Presupuestos 2023: Muñoz mira a Cs y a la fracturada izquierda

Política

El alcalde negocia con ambos partidos para sacar adelante las cuentas de la ciudad antes de que termine enero

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Muñoz toma la palabra durante la rueda de prensa de esta semana para explicar los detalles de las cuentas de la ciudad del año que viene.
Muñoz toma la palabra durante la rueda de prensa de esta semana para explicar los detalles de las cuentas de la ciudad del año que viene. / M. G.

El segundo mandato socialista va a terminar como empezó el primero: con el alcalde intentando encajar las piezas para completar el puzle que le permita sacar adelante las cuentas de la ciudad para 2023. Juan Espadas aprobó sus primeros presupuestos en marzo de 2016 con los once votos de su grupo, los tres de los ediles de Ciudadanos y los dos de Izquierda Unida. Frente a esos 16 apoyos, en la bancada opuesta, los doce votos en contra del PP y los tres de Participa Sevilla. El patrón (alternando los protagonistas) se ha repetido hasta hoy. El encaje de bolillos le toca ahora a Antonio Muñoz.

Una de las principales razones que le complica la tarea al primer edil es la proximidad de las elecciones municipales que se celebrarán el 28 de mayo. Esto le cierra las puertas de un pacto con el Partido Popular y Vox. Por lo que sólo le queda mirar a lo que queda de Ciudadanos después de la batalla interna, y a una izquierda que se encuentra aún más fracturada que cuando se presentó como Adelante Sevilla a los comicios locales de 2019.

Desde el gobierno socialista apuntan que analizarán todas aquellas propuestas de todos los grupos políticos que, “teniendo una perspectiva del interés general para la ciudad”, quieran sumar y realizar sus aportaciones a la propuesta de presupuesto para 2023, siempre y cuando sean razonables, técnica y financieramente viables y contribuyan a mejorar y enriquecer las cuatro prioridades que ha marcado Muñoz: el mantenimiento y la mejora de los servicios públicos municipales y atención a los barrios; la recuperación y dinamización económica; la reducción de desigualdades, y la sostenibilidad.

“Hemos hablado y seguiremos hablando con todos los grupos políticos para trabajar por Sevilla en un momento en el que hay que aprovechar el nuevo ciclo inversor que está viviendo nuestra ciudad, impulsando su diversificación económica y la creación de empleo y recurriendo al motor de la inversión pública y de los fondos europeos Next Generation, al tiempo que atendiendo a los grandes retos que tenemos como ciudad en la reducción de las desigualdades y la lucha contra el cambio climático. Como gobierno de la ciudad, escucharemos a todos los grupos políticos y analizaremos las propuestas que sean realistas porque siempre el interés general está por encima de todo”, sostiene la delegada de Presidencia y Hacienda, Sonia Gaya.

La formación naranja mantiene una “actitud proactiva” pese a las posturas alejadas

El equipo de Muñoz entiende que nos encontramos en un momento de recuperación e impulso económico y social, por lo que la no aprobación del presupuesto supondría que se dejarían de invertir 150 millones de euros y, teniendo en cuenta las elecciones de mayo, no habría unas cuentas aprobadas hasta otoño de 2023. “Es decir, un año perdido”, recalca Gaya antes de apuntar que “queremos un presupuesto para no perder el tren de la recuperación y de los fondos europeos. De ahí la importancia de negociar con todos y que realicen aportaciones y que sea un documento de todos”.

El trecho que hay de la teoría a la práctica. Sin opciones con los partidos de derecha, los socialistas se encuentran trabajando con la formación naranja y la fraccionada izquierda en varias propuestas que les permita al menos el respaldo de uno de las dos para sacar adelante las cuentas antes de que termine enero.

El apoyo de Ciudadanos es más factible. En las encuestas no aparecen, por lo que sería su última posibilidad de ganar notoriedad y rascar algunos votos que les permita mantener al menos un concejal en el Salón Colón de la Casa Consistorial. De perdidos, al río. El sustituto del dimitido Álvaro Pimentel, Miguel Ángel Aumesquet, recuerda que “cuando hace unas semanas mantuve un primer encuentro con el alcalde, ya avisé de la actitud proactiva de nuestro grupo a la hora de afrontar la negociación de los presupuestos”, pero “también les dije que las posturas entre el gobierno local y Ciudadanos están en las antípodas a la hora de poder llegar a un acuerdo sobre las cuentas”.

Pese a la dificultad en el diálogo, ya hay avances con los restos de Adelante Sevilla

El portavoz de la formación naranja insiste en que “desde ese día y hasta ahora nada ha cambiado”, por lo que “seguimos manteniendo posturas muy alejadas”. Con todo, “nuestro único compromiso a día de hoy es esperar a recibir toda la información sobre el presupuesto y, a partir de ahí, estudiarlo en profundidad, ver qué margen de mejora tiene y qué medidas se pueden aportar”.

La dificultad de negociación con la izquierda es máxima al estar dividida en Podemos, Izquierda Unida y la concejal no adscrita Sandra Heredia. No resulta fácil ni buscar un interlocutor por la pérdida de peso de los concejales dentro de sus partidos. Pese a todo, hay propuestas y elementos comunes que pueden fructificar en un acuerdo.

El presupuesto para el año que viene es de 1.158 millones de euros, lo que supone un 8% más con respecto al vigente para 2022. La inversión pública directa se estima en 111 millones destinados a infraestructuras, viales, viviendas, redes de saneamiento y equipamientos, a los que hay que agregar otras incorporaciones. Las cuentas contienen además un refuerzo en limpieza, seguridad y transporte público sostenible, programas específicos para los barrios de transformación social, una amplia variedad de apoyo al emprendimiento y un aumento de los recursos para el arbolado.

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