La pinacoteca de Nervión

RICARDO Cadenas es un pintor sevillano que vive a trescientos metros del Santiago Bernabeu. Es sevillista "por razones estéticas". Por su padre y por Pepe Luis Vázquez. Al torero, vecino de Nervión y pareja de frontón de Juan Arza, lo retrató Cadenas en un movimiento que fue cartel de la Maestranza. "No he pisado un campo de fútbol en mi vida y voy a cumplir 51 años". De hecho, a la hora del partido, Cadenas estará dando clases de Dibujo en la Facultad de Bellas Artes de Cuenca, edificio Antonio Saura, donde ejerce desde hace 25 años.

A Fausto Velázquez, pintor y galerista, le gusta la campaña Pinturas de guerra. "Es muy plástica". Es sevillista por familia y verá el partido en su casa-galería, vecina de la tienda que el Sevilla Fútbol Club tiene en la calle Francos. "Sólo he ido una vez en mi vida al campo del Sevilla. Era un Sevilla-Madrid. El Madrid de DiStéfano y Gento. Perdimos 0-5. El último gol me lo perdí, fui con mi hermano Paco y nos marchamos antes del final porque ese día coronaban a la Macarena".

Sea cual sea el resultado de este primer envite de las semifinales de Copa, Antonio Badía, pintor sevillista, nunca olvidará el día de hoy: horas antes del choque le sacaban una muela. Recuerda su última visita al Bernabéu. "Vi un Real Madrid-Español. Antes que al Bernabéu fui al Prado. Y antes todavía a Picardías, una casa de comidas a la que me llevó Morente".

Moisés Moreno, pintor, director varios años de la Escuela Taller Plaza de España, es madridista por su padre y sevillista por su suegro. El padre de Salomé del Campo, su mujer, es Santiago del Campo, que en su estudio de la calle Betis, antes de irse al Aljarafe (fue vecino de Dani Alves), fue diseñando las piezas del mosaico que preside la entrada al estadio. "Participaron todos sus hijos menos Diana, la actriz, que estaba en Madrid", recuerda Moisés. Pintaron los saxofonistas Aquiles y Gautama del Campo. "Yo pinté varios escudos, entre ellos los del Madrid y del Arsenal, que tiene un cañón en el escudo y lleva un rojo italiano que le gusta mucho a los pintores".

En Gol Sur, donde la afición espera que Iker Casillas encaje goles sureños, el mural de Ahmed ben Yessef, sevillista de Tetuán. Un equipo muy pictórico. "Los estudiantes de Bellas Artes estábamos más tiesos que una vela", cuenta Moisés, "y nos metía en el campo Fernando Montes, el hijo de Montes Cabeza. El Sevilla de Bertoni".

Cadenas es sevillista por estética, pero admira a artistas béticos como Martínez de León o Curro Romero, que se cortó la coleta de torero en La Algaba, el pueblo de Fausto Velázquez. "Hemos dado futbolistas y toreros", dice el pintor y galerista, y enumera a Bazán (nadie ha superado los ocho goles que marcó en un partido), Cabreza Bazán, que jugó en el Betis y el Sevilla y fue marido de Carmen Laffón, o Diego Tristán, héroe de la final de Copa que el Depor le ganó al Madrid en 2002 y al que su paisano Fausto incorporó a su completa galería de retratos.

Ricardo Cadenas es más de Pepe Luis que de Puskas. "El fútbol tiene bastante de dibujo, por lo menos en la pizarra", dice el profesor de Cuenca. La portería es el marco de un cuadro, trazos efímeros que son los goles. En la ciudad donde da Dibujo, sede del museo de Arte Abstracto, estuvo de entrenador de la Balompédica Conquense un técnico de Utrera que fue el primero en poner al Sevilla en la nube de Ben Yessef. "¿Caparrós quién es?", pregunta el profesor de Dibujo, asiduo del Prado, la Maestranza y las Ventas, inédito en los estadios.

Y en una semana, a Madrid. El viaje que hizo Velázquez. Y Gento.