La larga espera de una ley sin cumplir

Sembrando garbanzos. Así empezó Francisca Pérez a trabajar. Tenía seis años y vivía en Coripe. Hoy, sesenta años después y viuda, su trabajo es cuidar de tres de sus siete hijos, además de un nieto de 20 años. David padece un retraso mental y tiene una discapacidad del 35% por alteración de conducta; Juan Carlos abusa de las drogas y sufre trastorno de la personalidad, ansiedad y depresión; y José Luis tiene diagnosticado retraso mental, esquizofrenia paranoide, diabetes, hipercolesterolemia, problemas cardiacos y depresión. Con estos historiales, la diabetes de Francisca pasa desapercibida.

Sus problemas de salud y la inestabilidad de la situación familiar hacen que esta madre se sienta incapaz de cuidar de su hijo José Luis, de 42 años. Y, desde hace dos años, espera que la Junta de Andalucía tome cartas en el asunto y permita el ingreso del sevillano en un centro especializado. Una inactividad que el Comité René Cassin ha denunciado ante el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 6 de Sevilla.

En 2011, la Junta aprobó que esta familia recibiera la ayuda económica de la Ley de Dependencia. Francisca Pérez se convirtió, entonces, en la cuidadora oficial de José Luis, aunque, según sus representes legales, esta mujer sevillana "nunca llegó a recibir nada; era plena crisis".

Pero un año más tarde, en abril de 2012, los servicios sociales comunitarios del Polígono Sur, donde reside esta familia, determinaron "la necesidad" de ingresar a José Luis en una "casa hogar, debido a la sobrecarga de la figura de la cuidadora", según se puede leer en la demanda que presentó el abogado Alberto Revuelta en nombre de esta familia el pasado mes de junio.

A partir de este momento, "la trabajadora social del Ayuntamiento de Sevilla realiza los trámites necesarios para el ingreso del sevillano en Faisem, fundación propuesta por la propia Junta de Andalucía", relatan fuentes cercanas al Comité René Cassin, que practica la abogacía probono en zonas como la Tres Mil Viviendas y San Jerónimo.

Pero, según explica la madre del paciente a sus asesores jurídicos, Faisem denegó el ingreso de José Luis por padecer éste "otros problemas de salud que no podían ser tratados en este centro". Los abogados de Francisca Pérez denuncian la inexistencia de un documento que refleje este argumento.

Los miembros del Comité René Cassin también admiten haber intentado contactar en numerosas ocasiones, vía telefónica y por correo electrónico, con la fundación pública sin éxito.

Faisem, por su parte, asegura que "no ha rechazado ni ha negado plaza alguna": "La propuesta de los servicios sociales municipales fue desestimada por la Comisión de Salud de Trastorno Mental del Virgen de Rocío, que estableció que el diagnóstico principal de este señor es de retraso mental ( discapacidad intelectual)", un colectivo distinto al que tratan en Faisem, responde un portavoz de la entidad. "La discapacidad intelectual se atiende en otra red de centros públicos y concertados", mientras que a Faisem son derivados los pacientes con trastorno mental grave, según aclaran desde la entidad.

Según los datos facilitados por la propia entidad, Faisem atiende actualmente en Sevilla a 412 personas con trastorno mental grave en programas residenciales; 481, en los servicios de orientación y apoyo al empleo; 251 tienen un empleo en empresas sociales; 570 en programas de día y 215 en clubes sociales.

El equipo jurídico del Comité René Cassin encargado del caso denuncia el retraso en la resolución de expedientes relacionados con la Ley de Dependencia por parte de la Administración pública. "Existe una ausencia y vacío de actividad por parte de las instituciones. No tienen recursos humanos suficientes", apunta. "La gestión de los trámites por parte de los servicios sociales está paralizada y los casos sólo se resuelven a raíz de los recursos que presentan las propias familias". Por todo ello, en nombre de su representante, el abogado Alberto Revuelta denuncia a la Junta de Andalucía por inactividad. "Lo único que pedimos es que la Junta le asigne a José Luis una plaza en un centro que se adapte a sus necesidades. Ya sea Faisem u otra", apuntan desde el Comité René Cassin.

Francisca Pérez lleva dos años esperando una solución. Los últimos cuatro meses, su hijo ha estado ingresado en el Hospital San Juan de Dios, pero ya vuelve a estar en casa. La mujer dice sentirse nerviosa, desamparada y, sobre todo, asustada, porque en casa tiene que hacer frente a otros dos hijos, a sus trastornos de personalidad, la discapacidad de uno de ellos y las secuelas de la adicción de otro.