Investigadores de la UPO abren una nueva vía para tratar la Atrofia Muscular Espinal
El estudio identifica una enzima clave en el desarrollo de esta enfermedad rara y la conecta por primera vez con los esfingolípidos, grasas esenciales del sistema nervioso, planteando nuevos tratamientos con fármacos ya disponibles
Cinco profesionales del Hospital Macarena entre los científicos más influyentes del mundo
Un equipo de investigación formado por científicos de la Universidad Pablo de Olavide (UPO) y la Universidad de Lleida (UdL) ha identificado una nueva diana biológica con potencial terapéutico para combatir la Atrofia Muscular Espinal (AME), una enfermedad genética neurodegenerativa que afecta principalmente a las motoneuronas y que presenta actualmente opciones de tratamiento limitadas, especialmente en adultos.
El estudio, liderado por Antonio Pérez Pulido y Manuel Muñoz (UPO), junto a Rosa Soler (UdL), ha identificado a la esfingomielinasa ácida (ASM) como una enzima clave en el desarrollo de la enfermedad. La ASM está involucrada en el metabolismo de los esfingolípidos, unas grasas esenciales en la estructura de las membranas celulares y en la transmisión de señales nerviosas.
Según explican los autores, inhibir la actividad de la ASM permite aumentar los niveles de la proteína SMN, cuya deficiencia es la principal causa de la AME. Esta conexión, descubierta por primera vez en este estudio, relaciona directamente el metabolismo de los esfingolípidos con la AME, abriendo así nuevas vías de tratamiento basadas en fármacos ya disponibles en el mercado.
La Atrofia Muscular Espinal afecta a uno de cada 8.000 nacimientos, pero se estima que una de cada 40 personas es portadora del defecto genético que la causa. Aunque existen tratamientos avanzados, su elevado coste y limitada eficacia en adultos siguen representando un reto. La enfermedad se origina por la falta de la proteína SMN (Survival Motor Neuron), producida por los genes SMN1 y SMN2. En la mayoría de los pacientes, el gen SMN1 está ausente, y el SMN2 solo genera una pequeña cantidad funcional de la proteína.
Más allá de la AME
Los investigadores destacan también una relación entre la AME y otra patología rara, la Epilepsia Mioclónica Progresiva, en la que se ve afectada la enzima que contrarresta a la ASM. Esta disfunción provoca una acumulación de ceramidas, un tipo de esfingolípido que puede ser tóxico para las células. Del mismo modo, niveles elevados de ASM podrían generar un efecto similar, lo que sugiere que estos lípidos podrían utilizarse como biomarcadores para evaluar la progresión de la enfermedad o la eficacia de los tratamientos.
Esta asociación entre AME y el metabolismo lipídico ya se había observado en otras enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer, el Parkinson, la Esclerosis Múltiple o la Esclerosis Lateral Amiotrófica, lo que refuerza la relevancia del hallazgo.
Este avance científico ha sido posible gracias al apoyo de entidades como GaliciAME, El Camino de Elena y la Fundación Atrofia Muscular Espinal (FundAME), que han financiado y respaldado el proyecto. Su implicación ha sido clave para profundizar en el conocimiento de la enfermedad y sentar las bases para el desarrollo de nuevas estrategias terapéuticas más accesibles y efectivas.
También te puede interesar
Lo último