Las obras de conservación de la antigua iglesia de San Laureano avanzan a buen ritmo tras más de cuatro meses desde su comienzo. Los operarios ya han colocado las tablas de madera de la nueva cubierta de la nave, que ha sido completamente reconstruida debido al deterioro en el que se encontraba la anterior, lo que provocaba continuas filtraciones que comprometía la estanqueidad y afectaba a los edificios colindantes.

La cubierta no era lo único que se encontraba en mal estado en la antigua iglesia de San Laureano. El céntrico inmueble presentaba falta de carpinterías en los huecos de la fachada, lo que facilitaba la entrada permanente de palomas y daños estructurales, tanto en los acabados como en los muros verticales. Estos últimos presentaban cierto desplome, aunque sin riesgo para su estabilidad, así como numerosas grietas y figuraciones especialmente en los encuentros entre los muros laterales y el de cabecera. También la fachada de la antigua iglesia mostraba daños como abofados, descomposición de morteros y afecciones en las cornisas.

Tras reconstruir la cubierta, la Gerencia de Urbanismo procederá ahora a la reposición de las carpinterías de los huecos de la nave y al refuerzo de los muros de cerramiento. La actuación que se está llevando a cabo incluye también el solado del suelo, que hasta el momento de esta intervención permanecía de albero. Asimismo, de cara a permitir un posible uso esporádico de este espacio, se instalará red eléctrica y se realizará una pequeña canalización enterrada donde se puedan ubicar algunas instalaciones provisionales y elementales que permitan la utilización de la antigua iglesia en una futura adecuación.

El Ayuntamiento abrirá un proceso participativo para definir su uso futuro

Para completar esta intervención, Urbanismo actuará también en el espacio delantero de la antigua iglesia hacia el Jardinico Alto y realizará las adecuaciones necesarias para permitir la accesibilidad de la iglesia desde la calle Goles. Por último, se repasarán las fachadas para asegurar las debidas condiciones de ornato, mediante el picado de los enfoscados abofados o descompuestos, eliminación de morteros de cemento de reparaciones anteriores, retacado de las zonas de muro que resulte necesario y, consolidación y restauración de cornisas.

La actuación en su conjunto, tiene un coste de 227.000 euros y un plazo de ejecución de ocho meses. De manera paralela, el Ayuntamiento abrirá un proceso participativo entre los vecinos y residentes para determinar qué usos tendrá este inmueble situado en la Puerta Real.

Un operario trabaja en la colocación de tablas en la cubierta del inmueble.