Dos policías locales de Sevilla salvan la vida a un infartado: "Fue un chute de adrenalina"

Los agentes lograron identificar al paciente leyendo el microchip del perro que paseaba

La Policía Local tendrá por fin su unidad de intervención

Los policías locales Diego y Cerqueira, muy cerca del lugar en el que salvaron la vida a un hombre.
Los policías locales Diego y Cerqueira, muy cerca del lugar en el que salvaron la vida a un hombre. / Ayuntamiento de Sevilla

Dos policías locales salvaron la vida a una persona que sufrió un infarto. Los hechos ocurrieron en el parque Manuel Garrido, en la Barzola, donde el hombre se había desplomado cuando paseaba a su perro. Eran aproximadamente las 21:35 del 21 de mayo. Los agentes regresaban ya a la comisaría del distrito Macarena, ubicada frente al parque, en la calle Jorge de Montemayor, a punto de acabar el turno. En ese momento fueron requeridos por un grupo de ciudadanos que le gritaban y hacían gestos para que acudieran.

Los dos policías entraron en el parque y comprobaron que había un hombre de unos cincuenta años tendido en el suelo, inconsciente y con dificultades para respirar. Solicitaron asistencia médica y lo colocaron en posición lateral de defensa, ante la sospecha de que pudiera tratarse de una crisis epiléptica o similar. Al tiempo que lo atendía, los policías preguntaban a las personas que se encontraban en el lugar por si alguien lo conocía. El señor iba indocumentado y tenía el teléfono móvil bloqueado, por lo que no sabían quién era ni si seguía algún tratamiento médico. El perro, un pequeño yorkshire terrier, permanecía en todo momento junto a él.

Así lo relató a este periódico Fran Cerqueira, uno de los dos agentes que intervino, junto con su compañero Diego Jiménez Pulido. "Preguntábamos por si había algún familiar, pero nadie lo conocía. Cuando pasaron apenas dos minutos, comprobamos que ya no respiraba, por lo que procedimos a practicarle el masaje cardiaco. Nos íbamos turnando mi compañero y yo. Había mucha gente en torno a nosotros y pedimos apoyo a los compañeros que se encontraban en la comisaría, que vinieron y desalojaron el parque para que pudiéramos trabajar mejor, tanto nosotros como la ambulancia cuando llegara".

Así estuvieron unos diez minutos. "Se nos hicieron eternos". Llegaron los servicios médicos del 061, que continuaron con los trabajos de reanimación durante unos tres cuartos de hora. "Ya cuando ellos llegaron, nosotros nos pusimos a su servicio y lo que hacíamos era ayudarles en lo que requerían. Estuvieron unos 45 minutos, hasta que escuchamos cómo la máquina pitaba y supuso para nosotros un chute de adrenalina". Poco después, el hombre fue trasladado al hospital, donde se recuperó. "Los médicos nos dijeron que la primera intervención nuestra sirvió para que apenas le queden secuelas. Estamos muy contentos con este servicio".

Y una nota curiosa de este caso fue la forma en la que los agentes pudieron identificar al paciente, para contactar con su familia. No llevaba documentación, el móvil estaba bloqueado y ninguna persona del parque lo conocía. Pero el yorkshire no se marchó en ningún momento del lado de su dueño. El perro fue clave, pues los policías leyeron el microchip del animal y lograron identificar a su propietario y así poder informar a sus familiares de lo que había ocurrido y que se encontraba en el hospital.

stats