Sevilla podría contar muy pronto con cuatro casas dedicadas a autores de fama y prestigio internacional. Desde hace varios años se encuentra abierta al público la Casa de las Dueñas, lugar de nacimiento de Antonio Machado. El próximo año lo hará la casa natal de Velázquez, cuya rehabilitación ya avanza gracias a un proyecto privado de los empresarios Enrique Bocanegra y Enrique Piñeyro. El Ayuntamiento también trabaja ya para que la dedicada a Cernuda pueda ver la luz a lo largo de 2022. Queda la incógnita de lo que pasará con la casa del pintor Murillo, que fue cedida parcialmente por la Junta de Andalucía durante el año dedicado al pintor y cuya cesión total está solicitada por el Pleno municipal.

La conversión en casa de autor de la vivienda número 8 de la calle Santa Teresa, en pleno barrio de Santa Cruz, que es donde habría fallecido el artista sevillano después del accidente que sufrió mientras trabajaba en las pinturas del retablo mayor de los Capuchinos de Cádiz, lleva coleando desde los años 70, cuando así lo decretó el entonces jefe del Estado, Francisco Franco. La casa pasó a manos de la Junta, y tras varios proyectos, algunos incompletos, ahora acoge una agencia dedicada a la promoción del flamenco.

El Ayuntamiento cree que ha llegado la hora de que se apueste definitivamente por dedicar el espacio a Murillo. “Hay una moción de Pleno aprobada por todos los grupos políticos que así lo pide. Al Ayuntamiento le da igual la propiedad. Lo importantes es desarrollar un proyecto conjunto que tenga como eje a Murillo”, resalta Antonio Muñoz, delegado de Hábitat Urbano, Cultura y Turismo.

La Casa de Murillo durante el año dedicado al pintor.

Para ello se puede aprovechar todo el legado del año que se le dedicó al pintor: un amplio archivo audiovisual y trabajos de investigación que ahora están dispersos en distintas ubicaciones. “La herencia del Año Murillo debería recogerse en esa casa. Que vuelva a sus orígenes”, añade Muñoz.

Las obras en las cubiertas de la Casa Natal de Velázquez.

El delegado resalta la importancia de que se puedan culminar los cuatro proyectos en marchas, dos privados (Machado y Velázquez), y dos públicos, el de Cernuda, impulsado por el Ayuntamiento, y el de Murillo que se compartiría con la Junta: “Turística y culturalmente hablando se abre un eje muy interesante con grades pintores y dos grandes poetas, todos ellos universales. Sería un itinerario nuevo y muy relevante con el que también se empezaría a saldar la deuda que Sevilla tiene con muchos de sus hijos ilustres.

A la espera de la decisión de la Junta, tres de estas propuestas estarán ya funcionando en 2022.