Los invisibles · Alexandra del Bene

"La idea surgió cuando censuraron el cartel de Morante en Barcelona"

  • La grafitera romana se suma a la feria de San Miguel con 'Duality', un póquer de toreros retratados, exposición efímera desde la terraza del castillo de San Jorge.

Hoy conviene acercarse al puente de Triana desde Sevilla. A la altura del castillo de San Jorge, sobre el mercado de Triana, Alexandra del Bene (Roma, 1968) va a colgar un póquer de toreros, paseíllo de tres más uno. Una contribución a la Feria de San Miguel, un abrazo artístico entre el toro y el dragón.

-¿Por qué no hay toros en Roma?

-Nerón nos quemó la arena del Coliseo. Había tigres y leones.

-A Fellini le gustaría este marco, pero quien vino a Sevilla fue Giuletta Massina...

-Todas las italianas nos enamoramos de Sevilla.

-Hoy torea Morante en la Maestranza y se asoma al río desde Triana. ¿Cómo surgió?

-El cuadro de Morante está inspirado en el cartel con bigote daliniano que él mismo hizo y le censuró el Ayuntamiento de Barcelona. Me impresionó cuando lo vi. Es tan ecléctico, tan anarquista.

-¿Lo ha visto el torero?

-Fue para mí un momento muy delicado. Lo expuse en Adriano, 16, un sitio de los hermanos Alpresa. Allí estaba Enrique Ybarra, el de los autobuses turísticos, que se lo mandó por el móvil a su primo Estanislao, amigo de Morante. Cuando vi una foto de Morante viendo mi cuadro, me quería morir. Dos horas después toreaba después de varios años sin hacerlo en Sevilla. Yo decía: como tenga una mala tarde, será el final de mi carrera artística. En el primer toro estuvo regular. En el segundo, cortó dos orejas. La que más chillaba en la plaza era yo.

-¿Lo conoció en persona?

-En la Bodeguita Romero, de la calle Harinas. Estaba yo haciendo un grafiti y pasó con su amigo Estanislao. Le dije que el arte era muy injusto: él sale tan elegante a la plaza y yo estaba allí con mascarilla, gorro y la bata de pintar. Parecía Cenicienta.

-Mañana torea el francés Sebastián Castella, al que retrata. Los toros cuajaron en Francia, pero no llegaron a Italia.

-Sólo llegó Aníbal con sus elefantes.

-¿Quiénes completan el póquer?

-A Padilla lo dibujo como el rey de picas con un puro que es el cuerno que le arrancó el ojo. Para el cuarto estaba dudando entre el Fandi, el rey del escalafón, por eso lo pinto con un gorro entre goyesco y napoleónico, y Manzanares.

-¿Cómo llegó a Sevilla?

-Desde la India. Del país de las vacas sagradas a la tierra de los toros bravos. Antes había trabajando de restauradora en la Toscana y de interiorista de apartamentos de la jet set neoyorquina.

-¿Qué hacía en la India?

-Vivía en Pondicherry, cerca de Madrás. Trabajé en proyectos de restauración arquitectónica, pero empecé con nuevas expresiones, como los trampantojos en el Liceo Francés Internacional. Isabella, mi hija, no quería volver a Italia porque quería aprender nuevos idiomas. En 2010 planeamos un viaje por Andalucía, pero cuando llegué a Sevilla en la calle Betis estaba el Trastevere, en el río Guadalquivir el Tiber, de joven practiqué el remo, y esa Catedral que parece que está flotando. El edificio de Torre Triana me recordaba al castillo de Sant'Angelo. Olía muy bien, era una tarde de mayo, había terminado la Feria de Sevilla y empezaba la de Jerez. Decidimos aparcar el viaje por Andalucía y nos pusimos a buscar casa.

-¿Y se hizo grafitera?

-Cambié de continente, de idioma y de trabajo. He hecho más de cincuenta grafitis en locales de Sevilla. El de Bodeguitas Romero me lo encargó Estrella Galicia y el de la Flor de Toranzo, Barbadillo.

-Siempre pintando en la calle o, con los toreros, para la calle...

-Cuando estaba haciendo lo de la Flor de Toranzo, una familia que estaba de mudanza antes de meter el sofá en el camión se sentaron para verme trabajar.

-¿Humaniza al torero o toreriza al hombre?

-A esta exposición efímera, aunque cuando descuelgue los cuadros quiero llevarlos a la Feria Internacional de Arte Contemporáneo de Fibes, la he llamado Duality. El torero y el hombre, el artista y el trabajador, porque es su trabajo y trabajan muy bien.

-¿En qué proyectos está?

-Empecé una recreación muy personal de la Venus de Botticelli y un cartel de fiestas primaverales, pero a la chica tengo que hacerle la cara más sevillana. En una mano tiene la montera; en la otra, el capote.

-Tiene cuerpo de Gilda y aires de Lolita...

-La mujer en la Feria de Abril no tiene edad. La Feria para mí es un espectáculo de sensualidad, sensualidad femenina, me refiero. Esta ciudad es muy sensual. Por eso no seguí buscando. Había encontrado lo que quería, el lugar que mejor le iba a mi alma y a mis inquietudes artísticas.

-A Morante le censuraron el cartel en Barcelona y usted lo expone junto al castillo que fue sede de la Inquisición...

-Siempre hubo inquisidores.

-¿Por qué ha elegido un juego de cartas?

-Es un guiño al azar y al destino.

-¿Hay un arte para los museos y un arte para la calle?

-A veces voy a ver exposiciones de arte en las que no hay arte.

-¿Una vista de Sevilla?

-La que me sorprende cada día cuando la recorro en bicicleta.

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