Sevilla

El regreso de las Victorias Aladas al Parque de María Luisa

  • Las estatuas volverán a su ubicación original en la Plaza de América en septiembre, una vez concluida su restauración

Un restaurador trabaja en una de las Victorias Aladas.

Un restaurador trabaja en una de las Victorias Aladas. / M. G.

La compañía especializada Dédalo Bienes Culturales S. L., adjudicataria del contrato licitado por Parques y Jardines para la restauración de siete de los conjuntos escultóricos de las Victorias Aladas del Parque de María Luisa, ha concluido ya la fase principal del trabajo en el taller. Tan solo le queda colocar las réplicas de piezas perdidas hace muchos años para devolver las esculturas a su imagen original de 1914 y devolverlas al emplazamiento habitual, la Plaza de América, en septiembre.

Esta actuación, que cuenta con un presupuesto de 182.405 euros, se suma a la recuperación, hace un año, de otras cuatro victorias aladas, con 79.000 euros de licitación. Las siete actuales en restauración fueron bajadas de sus pedestales a principios de la primavera pasada y trasladadas al taller.

El trabajo desarrollado hasta ahora ha consistido en tratamientos biocidas, limpieza mecánica de superficies y química, consolidación para las superficies alteradas, reposición de los morteros en juntas según original, reintegraciones de mortero, cosido y sellado de grietas y pegado de fragmentos, y tratamientos hidrofugantes y antigrafitti, sin que alteren la superficie.

Para el trabajo de reintegración de piezas perdidas y reconstrucción, primero se ha procedido al modelado de las mismas en arcilla siguiendo los modelos originales y la realización de moldes en silicona. Después, tras ejecutar pruebas de color, un taller especializado ha realizado la reproducción de estas piezas en resina acrílica y fibra de vidrio, un material resistente a la intemperie y que no se reduce de tamaño al secar.

La fase que queda aún por concluir es anclar las reproducciones a las esculturas, mediante fibra de vidrio y resina resistente a los rayos ultravioleta. Entre las piezas perdidas de estas victorias aladas destacan brazos, alas y coronas de laurel, que se han rescatado tras un trabajo histórico e infográfico.

La Plaza de América fue proyectada por Aníbal González en 1912 con algunas variaciones introducidas en 1914. La ornamentación se completa con las esculturas de Victorias Aladas, semejantes a las de la Exposición de Turín de 1911, que rematan las columnas de los bancos corridos. En total eran 16 victorias aladas, con distintos elementos alegóricos, y de ellas, seis las realizó Coullaut Valera, otras tantas, Delgado Branckenbury, y las otras cuatro, Pedro Carbonell.

La importancia de este conjunto escultórico radica en que perpetúa la tradición de las columnas coronadas por estatuas. La piedra es el material soporte, concretamente biocalcarenita de grano fino-medio, roca porosa y no muy cementada. Cada una de las esculturas está tallada en un solo bloque de piedra hasta la peana, a excepción de las alas y, en algunos casos, los atributos que portan, que están realizados en piezas diferentes adheridas mediante morteros y cosidas con grapas metálicas al bloque principal.

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