El juez rechaza 8 pruebas pedidas por los padres de la norteamericana asesinada

El juez que investiga el crimen de una norteamericana, cuyo cuerpo fue descuartizado y arrojado al Guadalquivir, ha rechazado ocho de las nueve pruebas pedidas por los padres de la víctima, entre ellas interrogar a unos albañiles que encontraron su billetero en una casa en obras.

El juez de instrucción 18, dice que las nuevas pruebas son "innecesarias" y más "propias de la defensa" del acusado, y únicamente acepta una de las nueve diligencias solicitadas, que es incorporar los antecedentes penales del imputado.

El auto solicita al Registro Civil que facilite los datos exactos del acusado, de 30 años, porque el juez ha constatado que en el Registro de Penados hay un baile entre dos letras de su apellido y con uno de los nombres "ha delinquido más que con el verdadero".

Hasta ahora, el acusado tiene como antecedentes penales dos condenas por lesiones, una dictada por la Audiencia de Cádiz en 2006 y otra del juzgado penal 4 de Sevilla de 2003.

La norteamericana Laura Cerna falleció el 30 de agosto y su presunto asesino, detenido unos días después, cumple prisión incondicional sin fianza por presuntos delitos de homicidio, violación y profanación de cadáveres.

Entre las pruebas rechazadas figura tomar declaración a unos albañiles que el 13 de septiembre encontraron el billetero con documentación de la víctima en el tejado de la casa que estaban rehabilitando, en la calle Escudero y Peroso.

El juez cree que esta declaración "es prescindible" porque la Policía está elaborando el correspondiente informe, aunque el abogado de los padres de la víctima cree que se trata de una prueba necesaria porque el hallazgo se produjo cuando el acusado llevaba una semana en prisión y servirá para arrojar luz sobre la intervención de una tercera persona.

El abogado de la familia, José Estanislao López Gutiérrez, ha recurrido a la Audiencia la denegación de sus pruebas, hecho que "ha herido la sensibilidad" de los padres.

Entre las pruebas rechazadas, se encuentra que la Policía busque restos de sangre en todas las habitaciones de la vivienda del acusado y no solo en el lugar donde se produjo el apuñalamiento y en el baño, donde fue descuartizado el cuerpo.

Tampoco acepta el juez que se averigüe en que lugar tomó la víctima, la noche del crimen, una bicicleta de alquiler y en qué lugar la dejó, con objeto de seguir su itinerario, pues se trata de "hechos ambiguos, de difícil comprobación y peor interpretación".

El juez rechaza tomar declaración a varios amigos del acusado para que confirmen si se drogaba, si estaba "anímicamente bajo" o si pudo desprenderse de efectos del crimen en Chipiona (Cádiz), donde estuvo unos días después.

Estas pruebas se han rechazado después de que el informe definitivo de autopsia haya confirmado que Laura Cerna falleció de tres puñaladas en el corazón y una en el pulmón, de "etiología homicida clara".

Además, la víctima presentaba hematomas en la cabeza, zona renal y brazos, y le faltaba un incisivo que no ha aparecido en la maleta y bolsas que el acusado arrojó al río.