Una psicóloga del Virgen del Rocío es la nueva presidenta de la Sociedad Española de Psicología Clínica

Laura Armesto trabaja en la Unidad de Salud Mental Comunitaria de Oriente y ha sido elegida por amplia mayoría tras años de implicación profesional y docente

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La nueva presidenta de la Sociedad Española de Psicología Clínica, Laura Armesto Luque. / M. G.

La psicóloga clínica del Hospital Universitario Virgen del Rocío, Laura Armesto, ha sido elegida nueva presidenta de la Sociedad Española de Psicología Clínica-ANPIR, una de las entidades más relevantes del país en defensa de la salud mental pública y la calidad asistencial en psicoterapia.

Actualmente, Armesto desarrolla su labor en la Unidad de Salud Mental Comunitaria (USMC) de Oriente, ubicada en Sevilla Este, donde interviene con población infanto-juvenil y adulta, aplicando un enfoque integrador con formación en psicoterapia sistémica.

Graduada en Psicología en 2015 con Premio al Mejor Expediente, realizó la especialidad de Psicología Clínica (PIR) en el propio Virgen del Rocío. Tras su formación, trabajó en el Hospital Vall d’Hebron de Barcelona, en Interconsulta Pediátrica, y posteriormente en Justicia Juvenil, atendiendo a adolescentes infractores.

Durante dos años ejerció en una USMC del Área Sanitaria de Jerez, Costa Noroeste y Sierra de Cádiz, hasta que en 2024 regresó a Sevilla y se incorporó a su actual puesto en la USMC del Virgen del Rocío.

Además de su experiencia clínica, Armesto ha estado vinculada activamente al ámbito docente, colaborando en la formación de nuevos especialistas (PIR) y participando en el impulso de la profesión desde un enfoque ético y reivindicativo. Desde 2018 formaba parte de la junta directiva de la Sociedad Española de Psicología Clínica, primero como vocal, después como vicepresidenta en 2022, y desde mayo de 2025 ocupa la presidencia, tras recibir el apoyo mayoritario de los socios y socias de la organización.

Desde ANPIR, la nueva presidenta ha expresado su compromiso con el fortalecimiento del modelo público de atención psicológica, la promoción de equipos multidisciplinares eficaces y la defensa del derecho de los pacientes a recibir tratamientos basados en la evidencia científica y la dignidad humana.