Sevilla

¿Qué supone que Sevilla entre en alerta por sequía?

La falta de agua es evidente en el pantano del Pintado  en Sevilla.

La falta de agua es evidente en el pantano del Pintado en Sevilla. / Juan Carlos Muñoz

La situación de las reservas hídricas de la provincia de Sevilla se encuentra actualmente en niveles que traen consigo la puesta en marcha de las medidas previstas para ahorrar y disminuir el consumo de agua.

Si continúa esta situación el mes que viene, las medidas previstas en los Planes de Emergencia para paliar los efectos de la sequía previstos por Emasesa concluirán con la entrada de Sevilla en situación de alerta por sequía.

¿En qué momento se entra en situación de alerta por sequía?

De acuerdo con los parámetros establecidos, el umbral de alerta se encuentra en los 268 hectómetros cúbicos de agua en las reservas hídricas de Sevilla. El siguiente nivel, considerado ya como emergencia, se alcanza cuando las reservas llegan a la marca de 221 hectómetros cúbicos.

Hasta los 324 hectómetros cúbicos, por otra parte, se considera situación de normalidad, si bien las existencias de agua entre esta marca y la mencionada de 268 hectómetros cúbicos se tipifica como situación de prealerta.

Según los últimos datos, actualizados cada martes, los embalses sevillanos se encuentran al 46%, con un volumen embalsado de 295,29 hm3, un 1,1% menos que la semana pasada.

Medidas establecidas en situación de alerta por sequía

La alerta por sequía no conllevaría restricciones de agua, sí supondría una intensificación del ahorro, en un 5 por ciento sobre el porcentaje fijado en la prealerta por sequía, penalizaciones por los excesos y activar iniciativas de intercambio de agua.

En virtud del plan previsto y en primer lugar, se aplican determinadas medidas en lo que la propia Confederación define como ámbito orgánico y de funcionamiento. Estas actuaciones incluyen actividades preparatorias y de planificación destinadas al control de la situación peligrosa de las reservas hídricas como campañas de ahorro de agua u operatividad de instalaciones de emergencia.

Otra vía de actuación es la actuación con efecto sobre la demanda de agua en la provincia, incluyendo iniciativas y programas impulsados por los propios organismos municipales en los que se incentive la reducción de consumo de recursos hídricos en los mismos municipios (relacionados con todo tipo de hábitos de consumo de agua, como riegos o el funcionamiento de fuentes de agua potable públicas), además de inversiones directamente destinadas a la limitación de pérdidas producidas por la situación de emergencia.

Con respecto a la administración de estos recursos hídricos, se busca ayudar a las empresas que explotan los mismos a cuidar su gasto en los máximos niveles que sean posibles, recomendando a dichas empresas que se adapten a los planes de la Oficina de Sequía, organismo que desarrolla su actividad en colaboración con la propia Emasesa, entre otras medidas.

Finalmente, se plantean paquetes de medidas legales que incluyen modificaciones tarifarias y fórmulas de ahorro para miembros de la Confederación que maximicen su reducción de consumo en los periodos más arduos de la escasez de recursos hídricos.

Mal año hidrológico en Sevilla

En el presente año hidrológico, que arrancó el 1 de octubre de 2021 y finaliza el 30 de septiembre de 2022, las aportaciones de agua a los embalses han sido de sólo 57 hm³, siendo el segundo peor registro de la última década.

Si se suman a los 115 hm³ del año 2020-2021 y los 175 hm³ del periodo 2019-2020, la conclusión es que, en el acumulado de los tres últimos años, el sistema ha recibido las mismas aportaciones de agua que durante la prolongada sequía del periodo 1991-1995.

Durante la primavera de 2022 llovió un 12 por ciento por encima de la media, mientras que los embalses españoles se encuentran, por esta misma fecha, 20 puntos porcentuales por debajo de la media de los últimos diez años.

Demasiado consumo en regadío

Ecologistas en Acción ha pedido reducir "sustancialmente" el "consumo excesivo" de agua orientado al regadío para solventar la sequía, y exige que esta medida se mantenga hasta que el nivel de los embalses se sitúe de nuevo dentro de la media de los últimos años.

En esta misma línea se ha manifestado el Secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, quien incide en que hay que "acomodar" el regadío a la disponibilidad hídrica en este escenario de cambio climático.

La sequía “obliga a poner en marcha mecanismos de restricción para otros usos económicos: desde el regadío, que es el que más agua utiliza en este país -por encima del 80 % de la totalidad de agua- hasta usos industriales, hidroeléctricos o turísticos”.

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