José Manuel Rosado, padre del joven asesinado en Palomares: "Quiero ver la cara del asesino de mi hijo"

Los padres de la víctima creen que los miembros de la pandilla que rodearon a Jesús son tan culpables como los que lo apuñalaron y golpearon

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El padre del joven asesinado en Palomares: "A veces no me lo creo" / Antonio Pizarro

José Manuel Rosado ha decidido romper su silencio, tres años después del asesinato de su hijo. Jesús Rosado Jiménez, de 18 años, murió tras recibir dos puñaladas y varios golpes con una barra extensible, propinados por al menos dos miembros de una pandilla que lo asaltó cuando regresaba a su casa, en la urbanización La Mampela de Palomares del Río, la madrugada del 1 de noviembre de 2022. Hasta ahora quien había comparecido ante los medios había sido la madre de la víctima, María del Carmen Jiménez Cifuentes. El padre quiere hablar porque considera que la Justicia "no está haciendo un trabajo en condiciones" y asegura sentirse "muy engañado".

Al igual que en el caso de Marta del Castillo, el asesinato de Jesús Rosado Jiménez tendrá dos juicios. Ya se celebró contra Manuel C. M., alias el Cardo, que era menor de edad en el momento del crimen y que fue condenado a nueve años de internamiento en régimen cerrado por el asesinato y un robo con violencia. Falta otra vista contra un joven apodado el Kirro, que tenía 18 años en el momento de los hechos, pero la instrucción aún no ha terminado y el juicio no está todavía ni señalado. El Kirro está en prisión provisional desde marzo de 2023.

La entrevista se desarrolla en el local de la asociación Alma y Vida, una entidad que ayuda a las personas que han perdido a un hijo. Para José Manuel, Alma y Vida ha supuesto una gran ayuda. Tres años después del asesinato, el padre de la víctima sostiene que todavía hay momentos en que sigue sin creerse lo ocurrido. "Es una situación extraña. Incluso me parece incluso escuchar a mi hijo. Oigo un golpe en la puerta y pienso que es su forma de abrirla. A veces creo que estoy viviendo un mal sueño". Está inmerso en una batalla por tratar de implicar al resto de la pandilla que rodeó a su hijo. Para él, tan culpable es la persona que le cortó el paso o le intimidó de alguna forma como quien asestó las puñaladas, pero contra los jóvenes de la pandilla la Justicia no ha tomado ninguna medida. Sólo tres de ellos, además de los dos acusados del crimen, están considerados como testigos en los hechos.

La cara de Jesús, en la camiseta del padre.
La cara de Jesús, en la camiseta del padre. / Antonio Pizarro

"Considero que la Justicia no está haciendo un trabajo en condiciones. Tengo una batalla abierta. No puedo dejar que a mi hijo no se le haga Justicia. Suponiendo que consigamos que caigan las máximas penas, yo sé que no me va a valer. No va a compensarme la ausencia de Jesús, no va a llenar ese espacio vacío que tenemos. ¿Qué ocurre? Que toda esa situación me está tapando el poder terminar de vivir el duelo, o de darme realmente cuenta de lo que pasa. Tengo mucho miedo al día en que ya judicialmente no se pueda hacer más". Dice que siente la ausencia de su hijo cuando se mete en la cama, o cuando está solo, pero no cuando está arropado por otras personas o tiene en la cabeza alguna idea que investigar sobre el asesinato de Jesús. "Estoy bastante evadido".

"Hay cosas que me llaman enormemente la atención". Una de ellas es la existencia de un vídeo de circuito cerrado de una cámara de videovigilancia de una casa, que graba a su hijo, al que se escucha hablar. Este vídeo no fue tenido en cuenta por los investigadores de la Guardia Civil, según denuncia el padre de Jesús. "Fui a decírselo, les dije que era la voz de mi hijo y me dijeron que ellos no conocían la voz de mi hijo. No entendí la respuesta, ¿qué pasa entonces? ¿que sólo pueden investigar los asesinatos de las personas que conocen?". Para José Manuel, estas imágenes demostrarían que Jesús fue abordado por otras personas antes de que llegara el grupo en el que estaban los que lo mataron, a los que no les hubiera dado tiempo a alcanzar a la víctima. "Desde donde está esa cámara hasta la puerta de mi casa, hay 14 segundos andando a paso rápido, que era como andaba él".

