De palacio a hotel al tercer intento

La familia Solís rehabilita el palacio del Conde de Torrejón y se hace cargo del proyecto hotelero presentado en 2009 Las obras comenzarán en septiembre y durarán entre 12 y 14 meses

De palacio a hotel al tercer intento
De palacio a hotel al tercer intento
Cristina Díaz, Sevilla

29 de agosto 2014 - 05:03

Cinco años después de la presentación del proyecto, las obras que convertirán al palacio del Conde de Torrejón en un hotel de cuatro estrellas ya tienen fecha de inicio: septiembre. Así lo confirma la familia Solís, natural de Sevilla y propietaria del inmueble situado en la calle Conde de Torrejón, muy cerca de la Alameda de Hércules. Serán los propios Solís los que se encarguen de explotar el negocio a través de la cadena One Shot Hotels, de la que son socios.

La constructora Oproler ejecutará las obras, con un presupuesto en torno a los seis millones de euros. Éstas afectarán tanto al palacio, ubicado en el número 9 de la calle Conde de Torrejón, como a los edificios auxiliares de los portales 3, 5 y 7 de la misma vía; y los números 4, 6 y 8 de la calle Quintana. "Las obras se prolongarán de 12 a 14 meses. El objetivo es que el hotel esté abierto para las navidades de 2015", confirma Enrique Solís, socio y portavoz de One Shot Hotels.

El proyecto hotelero se conoció en 2009 de la mano de la empresa catalana Hoteles Sigser. Tras cambiar de mano, la Gerencia de Urbanismo concedió la licencia de obras para la rehabilitación de la casa señorial en mayo de 2010 a HS Alameda Sevilla, empresa hoy extinguida. Por diferentes motivos, principalmente económicos, el proyecto no consiguió salir adelante. "Mi familia es la titular del edificio y, por otro lado, queríamos extender la marca One Shot Hotels fuera de Madrid, donde la cadena ya tiene dos hoteles. Por ambas razones, hace dos años decidimos hacernos nosotros mismos cargo del proyecto", apunta Enrique Solís, que asegura que la intención de la familia sevillana es abrir en 2015 otros dos hoteles, uno en Barcelona y otro en Londres.

El conjunto barroco, hoy en una situación de evidente deterioro y abandono, albergará un total de 70 habitaciones, ocho de ellas suites, además de un restaurante, bar, salones públicos y una terraza arriba del hotel con piscina. Todo el conjunto tiene una superficie de casi 4.500 metros cuadrados.

Enrique Solís contempla la conservación de las puertas, galerías, suelos y techos, de un alto valor patrimonial. El inmueble, que se estima data de los siglos XV o XVI, posee una protección patrimonial de tipo B. Mientras que el grado A está reservado al Alcázar y a la Catedral, en los edificios de esta segunda categoría se permiten sólo obras menores (cambio de tabiquería) y de conservación, aunque sí se autoriza el cambio de uso, como en el caso del Palacio del Conde de Torrejón, que pasa a ser hostelero. En esta línea, la Consejería de Cultura exige las máximas garantías de conservación y hace especial hincapié en que se mantenga la identidad e integridad de cada uno de los artesonados de la primera planta.

Por su parte, el nivel de protección C se destina a edificios de tipología típicamente sevillana, como los corrales de vecinos y casas patio. En estos casos sólo se requiere la conservación de la fachada y los elementos definitorios del inmueble, como huecos de patios, escaleras y azulejos.

El Palacio del Conde de Torrejón se convertirá así a partir de finales de 2015 en una nueva alternativa hotelera en el centro de la ciudad, con habitaciones a partir de 80 euros por noche. "El estilo bohemio y artístico de la Alameda de Hércules casa perfectamente con el carácter de los establecimientos de One Shot Hotels", apunta el socio de la empresa. "Se trata de una zona que ha mejorado mucho en los últimos años, con numerosas galerías de arte y locales de restauración".

La marca hotelera quiere introducir en su nuevo establecimiento de Sevilla el vínculo que mantiene con el arte y los artistas contemporáneos ya en Madrid: "Vamos a fusionar el estilo del siglo XVIII con las firmas vanguardistas del XXI". De este modo, la decoración del hotel se basará en obras de arte y exposiciones que cambiarán con frecuencia. "Esta es una de las marcas más características de nuestros hoteles", comenta Solís. "Atraemos a clientes que buscan espacios únicos, diferentes, cansados de los hoteles generalistas y sensibilizados con el arte". De forma paralela, la familia Solís y One Shot Hotels tienen como objetivo próximo la creación de una fundación para becar e impulsar a jóvenes artistas.

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