"La Policía nunca hace nada. Pasa, nos mira y sigue adelante". Esta afirmación la hace Víctor, un joven sevillano que suele hacer botellona cada fin de semana en la isla de la Cartuja. Una zona de la ciudad que, sobre todo en verano, se ve invadida por cientos de jóvenes que acuden, sin prohibición de ningún tipo, a beber alcohol alrededor de las diferentes discotecas que hay en la Cartuja.

El pasado fin de semana sólo estuvieron operativos en Sevilla 156 policías locales, lo que supone la pérdida del 50,7% de los efectivos para el fin de semana respecto al mismo periodo del año pasado, cuando hubo 317 agentes. Esta situación, que ha llevado a la Policía a dejar de montar los controles contra la botellona, se da por la falta de consignación en los presupuestos para hacer frente al pago de las horas extraordinarias que tienen derecho a cobrar los agentes los fines de semana.

Sin embargo, muchos de los jóvenes que acuden a la isla de la Cartuja para beber los fines de semana afirman que hace varios años que la Policía Local no multa en esta zona. Aseguran que la única intervención que ha realizado este cuerpo de seguridad en los últimos meses ha sido "echarlos" de la explanada que hay frente a la gasolinera de Torneo para, seguidamente, permitirles que sigan bebiendo en el Paseo del Rey Juan Carlos I, junto a la orilla de la dársena del río Guadalquivir. En este espacio se concentra un gran número de personas que más tarde acuden a discotecas como Priscilla, junto a la estación de autobuses de Plaza de Armas, o bares de copas de la Avenida Torneo o del entorno de la Alameda.

En la isla de la Cartuja hay más zonas donde la botellona se tolera por parte de los cuerpos de seguridad locales. Una de estos lugares se encuentra en los aparcamientos que hay en la calle Camino de los Descubrimientos, junto a la Pasarela de la Cartuja. Los fines de semana también se reúnen multitud de jóvenes en torno a la puerta principal del parque temático Isla Mágica, donde se encuentran las discotecas Ritual, Antique y Dancetería.

A lo largo de las calles Matemáticos Rey Pastor y Castro y José de Gálvez se concentran diversos focos de botellona los fines de semana pero también algunos días entre semana. En torno a la discoteca Emporio, situada junto a la esfera bioclimática de la Cartuja, en la calle Marie Curie, se reúnen también muchos jóvenes para consumir alcohol. Los jóvenes afirman que beben en la Cartuja porque es allí donde hay un mayor número de discotecas juntas y porque la Policía Local nunca les multa, a pesar de realizar una práctica considerada ilegal desde finales de 2006.

A pesar de esto, la isla de la Cartuja no es el único lugar al que los jóvenes acuden para hacer botellona. El Polígono Calonge, el recinto ferial, la Avenida de la Palmera, o el Paseo de las Delicias son algunas de las zonas de la ciudad donde se pueden ver botellonas algunos fines de semana, aunque "no tan toleradas" como en la Cartuja. Algunos vecinos denunciaron el pasado fin de semana el aumento de este fenómeno en diferentes zonas de Sevilla, algo que se debe a que el servicio especial para combatir la movida es uno de los que se ha visto suprimido por la decisión de la práctica totalidad de la plantilla de la Policía Local de no realizar horas extras, aunque por parte del Ayuntamiento se asegura que la Policía Local "dispone de efectivos dedicados al fenómeno de la botellona desde la noche de los viernes, que actúan en los focos donde se producen y atienden, además, las quejas ciudadanas procedentes del teléfono de Emergencias 112".

La Asociación de Terrazas, Bares y Discotecas de Andalucía (Tebadis), considera que "la botellona es algo inevitable". Su presidente, Alfonso Maceda, afirma estar en contra de la botellona. "No es bueno para los negocios ni para los jóvenes, los cuales no deberían tener la necesidad de tomarse tantas copas para pasárselo bien", declara Alfonso, a cuya asociación están adscritas algunas discotecas situadas en la Isla de la Cartuja como Antique, Emporio o Ritual.

"Entiendo que los jóvenes hagan botellona en la isla de la Cartuja porque allí no hay vecinos, pero no podemos olvidar que se trata de una práctica ilegal", dice Maceda, quien asegura que su asociación ha denunciado botellonas en zonas de Tablada, "porque había coches-discoteca y grupos muy violentos". En estos casos, asegura el presidente, la Policía sí actuó eficazmente.

Sin embargo, las discotecas situadas en la Cartuja insisten en que los agentes municipales llevan mucho tiempo sin poner una multa a los jóvenes que beben en aquella zona. El hecho de ser una zona de la ciudad sin viviendas próximas ha convertido la Cartuja en una especie de botellódromo improvisado.