Al ritmo del latido del corazón, medio centenar de enfermos renales reivindicaron ayer medidas de prevención para evitar en la población general el grave problema de salud que sufren y que los condena a una máquina de diálisis. A través de un pasacalles, que discurrió entre la Campana y la Plaza Nueva, los afectados por la insuficiencia renal trataron de hacer visible su dolencia y el grave daño que provoca en un órgano vital, el corazón.

Las personas con enfermedad renal crónica presentan doble riesgo de sufrir una cardiopatía isquémica letal. "Protege tus riñones, salva tu corazón" es el lema que ayer portaron por el centro de la ciudad los afectados por la insuficiencia renal, unidos en la Federación Andaluza de Asociaciones para la Lucha contra las Enfermedades Renales (Alcer). Entre ellos, la presidenta de esta entidad sin ánimo de lucro, Elena Troncoso, de 29 años, lanzó un mensaje a los jóvenes para que lleven una vida sana "sin sustancias tóxicas ni drogas, que controlen el colesterol, moderen el alcohol, lleven una dieta equilibrada, y que no fumen", como mejor garantía para preservar la salud. Esta joven comenzó su lucha contra la enfermedad renal a los 19 años. "Mi vida cambió radicalmente por los continuos ingresos hospitalarios", recuerda la presidenta de Alcer.

El impacto de este problema de salud se produce a todos los niveles: psicológico, laboral, social y, en las mujeres, además supone un grave riesgo a la hora de plantearse la maternidad. Bien lo sabe otra joven sevillana, Sara Carvajal, de 33 años, que comenzó a empeorar de su problema en el riñón tras su embarazo, hace seis años. Pese al riesgo de ser madre, esta mujer no dudó en tener a su hija. Desde junio del año pasado, Sara tiene que conectarse a una máquina durante siete horas que hace las funciones de sus riñones enfermos. El sueño de Sara es recibir la llamada para un trasplante de riñón. "Estoy en lista de espera, pero la llamada no llega nunca", dice con una mezcla de esperanza y de incertidumbre. El trasplante de un riñón es la única alternativa terapéutica que le permitiría curarse. Es por ello, que Sara aprovechó para animar a la donación de órganos. "Perder a un ser querido es lo más horroroso que nos puede ocurrir pero en ese momento hay que recordar a las familias que tienen hijos y a las que pueden dar una oportunidad y devolverles la sonrisa".

Por cada paciente en tratamiento renal sustitutivo -diálisis y trasplante- existen cien casos de enfermedad renal crónica, advirtió ayer Alcer. Ante el descenso registrado en la donación de órganos debido, entre otros motivo a la reducción de las muertes en accidente de tráfico, la Organización Nacional de Trasplantes apuesta cada vez más por el trasplante de donante vivo y en la donación cruzada, dos opciones posibles gracias a la generosidad de un ser querido que cede un riñón al enfermo.

El presidente de Alcer-Giralda, José Soto, nunca olvidará una fecha: el 1 de octubre de 2003, cuando una donación le permitió superar su problema en los riñones. "Desde entonces celebro dos veces mi cumpleaños", explicó. El portavoz de la asociación sevillana advirtió que "aquéllos que sufren hipertensión y diabetes no deben bajar la guardia". En la mayoría de los casos, la enfermedad renal crónica es asintomática y da la cara en estadio muy avanzado.

La detección precoz de las enfermedades renales, a través de análisis periódicos, es una de las mejores armas para luchar más eficazmente contra este problema, de ahí el importante papel que tienen los médicos de familia en la Atención Primaria. "El control de patologías como la diabetes o la hipertensión es fundamental para evitar el daño en órganos diana, como son los riñones", añadió ayer la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia.