La restauración del Monasterio de San Jerónimo de Sevilla revela la existencia de un claustro medieval

Terminada la primera fase de la restauración del edificio, realizada por Jarquil, que contó con un presupuesto de 1,4 millones de euros y un plazo de ejecución inicial de diez meses, que fue ampliado por la aparición de restos arqueológicos de enorme valor histórico

Las actuaciones han estado dirigidas por el arquitecto Eduardo Martínez Moya

El claustro del monasterio de San Jerónimo ha sido rehabilitado en una primera fase.
El claustro del monasterio de San Jerónimo ha sido rehabilitado en una primera fase. / M. G.

El monasterio de San Jerónimo, una de las pocas obras del Renacimiento que hay en Sevilla, está recuperando parte de su esplendor con las obras de restauración que está llevando a cabo la empresa constructora Jarquil. La finalización de la primera fase de estos trabajos en San Jerónimo de Buenavista, promovidas por el Ayuntamiento de Sevilla, han devuelto a la ciudad uno de sus tesoros. El objetivo de las obras de restauración, cofinanciadas por el programa europeo EDUSI, ha sido recuperar el edificio como elemento clave del patrimonio de la ciudad, ampliando la actividad que se desarrolla en su interior como centro cívico y consolidándolo como espacio escénico. Un espacio que ya fue ecenario de conciertos y que tuvo su propio ciclo de música en 2004.

El inmueble, que data del siglo XV y es de estilo gótico flamígero, está catalogado como Bien de Interés Cultural y es uno de los monasterios más importantes de España de la Orden Jerónima, habiendo recibido a lo largo de sus más de cinco siglos de historia visitas tan ilustres como la de los Reyes Católicos, Carlos I, Felipe II o Felipe V.

La fuente encontrada en el claustro del convento.
La fuente encontrada en el claustro del convento. / M. G.

Dado lo ambicioso del proyecto, los trabajos se han dividido en dos fases, siendo la primera de ellas la que acaba de concluir JARQUIL, dotada con un presupuesto de 1,4 millones de euros y un plazo de ejecución inicial de diez meses, que ha debido ser ampliado por la aparición de restos arqueológicos de enorme valor histórico. Las actuaciones han estado dirigidas por el arquitecto Eduardo Martínez Moya.

Esta fase de consolidación estructural se ha centrado en la parte baja del claustro, en la que se ha reforzado la cimentación, se han renovado los pavimentos tanto del patio del claustro como los del deambulatorio bajo y se ha ejecutado una nueva red de saneamiento así como las instalaciones de iluminación y datos en planta baja.

Un antiguo claustro medieval

Para la ejecución del recalce de la cimentación se realizó un importante movimiento de tierras con la participación de arqueólogos, lo que reveló un hallazgo arqueológico de extraordinario valor: un anterior claustro medieval.

Este descubrimiento, de enorme relevancia patrimonial e histórica, obligó a modificar las previsiones iniciales del proyecto, de forma que ha quedado contemplada la conservación y restauración de los nuevos elementos, así como la puesta en valor de las estructuras principales pertenecientes a este claustro medieval.

Presentación de la primera fase de la rehabilitación del monasterio de San Jerónimo
Presentación de la primera fase de la rehabilitación del monasterio de San Jerónimo / M. G.

El aspecto más destacado del modificado, que se ha integrado en el conjunto del proyecto, ha sido la colocación de un suelo de vidrio transparente, ultraclaro y pisable, que permite al mismo tiempo contemplar y proteger estos hallazgos, descubiertos durante la ejecución de los sondeos arqueológicos, y obras de consolidación del claustro del monasterio, suspendidas en febrero del presente año.

Recuperación de la fuente central

Entre los nuevos elementos que han aflorado destacan la fuente central del patio, la alberca localizada en el cuadrante noreste del patio, el brocal del aljibe en el cuadrante suroeste del patio y los pavimentos y estructuras murarias medievales descubiertas en las galería oeste y norte del claustro.

Además del estudio de arquitectura de Eduardo Martínez Moya, han intervendido el arqueólogo Pablo Oliva Muñoz y por parte del equipo de restauración de la constructora, el restaurador César Ordás.

“El respeto, la sensibilidad y la precisión, junto con la experiencia, son requisitos imprescindibles para la ejecución de una restauración de estas características donde la preservación del patrimonio es la premisa de la intervención y es así como hemos actuado desde JARQUIL. La importancia de ser quirúrgico en la ejecución de este tipo de trabajos, no solo favorece el resultado final de la restauración, sino que también permite asegurar también los hallazgos que puedan surgir durante la misma, como ha sido el caso de la intervención que nos ocupa”, apunta Javier Hijano Fernández, Director de Rehabilitación de la constructora.

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