Denuncia que se ha perdido una grabación y también un audio en el juzgado de Coria que lleva el caso. "Ahí está mi lucha. Desde el principio se acusa a dos y esto ya no se ha movido más. De hecho, el mayor se encerró cautelarmente en marzo de 2023, cinco meses después del asesinato". El padre del joven asesinado lamenta que los sospechosos entregaran sus teléfonos móviles manipulados. "La forma de llevar a la investigación les ha permitido a esta gente hasta manipular. No les requisaron los teléfonos. Uno lo entregó con un martillazo dado. Otro aportó un móvil nuevo, activado el 1 de diciembre, un mes después. Y la Guardia Civil lo recogió y lo investigaron, encima. Un teléfono que sabemos que no estuvo en la escena del crimen. El informe de los cinco teléfonos móviles de la pandilla es más pequeño que el que hicieron sólo del móvil de mi hijo".

José Manuel Rosado, padre de Jesús Rosado Jiménez, asesinado en Palomares del Río la noche de Halloween de 2023.
José Manuel Rosado, padre de Jesús Rosado Jiménez, asesinado en Palomares del Río la noche de Halloween de 2023. / Antonio Pizarro

"Hago una crítica a la investigación, que es lo que más indignado me tiene. Y me da mucho miedo de que esa indignación vaya más y me lleve a y me lleve a ser la persona que no soy. Demasiado bien me estoy comportando, con lo que estamos viviendo. Porque los asesinos son los culpables, pero me mata el sistema que tenemos creado. Me siento muy engañado. Por desgracia me he dado cuenta de que en los juzgados hay mucha gente que juega a ser político. Y aquí sólo se buscan estadísticas. Hay mucha desidia en los juzgados. También hay una falta de medios increíble y de personal. En Coria, desde que mataron Jesús, vamos por cinco jueces y al menos dos veces han cambiado ya todo el personal funcionario. Eso es un retraso a la hora de de trabajar".

El doble enjuiciamiento supone "volver a vivir otra vez lo mismo". "El juez de Menores, muy valientemente, criticó en su sentencia que hubiera dos juicios. Parece mentira que la familia tenga que pasar otra vez por el mismo dolor. Es duro, estás allí en una sala con una serie de personas que no conoces de nada, hablando cada uno de cómo creen que han matado a tu hijo, con una facilidad pasmosa y con cero empatía. Y eso hay que volver a vivirlo de nuevo. Por desgracia, tengo que decir que ojalá lo tenga que vivir siete veces más, porque significará que han acusado al resto del grupo".

Recientemente el hasta ahora único condenado por el crimen, el Cardo, fue excarcelado para acudir al funeral de su abuela, en un tanatorio de Coria del Río. José Manuel tuvo conocimiento de aquello y acudió al tanatorio aquella mañana, aunque no pudo ver al joven, que entró en un vehículo policial camuflado por el garaje del edificio. "Quiero verle la cara al asesino de mi hijo. Y tarde o temprano se la voy a ver. Estamos en un sistema garantista con los acusados. Se vela para que no se les vea la cara a ninguno de ellos. En cambio, mis hijos sí salen. Como también sale la dirección de mi casa, donde mataron a Jesús".

En este tiempo, ni los implicados ni ningún familiar de ellos ha contactado con él. "Al inicio del proceso, mi abogada me hizo llegar el pésame del padre del menor. Que lo sentía mucho pero que su hijo le había comentado que él no había sido. Cuando salió la sentencia, su abogado salió hablando diciendo que el menor había pedido perdón y que transmitía su arrepentimiento. Y eso es completamente falso. No ha transmitido nada, y menos a mí. No creo que haya ningún arrepentimiento, al contrario".

Los padres de Jesús Rosado Jiménez forman parte de un movimiento de personas que intentan cambiar la Ley del Menor. Son padres cuyos hijos han sido asesinados por menores, o en hechos en los que hay implicados de alguna forma menores de edad. "La vida de mi hijo vale nueve años de internamiento en un centro en régimen cerrado". Por el momento, la plataforma ha reunido unas ocho o diez familias de Andalucía y Cataluña, principalmente. "Estamos todos desamparados por esta ley. A mi familia la ha reventado por completo". José Manuel Rosado agradece el gesto del Ayuntamiento de Palomares de suspender las fiestas de Halloween en el municipio, por tercer año consecutivo. "Me parece un gesto bonito, que nos recuerda lo que ocurrió esa noche y nos recuerda a Jesús. Pero los culpables son los asesinos, nadie más, y los chavales tienen que disfrutar".

