Sobre todo mucha calma
Días decisivos Consejos prácticos para superar la prueba de acceso a la Universidad
La relajación, la alimentación y la confianza en el trabajo realizado, claves para superar con éxito la Selectividad
Si es usted uno de esos 5.800 estudiantes que hoy comienzan en Sevilla el examen de Selectividad, hágale caso a los expertos y tómeselo con calma. Piense sobre todo que está ante una maría, una prueba que, en la convocatoria de junio, supera más del 90% de los examinados y que, en pocos casos, condiciona el acceso a la carrera deseada (exceptuando las relacionadas con las Ciencias de la Salud, que sólo admitirán al 65% de los solicitantes).
Para Eugenio Fedriani, coordinador de Acceso de la Universidad Pablo de Olavide y con una amplia experiencia en ese rito pre-estival que se conoce como Selectividad, no hay duda: el examen es pan comido. "Hay que considerar que el alumno tiene casi todo el trabajo hecho. Hoy en día, el Bachillerato se ha convertido en un sistema preparatorio de la Selectividad... otra cosa es que forme bien a los estudiantes", ironiza.
Todos los expertos coinciden en una premisa: ante todo mucha calma. Es un consejo fácil -sólo los que no han estudiado y no tienen nada que perder acuden relajados a la prueba- pero importante. "Sentirse preocupado es bueno, produce una razonable activación, puede optimizar el rendimiento... Pero hay que controlar los pensamientos negativos sobre nuestra capacidad y el resultado de la prueba, así como practicar técnicas de autocontrol", ha escrito Concepción Fernández, autora de varios libros de autoayuda para estudiantes.
En la página web http://calidad.umh.es/selectividad/selectividad se dan algunos consejos para desbloquear la mente en estos momentos de gran tensión, como "concentrarse en algún pensamiento que nos resulte muy agradable (un momento feliz ya vivido, el próximo viaje...)" o "despreocuparse del resultado y repetirse a uno mismo frases del tipo el resultado no depende de mí y lo que tenía que hacer ya lo he hecho y eso no se puede cambiar".
Si las técnicas psicológicas no funcionan se pueden combinar con las de relajación física: durante cinco o diez minutos respirar profundamente y mantener el aire unos cinco segundos. Después expulsarlo lentamente.
Según Eugenio Fedriani es importante también el descanso y la alimentación. "El alumno no debe darse un atracón de estudiar la noche anterior -afirma-. Lo que es válido para cualquier examen no lo es para la Selectividad, en la que en un día hay tres exámenes de hora y media cada uno. Hay que llegar con las horas de sueño cumplidas, despejado". También desayunado, "según el hábito que cada uno tenga. Es importante que uno no altere su rutina. Comer lo de siempre, no probar relajantes ni bebidas energéticas si no se tiene costumbre. Nunca sabemos cómo pueden afectar a nuestro organismo". Otros consejos: no dedicarse a hablar del examen antes de empezarlo y no llegar tarde a la prueba, "eso sólo aumentará tensión a un día ya de por sí tenso". Para ello es importante saber en qué medio de transporte se va a acudir al examen, calcular los minutos que se empleará en el trayecto y, sobre todo, salir con el tiempo holgado en previsión de cualquier contratiempo (atascos, retrasos en los horarios de autobuses, un pinchazo, etcétera).
Una vez sentado en la banca y con las preguntas por delante hay asegurarse que se entienden perfectamente las instrucciones del examen antes de empezar a escribir. Sobre todo contestar escuetamente a lo que se pregunta, sin enrollases (algo que puede llegar a fastidiar al corrector), centrarse primero en las que se saben con seguridad y pasar posteriormente a las que se tienen dudas.
"Hay que tener en cuenta que estamos ante una prueba de madurez más que de conocimiento. Lo que se pide es que el estudiante demuestre que comprende una pregunta y sabe darle una respuesta adecuada, usando los conceptos pertinentes y con capacidad de síntesis", insiste el coordinador de Acceso de la Pablo de Olavide.
Los expertos creen importante "tener cuidado con no dar la impresión de estar copiando. Hacer el propio trabajo y evita fijarse o ayudar a los demás. No preocuparse si hay personas que acaban antes. Tomarse el tiempo necesario para hacer el examen de forma adecuada. Si sobran minutos, repasar las preguntas para evitar posibles descuidos". Los consejos específicos para los tres tipos de exámenes (test, de desarrollo y de problemas) se pueden consultar en la páginas antes referida.
Por último hay que saber descomprimir después del examen, ya que son tres días maratonianos. Salir al exterior y dar un paseo después de cada prueba, intentar no comentar con los compañeros en qué se ha acertado y en qué se ha fallado (no siempre es de fiar y crea tensión). En el caso de que no se apruebe no considerarlo como un fracaso, sino como una llamada de atención. Siempre quedará la convocatoria de septiembre.
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