Movilización por el derribo de una gasolinera en Sevilla: "Nos quedamos en la ruina veinte familias"

Los empleados de la estación de servicio Alcosa recogen más de 4.000 firmas contra la demolición, prevista para este miércoles

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Los empleados de la gasolinera y su responsable, Jesús Martínez, el pasado viernes.
Los empleados de la gasolinera y su responsable, Jesús Martínez, el pasado viernes. / Juan Carlos Vázquez

Los responsables de la estación de servicio Alcosa afrontan con impotencia la demolición de la gasolinera, prevista para este miércoles 10 de diciembre. Una denuncia de la competencia por unos motivos técnicos derivó en un proceso judicial por el que se ha terminado anulando la licencia de obras, que tenía desde el año 2020, y por el que se declara que la empresa no tiene derecho alguno sobre los terrenos en los que se levanta las instalaciones. En las próximas horas, veinte familias se quedarán en el paro y lanzan un grito desesperado para dar a conocer su situación y tratar de alcanzar una solución in extremis.

"Hemos hecho lo posible para al menos poder defendernos, pero sólo podemos hacerlo después de demoler. Es algo que mueve la pura codicia, no hay ninguna necesidad de demolerla, nada que afecte al bien común ni hay un problema urbanístico", explica Jesús Martínez, responsable del negocio, que ha abierto estos días una cuenta de Instagram para denunciar la situación. Los afectados han iniciado una recogida de firmas, que ya lleva más de 4.000 rúbricas, y preparan una serie de movilizaciones para tratar de salvar su medio de vida.

"Es una injusticia, pues nos condenan sin habernos oído, sin haber podido defender la concesión de la licencia. No nos notificaron la sentencia. Tuvimos conocimiento de ella cuando ya era firme. En la Gerencia de Urbanismo hubo una serie de errores sucesivos que nos dejaron indefensos, a lo que se une la presión de un grupo económico que quiere dejar el mercado sin competidores", añade Jesús. "Pedimos que se respete la sentencia judicial, pero que se ejecute tramitando una nueva licencia, igual a la que nos fue concedida".

"La competencia solicitó a Urbanismo que, al no tener licencia de obras por ser ésta declarada nula, todo lo que habíamos hecho, que está 100% legalizado, ya no contaba, y solicitó el restablecimiento de la parcela a su estado original. Urbanismo le dio la razón, y la parte contraria pide a la juez que se lo ordenara a Urbanismo", detalla Jesús Martínez. El juzgado de lo Contencioso Administrativo número 9 es el que lleva el caso.

El gasolinero explica que las consecuencias a nivel personal, para su familia y la de sus socios, suponen la "ruina moral, económica y social completa". "Personalmente, yo estoy recibiendo tratamiento psicológico. Tengo que pasar por despedir a 20 personas, con sus hipotecas, sus casas... Romper este grupo, esta familia que se ha montado, me supone una carga emocional muy difícil de superar, sobre todo por algo que consideramos injusto".

Martínez asegura que el negocio se ha implicado mucho en la vida de esta zona. Se encuentra en la calle Ulpiano Blanco, en las inmediaciones de la barriada de Aeropuerto Viejo y muy cerca del Parque Alcosa. "Los vecinos de esta zona tuvieron luz el día del apagón, el 28 de abril de 2025, gracias a nosotros. Nos están muy agradecidos y somos nosotros los que ahora pedimos su ayuda".

La gasolinera ya estuvo cerrada durante once meses (justo antes del puente de diciembre de hace dos años) por una denuncia de la competencia. La empresa realizó las modificaciones oportunas para poder reabrir, algo que hizo el año pasado. "Cuando reabrimos, tenía solo siete euros en la cuenta", apunta el responsable de las instalaciones. Aquí tenía también su sede, en unas caracolas próximas a la gasolinera, la asociación Elite Taxi, que ha mostrado su apoyo y solidaridad a la gasolinera.

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