Sevilla

"Que reabran la zanja"

  • Un millar de personas recorren la distancia desde el barrio de Marta del Castillo hasta la Plaza Nueva para solicitar al juez que siga buscando el cadáver en Camas

Eva Casanueva se sintió ayer un poco más fuerte que en días anteriores. Decidió participar en la manifestación que la plataforma que lleva el nombre de su hija, Marta del Castillo, había convocado para pedir al juez encargado del caso que reabra la zanja de Camas para buscar el cuerpo de la joven asesinada y de paso solicitar que el menor implicado en el crimen no salga del centro de reforma en el que está internado el próximo 16 de noviembre.

"Hemos solicitado que se reabra la zanja, sobre todo para asegurarnos de que allí no está y quitarnos ese peso de encima", decía a las puertas de la asociación de vecinos de su barrio, Tartessos, ocultando los ojos hinchados con unas gafas de sol y arropada por su padre y su hermano. Tuvo fuerzas para atender a la prensa y para ponerse en la cabecera de una manifestación con la que amigos, vecinos y familiares pedían que se siga buscando a Marta del Castillo en la zanja de Camas señalada por la ex novia del asesino confeso, Miguel Carcaño.

La manifestación arrancó de la calle Arroyo a las seis de la tarde con unas 400 personas y fue ganando seguidores a medida que avanzaba hacia el centro. A lo largo del trayecto se sucedían cánticos pidiendo que el menor implicado en el caso no salga en libertad, otros rogando al juez "que escuche a Sevilla porque podría ser su hija" y algunos críticos con el Gobierno central y con el sistema judicial español. En la Encarnación ya había 700 y al llegar a la Plaza Nueva se congregaron un millar de personas. Allí, la portavoz de la plataforma Marta del Castillo, María Antonia López, leyó un manifiesto que encendió a los asistentes a la manifestación.

"¿Dónde está Marta? No quiero venir dentro de 20 años a esta plaza y preguntar otra vez dónde está Marta. Ella es inolvidable, la podrán olvidar la Policía, los jueces, los fiscales y el Gobierno, pero no las personas de bien que quieren que el cuerpo aparezca para que la herida de esta familia deje de ser tan profunda". A medida que la portavoz de la plataforma pasaba las páginas de su manifiesto, Eva iba perdiendo las fuerzas que había ganado por la tarde.

Se abrazaba a su padre, que habló minutos después recordando a otras víctimas, calificando de "vergüenza nacional que unos indeseables se burlen de un pueblo", pidiendo que los imputados que están en libertad sean encarcelados y recordando la lucha de la familia para instaurar la cadena perpetua revisable. Eva, llorando, tomó el micrófono. "No tengo muchas fuerzas para hablar, pero os doy las gracias a todos en nombre de mi niña".

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