Los invisibles

"Los pintores en Sevilla son cainitas, hay poco dinero y una feroz competencia"

  • De niño cruzó el puente de Triana y de mayor la muralla china. Su afición a viajar lo hizo romano adoptivo, paisano artístico de Tintoretto y Caravaggio sin renegar de Velázquez.

LE impresionó tanto Pekín, que ahora Fernando Ruiz Monedero (Sevilla, 1953) recibe clases de chino para volver y entenderse mejor con los taxistas pequineses. Ese viaje está en su muestra Oriente y Occidente.

-¿Viaja para pintar?

-Son dos pasiones complementarias. En la exposición hay fotos de otras ciudades: Amsterdam, Londres, Roma, donde me voy un mes todos los años.

-¿Por qué Roma?

-Porque cuando la descubrí hace doce años me sentí como en casa. Cuando voy, como siempre en el mismo sitio, hago una vida muy monótona, que es lo que me gusta hacer cuando estoy fuera.

-Hablemos de dentro. ¿Dónde da sus primeros pasos?

-Nazco en Triana, y con cuatro años nos vamos a Nervión. Nunca me fui de Triana. Desde los dos años he salido de nazareno con el Cachorro y sólo lo dejé hace tres años cuando murió mi padre.

-¿De Triana a Nervión era entonces como salir al extranjero?

-Nervión eran las afueras. Estaba lejísimos. Hoy está El Corte Inglés, pero entonces era un descampado por donde pasaba el tranvía, un arrabal con el campo viejo del Sevilla. He tenido carné hasta la época de Juande Ramos. En el fútbol soy un perdedor. Un sevillista muy bético.

-¿Dónde descubre la pintura?

-En el estudio de mi tío Manolo Monedero, que estaba muy influenciado por Romero Ressendi.

-¿Qué viaje le marcó?

-En agosto de 1998 nos fuimos cuatro pintores amigos a pintar a Marruecos. Elegimos Asilah porque tenía playa, estaba cerca de Tánger y se hablaba español. Iba con Félix de Cárdenas, Haroldo Lorite y Rolando Campos, que murió en mis brazos. Antes de viajar a Marruecos, pintó su último cuadro, una veleta con palomas. Rolando coleccionaba palomas mensajeras.

-¿Se tuvieron que volver antes?

-Al revés. Hubo problemas con el traslado del cadáver. No había incineración, no le hicieron la autopsia. La muerte es mucho más fácil en Marruecos, no existe este sentimiento trágico de la vida. El día que naces está escrito el día que mueres porque es voluntad de Alá. Te tienes que aguantar, pero fue terrible.

-Hay alguna foto de Gibraltar...

-La última vez fui con amigos de la Fundación de Estudios Taurinos. Fuimos a ver los toros a Algeciras y nos acercamos.

-¿Cómo son las Lolitas chinas?

-Muy elegantes. Pekín es muy cosmopolita, hay mucho dinero y lo gastan desaforadamente. Yo expuse en el World Trade Center y al lado había tiendas de Gucci, Cartier, Dolce&Gabanna.

-¿Cómo vivió la Expo 92?

-Ya estaba en el Ayuntamiento de Sevilla. Había demasiadas comidas de trabajo. Pasé media Expo de baja, me rompí nueve costillas en un accidente de tráfico.

-¿Qué relación ha tenido con Luis Gordillo, hijo predilecto de Andalucía?

-Nos tratamos de primos, porque mi tía Victoria era íntima amiga de su madre, Rosario Gordillo.

-¿Es Sevilla ciudad de pintores?

-Los pintores en Sevilla suelen ser muy cainitas. Hay muy poco dinero y una feroz competencia.

-¿Ha retratado a los alcaldes?

-Nunca utilicé mi trabajo para la pintura. Cuando tenía poder, no me metía en ninguna colectiva. O estás en un lado o estás en otro. No está bien dejar gente fuera y meterte tú.

-¿Su última exposición?

-Una individual en Barcelona. Con obra de una etapa pop, con influencia del cómic, del Corto Maltés y el Hombre Enmascarado. Y una serie de pies que surgen en mi época romana, en la fascinación por Caravaggio.

-¿A qué le dedicó más tiempo?

-En realidad, a la mili. Pedí siete prórrogas por estudio hasta que no tuve más remedio que ir al CIR de Rabasa, en Alicante. Era el más viejo del campamento. Me cogió el 23-F. Milans del Bosch era mi capitán general.

-Expone hasta el 4 de abril, Miércoles Santo. Diez días después de las elecciones. Un color para cada candidato...

-A Arenas le pega el azul del logotipo y a Griñán el rosa clarito.

-¿Ha militado en política?

-Jamás. En la época de Franco, todo el mundo era antifranquista, por lo menos eso dicen ahora. Todo el mundo estuvo en el mayo francés y era amigo de Silvio.

-¿Es metódico pintando?

-Trabajo todo el día y todos los días. No se puede ser un pintor dominguero.

-¿Hay obra suya en bares?

-No. Y yo ya entro poco. Me he quitado antes de que me quitaran los médicos.

-¿Velázquez, Murillo o Valdés Leal?

-Velázquez. Es el pintor del aire.

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