La Policía Local de Sevilla ha precintado esta semana uno de los bares más conflictivos de la Macarena. Se trata de un establecimiento ubicado en la calle Don Fadrique, que ha sido cerrado por no tener legalizada la actividad y por incumplir una resolución de la delegación de Medio Ambiente. La intervención de la Policía Local se produce después de una información clave remitida por un vecino, que ha permitido precintar el bar, en el que según los residentes de la zona paraban la mayoría de los indigentes del barrio.

En los últimos meses esta zona de la ciudad ha sufrido un importante conflicto entre los vecinos y los usuarios del albergue municipal y otros centros sociales próximos, hasta el punto de que los vecinos llegaron a organizarse en patrullas vecinales. Aseguraban que sufrían amenazas, robos y numerosos problemas básicos de convivencia, sin que ni el Ayuntamiento ni la Policía hicieran nada por impedirlo. Es un asunto recurrente cada verano, puesto que con el buen tiempo, los indigentes prefieren pernoctar en la calle que en el albergue, donde tienen que entrar a una hora muy temprana.

Así, era habitual ver a personas sin hogar no sólo durmiendo, sino también realizando sus necesidades en la calle, o incluso en alguna ocasión practicando relaciones sexuales. Esta tensión vecinal se vio incrementada con varios robos, de los que los vecinos acusaban a los usuarios del albergue. Uno de estos robos fue a punta de navaja y a una menor de edad.

El Ayuntamiento se comprometió a establecer un dispositivo en la zona, que se ha notado, aunque no se ha resuelto el problema original. En los últimos días un comentario publicado en una red social por una vecina contra la delegada del distrito, Clara Isabel Macías, y la respuesta de ésta amenazando con llevar a la vecina a los tribunales, ha encendido la polémica entre un grupo de residentes en el barrio y el Ayuntamiento.