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Un preso de Sevilla-II aprovecha una salida terapéutica para escaparse

La prisión de Sevilla-II, en Morón de la Frontera.

La prisión de Sevilla-II, en Morón de la Frontera.

Un preso de la cárcel de Sevilla-II aprovechó el lunes una salida terapéutica para escaparse. El centro penitenciario había organizado esta actividad con una serie de reclusos, que consistía en dar un paseo por los alrededores de la prisión, ubicada en Morón de la Frontera, y por el vecino término municipal de La Puebla de Cazalla.

En un momento de la misma, un interno de los seleccionados para participar en la salida, aseguró a los funcionarios que se había hecho daño y no podía caminar. Cuando fueron a atenderle, salió corriendo y se dio a la fuga, sin que pudiera ser alcanzado por los trabajadores que estaban al cargo del grupo.

Se trata de un preso de origen magrebí, que cumplía condena por tráfico de drogas. Fuentes de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias explicaron a este periódico que este tipo de actos no son considerados oficialmente como fugas, sino "quebrantamientos de la confianza". Tras la escapada, la prisión puso los hechos en conocimiento de las Fuerzas de Seguridad.

La asociación Tu Abandono Me Puede Matar (TAMPM) denunció este martes en un comunicado que "este tipo de actividades se rigen por el principio de confianza, por lo que no puede responsabilizarse de la fuga a los funcionarios ni miembros del equipo técnico que acudieron a dicho acto". Estas salidas están reconocidas en el Reglamento Penitenciario y se hacen para favorecer la reinserción de los internos.

La entidad también denunció que dos reclusos que habían salido de permiso ordinario y debían regresar el lunes a la cárcel, no lo hicieron, quebrantando así sus condenas. En este momentos, los tres reclusos están en paradero desconocido y en busca y captura.

TAMPM criticó la modificación de los requisitos necesarios para la concesión de permisos de salida, y en la que "destaca como cambio más alarmante, el dejar de considerar como mal comportamiento el hecho de que un interno tenga sanciones graves o muy graves para poder optar a un permiso o salida terapéutica". Antes, según la asociación, para que fuera concedido un permiso, el interno tenía que demostrar el buen comportamiento.

La organización de trabajadores de prisiones condenó la política de "buenismo" que aplica la administración penitenciaria desde que es dirigida por Ángel Luis Ortiz. "Con el objetivo de presentar unas buenas estadísticas, se están vaciando las prisiones con la concesión de terceros grados para dar la impresión de que el sistema funciona y la reinserción es un hecho, bonificando con premios económicos a los directores por dichas concesiones".

TAMPM añadió que el sistema actual es "un fracaso absoluto" y recordó casos como el del asesino del niño de Lardero, en la Rioja, o el del Pelón, un delincuente sevillano multirreincidente que violó a su hermana estando en libertad condicional.

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