Estado de alarma

Los quioscos de prensa de Sevilla piden su sitio en la crisis del coronavirus

  • El sector denuncia la caída de un 30% en las ventas y avisa del cierre de 70 negocios en la provincia por no poder afrontar los gastos

  • Diario de Sevilla, cada mañana en su quiosco para informar con rigor sobre la evolución de la pandemia

Los quioscos de prensa permanecen abiertos durante el estado de alarma.

Los quioscos de prensa permanecen abiertos durante el estado de alarma. / Juan Carlos Vázquez

Supermercados, farmacias, estancos y gasolineras, pero también quioscos. Los vendedores de prensa de Sevilla piden visibilidad en los "duros momentos" que atraviesa un país con sus vecinos confinados en casa y en el que la rutina de salir a comprar el periódico parece haber caído "en el olvido" de ciudadanos e instituciones.

El miedo al contagio o al incumplimiento de las medidas restrictivas dictadas por el Gobierno empieza a cundir entre los sevillanos y ante una situación inédita de calles vacías, los quioscos reivindican su papel como comercios de primera necesidad. Y más sin niños ni adolescentes en las calles, buena parte del público de las chucherías y los cromos.

El presidente de la Asociación de Vendedores de Prensa de Sevilla, Francisco Jesús García Álvarez, asegura que el sector lo está pasando "muy mal" y avisa de una caída de las ventas de hasta un 30%. Para García, buena parte de responsabilidad de este descenso estaría en la "falta de apoyos" y "nula visibilidad" por parte del Gobierno y remarca que salir a comprar prensa y revistas está permitido, al igual que ir comprar el pan, alimentos o echar gasolina. "Nadie nos menciona y la gente no sabe ni si estamos abiertos. Veo constantemente mensajes que informan de que se puede salir a tiendas de alimentación, gasolineras o estancos, pero también podían decir que se puede ir a comprar prensa al igual que se sale a comprar el pan", reivindica.

Diario de Sevilla, junto con el resto de cabeceras de Grupo Joly, está realizando un importante esfuerzo desde los nueve periódicos que la compañía mantiene desplegados en toda Andalucía para ofrecer la información más completa y cercana posible, desmontando bulos y combatiendo las fake, y dando prioridad a todos aquellos contenidos que puedan ayudar a seguir con el máximo rigor la evolución de la pandemia a a nivel local y global. Y ello, garantizando su compromiso con los ciudadanos cada mañana en los quioscos pero también con información en tiempo real en la web y en las redes sociales.

"Nadie nos menciona y la gente no sabe ni si estamos abiertos", denuncia el presidente de la Asociación de Vendedores de Prensa

El revés que está sufriendo el sector es de tal envergadura que a la caída de ventas hay que sumar los cierres por no poder afrontar económicamente los portes de la distribución diaria y la facturación de las revistas, que se hace de forma semanal. "Las distribuidoras nos cobran por traernos la prensa vendamos o no y esto ahora mismo no hay quién lo mantenga", lamenta García Álvarez que confirma que son ya 70 los quioscos que han decidido dejar de ejercer su actividad en la provincia hasta que pase la alerta sanitaria. 

Desde su negocio junto a la parroquia de Los Remedios, Francisco Jesús García Álvarez ha visto muchos cambios en los hábitos y costumbres de los ciudadanos en los últimos 35 años, pero asegura que nunca se había vivido nada parecido en el sector. "Yo llevo en este negocio toda la vida, treinta y cinco años, y hemos tenido muchas crisis como la del papel a raíz del auge de las plataformas digitales, pero hemos sabido ir sorteándolas vendiendo otros productos. Lo que nos está pasando ahora no lo hemos conocido nunca y nos ha dejado que no sabemos cómo vamos a tirar hacia delante", explica el quiosquero.

García Álvarez afirma que ha conservado estos días algunos clientes de toda la vida que, al ser personas mayores, mandan a sus hijos a comprarle el periódico. "Son las pocas ventas que hago porque aquí en no hay nadie por la calle. Mi negocio dependía en parte de los fieles que se acercan a la iglesia pero al estar cerrada y también los bares de alrededor, no hay ni un alma", manifiesta. Sí avisa de una peor situación en sus compañeros en el centro de la ciudad, donde la falta de turistas y la escasez de vecinos ha llevado a que sea "la zona más castigada" y concentre el mayor número de cierres.

Al igual que el resto de autónomos, desde el sector reclaman medidas al Gobierno. "No vamos a poder soportar la presión fiscal de aquí a un tiempo. Esto es muy preocupante porque somos autónomos y nadie nos ha dicho nada hasta el momento de nuestra situación y tenemos que pagar en dos semanas la Seguridad Social y el próximo mes nos toca la tributación por módulo. A mí no me sirve de nada que me digan que me aplazan el pago porque pagarlo lo tengo que pagar y sin prácticamente ventas", afirma, y avisa: "Se está haciendo mucho daño a un sector de toda la vida y del que dependen muchas personas, no sólo los quiosqueros. Con nuestros cierres va a caer mucha gente detrás".

Por último, el presidente de la Asociación de Vendedores de Prensa hace un llamamiento a aquellas personas que se ofrecen a hacer la compra u otro tipos de recados a personas mayores o sin posibilidad de salir a la calle a que "les recuerden que también les pueden comprar el periódico o la revista que antes leían". 

"¿Por qué esas personas que se ofrecen a ayudar a los que no pueden salir no promocionan que también que pueden comprarles prensa al igual que lo hacen con alimentación", se pregunta el presidente de la Asociación de Vendedores de Prensa de Sevilla

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