Dos jóvenes de 25 años fallecieron ayer en la N-IV en el segundo accidente mortal que se registra en la misma carretera en tres días, después de que el pasado domingo murieran otras tres personas en una colisión múltiple. El accidente de ayer ocurrió a las once y cuarto de la mañana en el kilómetro 574 de esta carretera nacional que conecta Madrid y Cádiz, en el término municipal de Los Palacios y Villafranca. El punto en el que se registró el accidente de ayer está a apenas ocho kilómetros del del pasado domingo.

En ese tramo de ocho kilómetros han fallecido desde septiembre de 2010 hasta ahora al menos ocho personas. Esta elevada cifra de muertos ha provocado ya las primeras reacciones políticas, puesto que el Ayuntamiento de Los Palacios ha rescatado la vieja reivindicación de desdoblar la N-IV para evitar este tipo de accidentes, o al menos eliminar el peaje de la autopista AP-4 mientras se ponen en marcha las obras del desdoble.

El Ministerio de Fomento, sin embargo, entiende que el tramo está en buenas condiciones, que cumple con la normativa y que, por tanto, no hay ninguna obra pendiente en la N-IV. El siniestro de ayer ocurrió en una larga recta que une Los Palacios con Las Cabezas de San Juan, concretamente a la altura de la pedanía de Maribáñez.

Se trata de un punto negro histórico de esta carretera, puesto que es una zona en la que se suele circular a una velocidad excesiva debido a que la visibilidad es buena y la carretera traza una línea completamente recta. No quiere decir esto que el accidente de ayer se produjera por un exceso de velocidad, puesto que la Guardia Civil todavía no ha realizado un informe de las causas del choque. A la espera de que se realicen todas las pruebas, todo apunta a que el conductor perdiera el control del coche por un posible despiste.

Así lo avala el hecho de que sólo un coche se viera implicado en el accidente. El vehículo, un todoterreno Mitsubishi Montero del año 1989, se salió de la carretera hacia la derecha por causas que se desconocen, volcó, cayó por un pequeño terraplén y terminó chocándose frontalmente contra un eucalipto. El accidente se produjo en sentido Sevilla. El coche quedó completamente destrozado, con el techo arrancado y con la parte delantera hundida. En el siniestro fallecieron en el acto dos jóvenes de 25 años: un varón cuya identidad responde a las iniciales A. A. R. y una chica identificada como C. I. G. R. El varón era natural de Olesa de Montserrat (Barcelona) y la joven de Sevilla. El vehículo estaba matriculado en la capital andaluza.

Un tercer ocupante del todoterreno, M. M. P, nacido en Calaf (Barcelona), resultó herido con múltiples contusiones. Fue atendido por el servicio de emergencias sanitarias del 061 y trasladado al Hospital Nuestra Señora de Valme, donde permanecía ingresado a la hora de cierre de esta edición. Los cadáveres fueron trasladados al tanatorio de San Jerónimo de Sevilla capital, donde se les practicó la autopsia. En este recinto se congregaron algunos familiares de las víctimas, que explicaron a este periódico que los jóvenes fallecidos habían pasado unos días en la playa y regresaban a Sevilla.

Con los dos jóvenes fallecidos ayer son ya ocho las víctimas mortales que acumula en menos de un año esta carretera, que el alcalde de Los Palacios, Juan Manuel Valle, definió ayer como "el punto negro más grande de España". Septiembre de 2010 también fue un mes negro para la N-IV, que registró dos accidentes graves. El primero fue un choque frontal en el que falleció un vecino de Lebrija que viajaba con su sobrino. El segundo fue el atropello por parte de un conductor sin carné ni seguro a un grupo de ciclistas, dos de los cuales murieron.