El juez declara improcedentes los despidos de 17 trabajadores del catering Juliá
El juzgado de lo Social número 3 de Sevilla ha estimado la demanda presentada por 17 trabajadores contra la empresa Juliá Catering y los empresarios José María y Rafael Juliá, y ha declarado improcedente los despidos, condenando a los demandados a pagar más de un millón: 498.000 euros en indemnizaciones, así como otros 144.000 euros en retribuciones adeudadas, a lo que hay que sumar los salarios de tramitación desde el despido y los intereses.
La sentencia destaca que con el fallecimiento de la matriarca de los hosteleros, Pilar García Alonso, "el negocio, lejos de disgregarse, permanece unido y el único cambio es el derivado de la asunción por José María Juliá del papel que anteriormente desarrollaba su abuela como titular de los contratos tanto de arrendamiento del local del Puesto de los Monos como de los contratos de los trabajadores que formalmente se adscribían a la empresa Pilar García Alonso, y que pasaron formalmente a la empresa José María Juliá, aunque realmente formaran una plantilla única e integrada por ellos y por los que formalmente se adscribían a Juliá Catering", por lo que ha declarado la responsabilidad solidaria de los codemandados Juliá Catering, Rafael Juliá y José María Juliá. El letrado de los demandantes, José María Carnero, mostró ayer su satisfacción porque estima "todas las alegaciones y ha hecho Justicia con un hecho conocido por todos los sevillanos: conocer quién estaba detrás del grupo empresarial Juliá". El letrado recordó que, si bien el fallo puede ser aún recurrido, el juez ha entendido que "los trabajadores desempeñaban su labor de forma indistinta para el catering o para el Puesto de los Monos. El mantenedor mantenía en todas las empresas, el cocinero cocinaba en todas las cocinas y el dinero salía siempre del mismo sitio", añadió.
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