UNO de los requisitos era que hubieran nacido entre 1938 y 1958. Entre el tercer año de la guerra civil y un año antes de la llegada de Eisenhower a España. Aquellos niños ya tendrán muchos de ellos nietos y podrán presumir señalándoles su fotografía junto a un libro titulado Los periodistas estábamos allí para contarlo (Teófilo Ediciones).

Uno de los coordinadores del libro, Fernando Jáuregui (Santander, 1950) estuvo ayer en Sevilla. Le acompañó otro de los coautores, Pablo Juliá (Cádiz, 1949) en una mesa que completaron los directores de Diario de Sevilla, José Antonio Carrizosa, ABC de Sevilla, Álvaro Ybarra, y Rafael Rodríguez, presidente de la Asociación de la Prensa. Segundo encuentro consecutivo con el gremio de Antonio Pulido, presidente de Fundación Cajasol.

Ciento cincuenta periodistas, fotoperiodistas y viñetistas cuentan en primera persona sus vivencias en la Transición. En el 45 aniversario, como el número de las revoluciones por minuto de los discos, del espíritu del 12 de febrero de Carlos Arias Navarro, la Transición es mérito personalísimo del presidente que le siguió, Adolfo Suárez, que, en palabras de Jáuregui, en once meses (julio de 1976-junio de 1977) “le dio la vuelta al Estado como un calcetín”.

El libro se presentó por primera vez en el Congreso de los Diputados. Ana Pastor, presidenta de la Cámara, e Isaías Táboas, presidente de Renfe, escriben sendos prólogos. Recorrió la geografía española y en Sevilla sirvió para homenajear a los periodistas andaluces que hicieron la Transición. “Políticos y periodistas fueron de la mano en la conquista de las libertades”, en palabras de José Antonio Carrizosa, “muchas veces el periodismo actuó como vanguardia de la política”.

Hay varios periodistas andaluces en el libro: Pepe Oneto, Víctor Márquez Reviriego, José Antonio Martínez Soler, María Teresa Campos, Román Orozco, Carlos Herrera, Juan Ojeda. Los dos últimos acudieron a la presentación. El 1 de febrero nadie apagó las 120 velas de El Correo de Andalucía, “el periódico más comprometido con las libertades en aquella época”, en palabras de Carrizosa. A un director, Federico Villagrán, le costó la cárcel una portada atrevida; y a un subdirector, Juan Holgado Mejías, presente en la sala, una noche en la Gavidia junto a su entrevistado, Felipe González, charla clandestina en el bar La Ponderosa. También citó el trabajo de corresponsales como Juan Teba (ElPaís) y Antonio Burgos (Triunfo).En primera fila, José Rodríguez de la Borbolla y Manuel Chaves, un cuarto de siglo de presidencia de la Junta, firmas en las páginas de Opinión de El Correo cuando el cura Eduardo Chinarro se la jugaba todos los días con la sección de Laboral. Se incorporaron al acto políticos de una generación posterior: Elías Bendodo, consejero de Presidencia, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, delegado del Gobierno, y Juan Espadas, aldalde de Sevilla.

El debate se enriquecía con las imágenes. Una pancarta paradójica: Ni Otan ni Mili. En la Otan nos metió Felipe y de la Mili nos sacó Aznar. Una foto de Pedro Almodóvar en un camerino, cuando la Movida era prima hermana de la Transición. El libro se editó para celebrar los 40 años de la Constitución y sus beneficios irán a Médicos sin Fronteras.

Por orden cronológico: Pedro Sánchez (1972), Pablo Iglesias (1978), Albert Rivera (1979), Pablo Casado (1981). “No conocieron el Frente de Juventudes ni cantaron el Cara el Sol ni vivieron una época en la que teníamos que pedir permiso para existir”. Esa foto de viejos tiempos con camisas nuevas la hizo Pablo Juliá porque una palabra a veces vale más que mil imágenes. “Teníamos unas ganas de negociar y de transigir que no tienen estos líderes nacidos pocos años antes o después de la muerte de Franco”.Del periodismo presencial a la generación google. Con la profesionalidad y la honestidad por bandera. Nada está escrito en el periodismo. “La llegada de Trump disparó en Estados Unidos la demanda del periodismo de calidad” (Carrizosa). Foto de Victoria Vera, musa de la Transición. ¿Por qué corres, Ulises?