y disfrute de la ciudadanía con un espacio libre y acceso independiente donde se ubicará un restaurante; un coworking de 500 metros cuadrados con acceso directo desde la calle; y un espacio museístico de memoria histórica de 200 metros cuadrados con un proyecto de musealización y con acceso libre también desde la calle. El promotor aún no ha decidido si el restaurante será de la misma cadena o externalizado, sin descartar una firma hostelera local. El resto de servicios serán un gimnasio, una terraza con piscina, y un patio interior con una barra de bar.

El promotor ha rechazado que el proyecto contemple un aparcamiento, ya que reduciría bastante el espacio para las habitaciones y entender que el tipo de cliente extranjero no usa un vehículo para llegar al hotel. La normativa estatal exige que el negocio cuente al menos con un 50% de plazas por el número total de habitaciones, por lo que contratarán 50 en un parking cercano como puede ser el de la misma plaza.

¿Proyectos similares? Partiendo que los edificios siempre están protegidos y abandonados, los dos últimos proyectos en España han sido en Madrid, uno en el número 31 de la Gran Vía y otro en el número 25 de la calle Montera. Ambos tienen en común que son explotados por el gigante hotelero estadounidense Hyatt. Esto no quiere decir que la familia Díaz-Estrada repita con la misma marca en Sevilla.

Reurbanización del entorno del hotel

Sobre el proyecto de reurbanización del entorno del hotel, la intención del promotor es unificar las plazas de la Gavidia, la Concordia y el Duque. La inclusión de esta última es una gran novedad. La idea en la que trabajan los arquitectos es dar más protagonismo al peatón en detrimento del coche. El objetivo es ir de una plaza a otra sin las barreras arquitectónicas que existen en la actualidad al entender que, entre otras cosas, el tráfico se encuentra muy mal ordenado. La unificación de las tres plazas no significa que vayan a ser iguales, ya que cada una guardará su idiosincrasia. Tendrán en común los elementos de sombra y agua.

El primer anteproyecto ya ha pasado por la Gerencia. La empresa contrató un estudio especialista en Urbanismo que presentó un diseño demasiado moderno para el Ayuntamiento, por lo que se encuentra ahora redactado otro con un estilo algo más clásico que contará con las aportaciones que lleguen incluso de las hermandades del entorno. Esto supondrá un paso más para que el tramo comprendido entre la plaza de la Encarnación y la plaza de la Gavidia sea peatonal. En este osado proyecto llevan enfrascados desde el primer mandato del socialista Juan Espadas los técnicos municipales de la dirección general de Movilidad y Urbanismo.

En las caracolas de la Isla de la Cartuja, existe desde hace más de un lustro un anteproyecto de mejora de la accesibilidad en la plaza del Duque de la Victoria, una zona concurrida del centro en la que confluyen a todas horas los autobuses de Tussam con los turísticos, numerosas motocicletas aparcadas, y los veladores de los establecimientos de hostelería. En la documentación aparece reflejado que los trabajos afectan al corazón de la plaza coronada con la emblemática estatua, el acerado de Teniente Borges (vía que une el Duque con Virgen de los Buenos Libros) y la orilla de la calle en la zona más al norte de la plaza de la Campana hasta su confluencia con Santa María de Gracia. El anteproyecto plantea una plataforma única.

En el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) se establece una serie de directrices generales de protección y ordenación para estos espacios del casco histórico. La reducción de elementos publicitarios en el espacio libre y la edificación, la limitación y reordenación de las paradas de transportes públicos en superficie, o la reducción de la carga de tránsito rodado. Para la plaza del Duque establece que se mantenga su cometido básico como ámbito de tránsito peatonal y de relación social y comercial, se reordene el espacio libre, compatibilizando el tránsito restringido de vehículos con la ubicación de paradas de transportes públicos e integrando en el ámbito peatonal la actual dilatación viaria al norte y la calzada en el flanco oeste de la plaza, y se acote las áreas de carga y descarga. Señala como admisibles los quioscos y veladores, y prohibidos los estacionamientos y la publicidad.

Estado actual de la fachada de la antigua comisaría de la Gavidia.