La prostitución callejera sigue sin remitir pese al plan municipal

Casi un año después de que se presentara el plan municipal contra la prostitución, el Ayuntamiento de Sevilla no ha conseguido erradicar esta lacra social de las calles. A diario puede seguir viéndose a mujeres ejercer la prostitución en distintas zonas de la ciudad como Sevilla Este y Nervión y los polígonos industriales de Su Eminencia y la Carretera Amarilla. Por el momento no se ha puesto en marcha ninguna de las medidas que recoge el plan integral contra la prostitución y sólo se ha creado una mesa de coordinación y seguimiento en la que participan tanto la administración como algunos colectivos que asisten con regularidad a las prostitutas. La primera medida encargada por esta mesa es la elaboración de un estudio pormenorizado de la prostitución en Sevilla.

Los expertos, sin embargo, coinciden en que aún es pronto para obtener resultados y en que el plan quizás esté más concebido para asistir y hacer la vida más fácil a las prostitutas que para sacarlas definitivamente de las calles. Una de las grandes aportaciones de este plan era la posibilidad de multar a los clientes de la prostitución callejera, que luego podrían canjear las sanciones por una serie de trabajos en beneficio de la comunidad. El plan se presentó en septiembre del año pasado para que teóricamente entrara en vigor a principios de 2010, pero en lo que va de año la Policía Local no ha multado a ninguna persona por contratar los servicios de una prostituta, principalmente porque no existe una base legal fundamentada para ello.

El Ayuntamiento prometió la elaboración de una ordenanza municipal específica contra la explotación sexual. Este texto permitirá, una vez que sea aprobado por el Pleno, multar a los clientes de las meretrices, además de otro paquete de medidas como prohibir la publicidad relacionada con la prostitución y los anuncios de contactos. Sin embargo, la aprobación de la ordenanza no tiene ni siquiera una fecha definida.

Por el momento, la participación de la Policía Local en la lucha contra la prostitución se ha limitado a realizar un despliegue preventivo en la calle Santo Domingo de la Calzada y sus vías más próximas, en Nervión. Los agentes municipales incrementaron su presencia en esta zona durante el otoño pasado, coincidiendo con la presentación del plan. Esto posibilitó que las prostitutas dejaran de ejercer en las inmediaciones de los bloques de viviendas y optaran por ofrecer sus servicios en un parque próximo a la misma calle Santo Domingo, de manera más discreta que antes. Desde el otoño pasado no se han vuelto a realizar controles en esta zona.

Las medidas policiales han demostrado su ineficacia en este periodo. Los agentes comenzaron a identificar a las prostitutas, la mayoría de ellas extranjeras, de las que casi la mitad se encuentran en España en situación irregular. Resultó que casi ninguna llevaba encima pasaporte o documentación, por lo que había que tomar su filiación y comprobar que tenía documentación en regla o no. En caso de que no lo estuviera, la Policía Local tenía que poner a la joven a disposición de la Brigada de Extranjería de la Policía Nacional, que le abriría un expediente de expulsión y luego la volvería a dejar en libertad. Esto supone que un plan concebido inicialmente para proteger a las prostitutas terminaba convirtiéndose en un elemento de represión, por lo que la Policía dejó de identificar a las prostitutas salvo que recibiera alguna llamada de los vecinos.

"La prioridad del plan deben ser las cuestiones sociales y las de vivienda", explica Valentín Márquez, de la organización Médicos del Mundo, que asiste con regularidad a las prostitutas. "Es necesario regularizar a las extranjeras y que haya una alternativa real de empleo para aquellas que quieran abandonar la prostitución. En estos tiempos de crisis es complicado que haya eso. Pienso que los resultados del plan se verán a medio plazo. Hay que tener en cuenta que muchas de las mujeres que ejercen tienen una necesidad urgente de ganar dinero, bien porque tienen que pagar una deuda a quien la haya traído a España o porque tienen que mantener hijos en sus países de origen". Este responsable de Médicos del Mundo considera que la crisis, salvo casos muy puntuales, no ha incrementado el número de prostitutas.