La madre: "Esa noche asesinaron también a una familia"

María del Carmen Jiménez Cifuentes, la madre de Jesús, se mostró igual de crítica con la Ley del Menor. "No puede salir tan barato matar a inocentes por el hecho de tener menos de 18 años. La Ley del Menor sigue igual que hace muchísimos años. Es una ley retrógrada", indicó, en una entrevista con este periódico en el jardín de su casa de Palomares, para a continuación exponer que las penas deben ser más duras para delitos tran graves como los asesinatos o las violaciones.

María del Carmen Jiménez, madre del joven asesinado en Palomares: "Para mí no pasa el tiempo" / Antonio Pizarro

"La vida no tiene precio, no se puede indemnizar. Pero estas condenas tan laxas... 18 años de vida, de ilusiones, de juegos, de proyectos, de verlo crecer y te lo arrancan de esa manera en tres minutos y medio. Yo estoy muerta en vida. Y su padre también. Esa noche no sólo mataron a Jesús, asesinaron también a su familia. Nosotros tenemos que seguir aquí y es muy duro seguir aquí estando muerta en vida".

Comparte con el padre la lucha por tratar de sentar en el banquillo de los acusados a los jóvenes de la pandilla, que ella asegura que estaba compuesta por siete personas, porque así lo vio su otro hijo antes del crimen. "En la autopsia de Jesús lo dice, que al menos dos personas participaron. A Jesús le dieron tal paliza, tenía tal cantidad de golpes, no solamente con el arma blanca y con esa barra de hierro, sino con manos y pies, que yo pongo en duda que otras tres personas estuvieran simplemente de mirones". Igualmente, podría imputárseles una omisión del deber de socorro "o esa premeditación con la que iban". "Salieron de cacería y así lo dijo el menor, que tenía ganas de sangre, y la encontró", explica, y lamenta que a uno de los investigados se le permitiese declarar como testigo desde Mallorca.

También son comunes las críticas hacia la lentitud de la instrucción en los juzgados de Coria del Río. "La Justicia, en la cual seguimos confiando, no está respondiendo como desde un principio esperábamos. Han pasado cinco jueces hasta ahora por Coria. Yo no le echo la culpa a los funcionarios ni a los propios jueces. Es la administración la que realmente no está manejando bien el tema judicial a la hora de de proveer de efectivos y de recursos para que este tipo de casos en concreto tuvieran agilidad".

María del Carmen Jiménez Cifuentes, en su casa de Palomares.
María del Carmen Jiménez Cifuentes, en su casa de Palomares. / Juan Carlos Muñoz

A María del Carmen tampoco el tiempo transcurrido desde el crimen la ayuda demasiado a superar la tragedia. "Yo sigo igual. Sigo en ese mismo punto de partida. Esta noche, a las 3:30 va a hacer 3 años que despedí a mi hijo con un hasta luego. Y no hubo un después. Es verdad que está pasando el tiempo, pero para mí no. Ni creo que para la familia de Jesús. Sus hermanos siguen muy presentes en cualquier suceso o acontecimiento que se hace en relación a a Jesús. Y su padre igual. Al igual que los demás familiares y nuestras amistades. Abro la puerta de mi casa a todas las personas que quieren venir, como el primer día. Pero cada día estoy más cansada, porque mi mochila pesa. Y con el paso del tiempo, pesa cada vez más".

Dice que le inquieta mucho el juicio al mayor de edad, sobre todo porque será con un jurado popular. "Me inquieta y me asusta, no sé hasta qué punto la sociedad es consciente todavía del daño que cometieron estos jóvenes. Tampoco entiendo por qué no ha habido una reconstrucción de los hechos, ni por qué no nos admiten las pruebas que se mandaron a analizar. Nos dicen que no es necesario. Y es como un libro cerrado, ¿para qué está abierta la instrucción entonces, si las pruebas no están, o no responden o nos las desestiman?"-

"No tengo nada de Jesús, ni su cadenita, ni su teléfono móvil. Está todo metido en una caja a la espera del juicio". En este tiempo nadie de aquella pandilla se ha puesto en contacto con ella. "Yo como madre, seguramente de alguna forma lo habría intentado, si no directamente, a través de alguien". Agradece también el gesto del Ayuntamiento de Palomares, del que "no esperaba menos, ni de la corporación municipal, ni del pueblo en general, que nos ha arropado desde el minuto uno y sigue haciéndolo".

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