El nuevo Fibes se abre a Sevilla

No hubo placa conmemorativa. Ni cinta que cortar. Lo que sí hubo fue un largo paseo por los más de 47.689 metros cuadrados que conforman el nuevo Palacio de Congresos y Exposiciones que ayer visitó el alcalde de Sevilla, Afredo Sánchez Monteseirín, junto al director gerente de Fibes, Felipe Luis Maestro; el arquitecto del edificio, Guillermo Vázquez Consuegra; varios delegados municipales del Ayuntamiento y el candidato socialista, Juan Espadas, que acudió -según fue nombrado por Monteseirín- como senador. El recinto, en el que aún quedan dos meses de trabajo para su equipamiento, podrá ser visitado a partir del lunes por todos los sevillanos que lo deseen. El nuevo Fibes abre sus puertas a la ciudad, aun estando en obras.

En la agenda de esta semana no podía faltar Fibes. No era propiamente una inauguración, sólo una visita oficial, ya que el edificio no está concluido, a la espera de equiparlo con toda la maquinaria de luz y sonido necesaria para el gran auditorio que acogen sus instalaciones. La zona que ahora se encuentra ya prácticamente terminada es el ala de exposiciones en la que Monteseirín y Vázquez Consuegra pronunciaron sus discursos. Está dividida en tres alturas y durante estos días en los que permanecerá abierta a las visitas se desarrolla una muestra sobre la planificación y construcción del nuevo Palacio de Congresos. En sus paredes se proyecta una serie de imágenes en movimiento que también se reflejan en varios módulos instalados en el suelo (como muestra una de las fotografías). La utilización de focos y el juego con las luces y las sombras es una de las señas de identidad del edificio, tanto en esta sala como en la fachada delante de la cual discurre la rampa que caracteriza al conjunto diseñado por Vázquez Consuegra. Sobre dicha entrada se tiene previsto proyectar imágenes sobre los distintos congresos o exposiciones que allí se celebren.

Hasta ahí la zona acabada. Al resto del edificio -prácticamente dos tercios- todavía le quedan por delante dos meses de trabajo, aunque la construcción ya esté terminada. En la sala de restauración (prevista para caterings) aún quedan por colocar las luces y en la pasarela bajo la que discurre una calle y que sirve de nexo de unión entre la anterior sala y el auditorio todavía no se ha colocado la solería a la espera de que se introduzca el equipamiento.

El auditorio es, por ahora, el que más retraso tiene respecto al resto del edificio. Ayer aún se podían ver dos estructuras metálicas de andamios sobre sus gradas, en las que sólo había colocadas 16 de las 3.500 butacas de las que dispondrá, las justas para que las autoridades invitadas al acto pudieran tomar asiento y fotografiarse. También queda enmoquetar el suelo y, por supuesto, incorporar todos los aparatos de luz y sonido necesarios para que pueda comercializarse como uno de los espacios culturales de mayores dimensiones de Europa. De hecho, según informaron fuentes municipales, algunos tour operadores de congresos y espectáculos ya han visitado el recinto y se han llevado una buena impresión. Por otro lado, las obras de los 850 aparcamientos subterráneos también están acabadas, a falta de pintura y señalización.

Las visitas se organizarán hasta el próximo 9 de abril en horarios de mañana y tarde y contarán con un guía que explicará las características del edificio, cuyo presupuesto ha rozado los 80 millones de euros. Casi el 75% de este gasto lo ha asumido Emvisesa, la promotora de la obra.