Día Mundial del Libro

La reivindicación de las Letras y las Artes

  • La calles Martín Villa y Laraña se han convertido en la mañana del domingo en una librería al aire libre. Los espectáculos circenses, la música y las acrobacias han atraído a las familias al centro

El Día Mundial del Libro, una reivindicación de las Letras, ha atraído este domingo a una multitud hasta el centro de la ciudad. Familias y muchos niños se han deleitado con las novedades literarias expuestas en puestos efímeros. Grupos de personas se han concentrado durante toda la mañana en distintos puntos entre la Plaza del Duque y La Encarnación. Las calles Martín Villa y Laraña se han cerrado por un día al tráfico para dejar paso a los libros y a los espectáculos.

Un tiempo perfecto, ni frío ni calor, invitaba a bucear entre títulos clásicos y novedades literarias. Numerosas tiendas han aprovechado la ocasión para abrir sus puertas en la jornada dominical. La Casa del Libro se ha sumado en este día festivo para los escritores y los lectores.

Tras uno de los puestos se encontraba María Jesús Soler, escritora sevillana y profesora de Literatura en Educación Secundaria. Mientras su hija Valentina disfrutaba con los juegos, María Jesús explicaba las barreras que aún existen para las mujeres en el mundo editorial. “Hace poco comprobé que en las habituales listas de los más leídos, entre cincuenta autores apenas se mencionaban a dos mujeres; queda mucho por hacer”. Entre sus últimas publicaciones en la editorial Anantes, un libro de poesía, Antes de que olvides. Precisamente otro de los libros de María Jesús Soler, Palabras sin rumores, está dedicado a rescatar del olvido y la exclusión a mujeres poetas del Romanticismo. En el puesto de esta editorial, el escritor Ignacio Arrabal, natural de Sanlúcar de Barrameda, ha presentado su libro Hasta que sea verano.

El papel y la mujer en la cultura y las novedades literarias centraron la jornada

Dos puestos más allá, dos jóvenes sevillanos, Zacarías Lara y Manuel Burraco, muestran los primeros títulos de su editorial Barrett, que fundaron en octubre del pasado año. El misterio del amor de Joan Miguel Oliver y El Último Milagro de Horacio de Convertini eran las estrellas de este puesto en el Día Mundial del libro.

Junto a los libros y sus autores, el espectáculo. Música, acrobacias y números circenses.  El público se concentró en unos instantes, a pocos pasos de la Facultad de Bellas Artes. Chus Buffa, una joven que se define como aeroartista, que pertenece al grupo Alas Circo Teatro, realizó un espectáculo acrobático que asombró a muchos de los presentes. “El número es una pieza para reivindicar el papel de la mujer. Aún somos invisibles en muchos aspectos. Mediante destreza y feminidad, expreso el mensaje de que las mueres podemos”, explicó instantes después de su número.

Los pequeños han convertido la acera en un mural con motivos de la Expo 92. Las tizas de colores han dado paso a la imaginación de los más pequeños para plasmar la figura de Curro, la simpática mascota que renace 25 años después. Unos pasos más allá, el dibujante Juan Manuel traza las líneas de obras de Murillo con tizas. “Es un reclamo para acercar la pintura de Murillo a los niños”, comentaba mientras tres pequeños coloreaban las baldosas del suelo con tiza.

Cada 23 de abril el Día Internacional del Libro y del Derecho de Autor se convierte en una reivindicación festiva de la imaginación, la lectura, y de autores que no aparecen en las listas de los más leídos, pero que tienen mucho que contar. La Unesco creó este día internacional en 1995 para rendir un homenaje universal a los libros y autores en esta fecha, con el objetivo de alentar a todos, y en particular a los jóvenes, a descubrir el placer de la lectura y a valorar las irremplazables contribuciones de aquellos quienes han impulsado el progreso social y cultural de la humanidad. El 23 de abril es un día simbólico para la literatura mundial. Ese día, en 1616, fallecieron Cervantes, Shakespeare e Inca Garcilaso de la Vega.

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