Día Europeo Contra las Agresiones a Médicos y Profesionales Sanitarios

Los agresores se ceban con las médicas de los centros de salud en Sevilla

Balance de las agresiones a los médicos andaluces en 2023

El Colegio de Médicos de Sevilla (RICOMS) recibió 18 comunicaciones de agresiones físicas y verbales en 2023. Suponen dos más que las registradas el año anterior, un 10% más, y representan al 13,9% de las 129 comunicadas en toda la comunidad autónoma. Por otro lado, son más del doble de las siete que se comunicaron en 2016 y casi la mitad de las 32 denunciadas en 2019, años en las que se comunicaron las cifra más baja y la más alta desde que la Organización Médica Colegial (OMC) comenzó a medir la estadística, en 2010. La variabilidad refleja que las cifras están lejos de representar la realidad y visualiza una problemática "más habitual" de lo que apuntan esos números, dado que "no se denuncia en todos los casos".

Así lo han puesto de manifiesto este lunes el presidente del Consejo Andaluz de Colegios de Médicos, el doctor Jorge Fernández Parra, y el doctor Gaspar Garrote, coordinador contra las agresiones al personal médico del CACM, en una rueda de prensa en Sevilla con motivo del Día Europeo Contra las Agresiones a Médicos y Profesionales Sanitarios, que se celebra este martes, 12 de marzo.

La cifra es "la punta del iceberg" ya que muchos médicos "conviven a diario con insultos y amenazas y no las denuncian", ha planteado el órgano representante de todos los médicos andaluces. "Sensibilizar sobre este problema es muy importante porque afecta a los profesionales, pero también a los pacientes. Los datos que hoy mostramos son insuficientes y no valorables porque cuando son agresiones físicas sí se recogen y se comunican, pero a diario se sufren amenazas e insultos que no deben ser aceptados y que ante una falta concienciación en el colectivo sobre la importancia de su comunicación, pese a las campañas y llamamientos que hacemos desde los Colegios de profesionales", ha planteado Fernández Parra. "Muchas veces el profesional quiere olvidarlo y descansar, por eso no denuncia", ha añadido. Garrote, por su parte, ha apuntado al respecto que "hay casos, sobre todo en centros de salud de pequeñas localidades, en que el médico no se atreve a denunciar a su agresor por miedo a represalias porque suele coincidir con él en la calle" y que "algunos tienen que salir por la puerta de atrás de sus centros y eso no se puede consentir".

Mujer joven y en Atención Primaria

La mayor parte de las agresiones en Sevilla son amenazas y coacciones (70%), seguidas por insultos (40%) y por lesiones (16%). El perfil más frecuente de la agresión es una que se produce a una médica de atención primaria en la sanidad pública (67% de los casos), de una edad igual o inferior a los 35 años, por parte de un hombre de entre 46 y 55 años que no tenía una cita programada y que reacciona de forma violenta por discrepancias por la atención recibida. Por su parte, la mayor parte de las agresiones no tienen como resultado la baja laboral del médico y la mayoría son denunciadas a las autoridades (ya sea a los tribunales, policía, o Guardia Civil).

Dentro de las causas asistenciales, después de la atención médica, se sitúan el conflicto médico paciente por no recetar el primero lo propuesto por segundo y el tiempo en ser atendido. Igualmente, destaca que, con una amplia diferencia, las agresiones tienen lugar en consultas presenciales, y que hay un alto porcentaje de agresiones que no protagoniza el paciente sino su acompañante.

Con todo, según han recalcado en la rueda de prensa no hay un perfil tipo del agresor. "Desgraciadamente, tiene tipología de cualquier edad. Lo mismo el paciente, que el acompañante del paciente. No hay un tipo de base, agreden personas con 60 años y con 25", han detallado.

Para el presidente del Colegio de Médicos de Sevilla, Alfonso Carmona, es vital "reconocer y apoyar a los profesionales del sistema sanitario público y privado de Sevilla y Andalucía". "Procurando la protección y el respeto que le son debido en el ejercicio de las funciones y responsabilidades, con el fin de conseguir una adecuada convivencia para promover la mejor asistencia sanitaria", ha apostillado.

Carmona ha destacado, igualmente, la existencia de un grupo de trabajo especializado en agresiones a personal sanitario, el cual hace un "seguimiento continuo y de control" de la persona agredida y "le orienta sobre los pasos que debe seguir para denunciar el caso". Además, según han informado fuentes del órgano colegial, se va a presentar un nuevo servicio al colegiado con el objetivo de agilizar el trámite de denuncia ante un caso de agresión al que podrá acceder directamente desde la página web del RICOMS.

Desde el CACM, por su parte, han incidido en que son datos son "muy indicativos" de cómo está la situación en toda la Comunidad Autónoma, pero han insistido en tener en consideración que no se trata de una estadística recopilada de forma científica, sino de las denuncias que han reportado por propia voluntad los médicos, por lo que puede haber algunas distorsiones con la situación real. Con esta premisa en cuenta, la distribución de las agresiones por provincias es muy desigual. Sirvan como ejemplo que, de las 129 agresiones comunicadas en toda la Comunidad Autónoma durante el año pasado, Sevilla, la provincia con más población y personal médico de Andalucía, ha registrado 18 ataques frente a los 39 y 25 en Málaga y Cádiz, respectivamente, ambas con menos profesionales sanitarios que Sevilla. "La explicación no es que se agreda menos en Sevilla sino que en Cádiz y Málaga se denuncian más las agresiones que se producen", han indicado los médicos en la rueda de prensa.

Formación para detectar y prevenir agresiones

Así, desde el órgano colegial andaluz han defendido que "las agresiones tienen una grave secuela psíquica sobre el profesional, que puede mermar su capacidad de ejercicio profesional y, por tanto, poner en riesgo la buena praxis". "Por eso los colegios de médicos estamos alerta, porque sabemos que la agresión no solo es en el momento en el que se produce, sino las secuelas psíquicas que genera en el profesional y eso también lo tenemos que combatir. En los colegios tenemos el Programa de Ayuda Integral al Médico Enfermo (PAIME), que también atiende a las secuelas de las agresiones con el objetivo de recuperar al paciente médico para un ejercicio profesional con una adecuada Praxis", ha dicho el doctor Garrote.

Asimismo, el CACM ha reiterado el compromiso de la corporación para seguir formando a los profesionales y ofrecerles herramientas para detectar y prevenir cualquier tipo de episodio violento y reivindicar nuevos recursos que eleven la seguridad de los profesionales en el ejercicio de su tarea asistencial. "Es importante hacer un llamamiento a que mis compañeros se formen adecuadamente en el manejo de las situaciones de hostilidad, porque si sabemos manejarlas, probablemente también podremos reducir el número de agresiones", ha concluido Gaspar Garrote.

En esta línea, el órgano colegial sevillano ha acogido este lunes una mesa de trabajo compuesta por los principales organismos implicados en este tema, con el objetivo de buscar soluciones de forma conjunta ante dicha situación. En este encuentro han estado presentes miembros de la Consejería de Salud y Consumo de la Junta de Andalucía; representante del Ministerio del Interior; miembros de la Organización Médica Colegial; portavoces de los diferentes Grupos Parlamentarios Andaluces; el Sindicato Médico Andaluz; el Colegio de Enfermería de Sevilla; y Colegios Profesionales de Médicos de Andalucía.

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