Hasta cuatro reparos aparecen en el expediente elaborado por la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico sobre la modificación puntual del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) que tramita el Ayuntamiento para poner en marcha el proyecto de 200 millones de euros elaborado por el fondo de inversión KKH Property Investors que transformará la antigua fábrica de tabacos. Un diseño que contempla un gran parque, una pasarela peatonal, equipamientos culturales y vecinales, espacio para iniciativas de emprendimiento e innovación y un hotel de primer nivel, y que el gobierno municipal sostiene que será un impulso para Sevilla, equiparable al que tuvieron el Museo Guggenheim para Bilbao y la Ciudad de las Artes para Valencia.

En las conclusiones del expediente lo primero que  aparece es que “la modificación 54 del PGOU aprobada inicialmente contiene pequeños errores o contradicciones que se han señalado a lo largo del presente informe y que deben ser revisados para el documento de aprobación provisional”. Un segundo reparo es que la documentación, en su apartado 20, incluye un plano con las protecciones propuestas para cada elemento. “Los grados de protección que finalmente se determinen en la aprobación definitiva para cada parte deberán trasladarse gráficamente a la ficha de catálogo”.

El informe contará con la aprobación unánime de los miembros de la comisión si se tiene en cuenta otras dos observaciones realizadas. Por un lado, los técnicos exponen que la representación gráfica de los vacíos protegidos debe ajustarse y completarse para garantizar el carácter del frente fluvial y del edificio de talleres por el oeste y el sur. Por otro lado, sostienen que el plano modificado de determinaciones urbanísticas permite la posibilidad de construir ocho plantas en el frente fluvial adosadas al almacén de rama 2 por el sur, “cuestión que es incompatible con la protección de la fachada del frente fluvial contenida en el documento del IAPH”.

Por todo ello, el expediente finaliza argumentando que en el documento de aprobación provisional debe delimitarse el área de movimiento de esas ocho plantas, de forma que se respete el carácter de dicho almacén y el equilibrio de volúmenes del frente fluvial del conjunto fabril.

Piden que los grados de protección se trasladen gráficamente a la ficha del catálogo

El paisaje del complejo de la multinacional tabacalera cambiará con la irrupción de un edifico de nueva planta que albergará un establecimiento hotelero de lujo del que aún se desconoce el operador, aunque se tratará de un gran grupo tipo Mandarin Oriental, un estándar prémium hasta ahora inexistente en Sevilla y que ahora sólo está instalado en Madrid y Barcelona.

El proyecto de intervención deja abierta la posibilidad de que sean dos los inmuebles construidos (en la zona más próxima al parque), pero eso será definido por el arquitecto elegido para su diseño, que contará con una superficie edificable aproximada de 17.500 metros cuadrados. El resto hasta los 26.000 metros cuadrados permitidos para uso terciario ya lo ocupan los almacenes primitivos, que está previsto que sean oficinas. Para hacernos una idea de sus dimensiones, el edificio principal de la vieja fábrica (conocido como El Cubo) cuenta con 14.350 metros cuadrados.

El encargado de levantar el hotel (también será el director del plan director del proyecto) es Carlos Ferrater, arquitecto barcelonés Premio Nacional de Arquitectura en 2009 y Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes en 2019. De esa parte del proyecto sólo se conoce hasta el momento con seguridad los aspectos requeridos. El fundamental es la altura máxima. Para las edificaciones nuevas del complejo será la aplicable por el PGOU al barrio de los Remedios, en particular a la calle Juan Sebastián Elcano, con la que linda el recinto. El máximo son 29 metros y ocho plantas.