Sevilla

Las mafias del hachís del Campo de Gibraltar amplían a Sevilla su radio de acción

  • La directora general de la Guardia Civil visita el centro neurálgico de las operaciones contra el tráfico de drogas, ubicado en el cuartel de Eritaña

  • El trabajo de los investigadores se centra ahora en la lucha contra el blanqueo de capitales

Operación de la Guardia Civil contra el narcotráfico.

Las mafias del hachís del Campo de Gibraltar han ampliado a la provincia de Sevilla su radio de acción. Lo han hecho a través del río Guadalquivir, que es una vía de entrada de la droga procedente del norte de África utilizada con mucha frecuencia, pero casi siempre había sido explotada por clanes de Sanlúcar de Barrameda y de otros pueblos próximos al Guadalquivir. En los últimos tiempos, con la mayor presión policial, en especial de la Guardia Civil, sobre las organizaciones que dominan las costas de Algeciras y La Línea, el río Guadalquivir y su entorno se está convirtiendo en una vía alternativa para estas mafias.

Así lo destacó este miércoles la directora general de la Guardia Civil, María Gámez, durante una visita al acuartelamiento de Eritaña, junto al Parque de María Luisa, en Sevilla, sede de la IV Zona de la Guardia Civil y desde donde se coordinan todas las operaciones antidroga que el instituto armado desarrolla en Andalucía. Gámez estuvo acompañada por el general jefe de la IV Zona, Alfonso Rodríguez Castillo, y por el teniente coronel jefe del Centro Regional de Análisis e Inteligencia contra el Narcotráfico (Crain).

Desde el año 2018, la Guardia Civil tiene desplegada la operación Carteya, con la que desarrolla la instrucción del Ministerio del Interior para la lucha contra el narcotráfico, dictada a raíz de una serie de episodios que indicaban que las mafias del Campo de Gibraltar tenían cada vez más poder y estaban empezando a desafiar al Estado.

La directora general de la Guardia Civil, María Gámez, en Eritaña, con el general Alfonso Rodríguez Castillo. La directora general de la Guardia Civil, María Gámez, en Eritaña, con el general Alfonso Rodríguez Castillo.

La directora general de la Guardia Civil, María Gámez, en Eritaña, con el general Alfonso Rodríguez Castillo. / José Ángel García

La directora general explicó que las organizaciones dedicadas al tráfico de drogas están “cambiando sus modus operandi” a raíz de la intensificación de la lucha contra ellas, y esto ha provocado también que varíen sus zonas de actuación. Gámez expuso que la Guardia Civil ha ampliado la operación Carteia a toda la costa andaluza, y el río Guadalquivir forma parte de ella. Así, son varias las organizaciones desmanteladas que utilizaban las aguas del Guadalquivir para introducir hachís a través de narcolanchas, al igual que se han detectado alijos de hachís que controlaban las mafias del Estrecho en la costa de Huelva.

Son lugares bastante alejados de su área de influencia, a los que los narcotraficantes recurren para tratar de burlar la presión policial sobre las zonas más calientes. En la provincia de Sevilla, por ejemplo, la Guardia Civil ha llegado a encontrar narcolanchas guardadas en naves industriales de Pilas, Salteras o Utrera, en puntos muy retirados del río.

La directora general hizo un balance del plan contra el narcotráfico en los últimos años. Desde el verano de 2018 se han desarrollado 2.621 operaciones antidroga explotadas por la Guardia Civil, de las que 753 fueron por blanqueo de capitales. En estos casi tres años han sido detenidas 5.553 personas y se han intervenido 268 toneladas de droga. Se han incautado bienes por un valor de casi cuarenta millones de euros. Entre ellos hay 1.133 vehículos y 404 embarcaciones, es decir, 1.537 medios de transporte.

Un momento de la visita de la directora general de la Guardia Civil. Un momento de la visita de la directora general de la Guardia Civil.

Un momento de la visita de la directora general de la Guardia Civil. / José Ángel García

“Como ven, son cifras muy concluyentes del enorme esfuerzo que realiza la Guardia Civil, y que está atacando también el corazón de las organizaciones criminales”, expuso Gámez, que anunció precisamente que las investigaciones se centran ahora en atacar la infraestructura económica de las mafias y la forma de lavar dinero que éstas tienen.

De hecho, al término de su visita a la sede de la IV Zona de la Guardia Civil, la directora ofreció detalles de una operación contra el blanqueo de capitales por parte de una de las organizaciones del Campo de Gibraltar, que se desarrolló desde primera hora de la mañana de ayer. Se trata de la operación Lodos, llamada así porque es la continuación de otra investigación llamada Barros, en la que desarticuló el clan del Potito, una de las organizaciones más fuertes que operan en el Estrecho importando hachís.

Ahora, este operativo se ha centrado en el asunto económico, quizás la parte más difícil para los investigadores y menos vistosa para la prensa, pero en la que la Guardia Civil quiere centra ahora el foco. “De nada sirve que les intervengamos una embarcación si tienen capacidad para comprar otra”, dijo Gámez.

A través del Órgano de Coordinación contra el Narcotráfico (OCON-SUR), la Guardia Civil ha desarticulado seis grupos criminales dedicados al blanqueo de capitales y liderados por presuntos narcotraficantes afincados en la zona de la Bahía de Cádiz y el Campo de Gibraltar. Se han efectuado quince registros en las localidades de Algeciras, La Línea de la Concepción, San Roque y Chiclana de la Frontera.

En total han sido detenidas 106 personas, de las que once fueron arrestadas en la última fase de la operación y son consideradas hombres de paja o testaferros utilizados para blanquear el dinero obtenido con la venta de estupefacientes. Se han intervenido 150.000 euros en efectivo, una pistola y abundante documentación.

El Potito y y su lugarteniente tenían dos personas de su máxima confianza que se encargaban de ejecutar sus órdenes y gestionaban de manera directa las labores logísticas de abastecimiento de las embarcaciones utilizadas supuestamente para el traslado de la droga. Además, servían de nexo de unión de los miembros de la organización afincados en Chiclana y de los del Campo de Gibraltar.

A raíz de estas diligencias, se ha realizado una exhaustiva investigación patrimonial en la que los agentes han detectado que los cabecillas de la organización usaban a personas de su entorno para titularizar bienes – tanto muebles como inmuebles– que habrían conformado un patrimonio total de 2,5 millones de euros, que ha conseguido bloquearse ahora con la operación Lodos. El dinero blanqueado habría servido para la adquisición de nueve chalets, un adosado, tres pisos, un garaje y distintos vehículos de gama alta.

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