Los rectores de la Universidad de Sevilla, Miguel Ángel Castro, y de la Pablo de Olavide, Vicente Guzmán, firmaron ayer un convenio de colaboración que permitirá a la Hispalense reformar la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica (Etsia), ubicada en los terrenos de la Universidad Pablo de Olavide (UPO).

Según explicó Castro, esta firma es el primer paso del compromiso adquirido por ambas instituciones el pasado mes de mayo para reforzar alianzas en ciertas líneas estratégicas, entre las que se encuentran las infraestructuras y la investigación. Durante todo el acto, ambos rectores, con su palabras y buenos gestos, quisieron dejar patente la buena sintonía existente entre ambas sedes académicas. "Ésta no es la primera vez que las dos universidades se unen para colaborar, pero sí es cierto que nunca hasta ahora se había dado un compromiso tan intenso y la convicción de crear equipos coordinados en distintas áreas con miras a largo plazo", comentó Castro.

A través de este convenio, la UPO cede durante tres décadas más a la Hispalense los terrenos que hoy ocupan las instalaciones de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica. Además, establece "un marco jurídico bien definido" ante las posibles acciones, como la ampliación de recursos que quiera llevar a cabo en un futuro la Universidad de Sevilla, algo "necesario y que aporta tranquilidad a ambas partes", matizó Guzmán.

A partir de septiembre, la Hispalense programará un plan director de actuaciones para la reforma y ampliación de la Escuela y la construcción de una nave multifuncional junto a la zona de invernaderos. Concretamente, la Universidad de Sevilla construirá un edificio con espacios docentes, de investigación, salas de estudio y biblioteca. También se construirá una nave de maquinaria y se realizará una reforma integral del edificio principal de esta Escuela.

La Hispalense revertirá a la UPO la actual nave de maquinaria y la actual biblioteca una vez construidas las nuevas dependencias. Además, una vez que la Universidad de Sevilla disponga de una nueva sede para la Etsia y se efectúe su traslado, los inmuebles protagonistas de este convenio se restituirán a la UPO sin coste. Todas estas actuaciones deberán ir en sintonía con el Plan de Ordenación Intermunicipal de la UPO, que se encuentra aún en trámites para su aprobación por la Junta de Andalucía.

La actual Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica se construyó en los años 60 y pertenecía a la antigua Universidad Laboral de Sevilla. Tras su cierre, en 1989 la Escuela formó parte de la Universidad de Sevilla. Estos terreros pasaron más tarde a la UPO, dando a la Hispalense un plazo de 15 años para reubicar la Escuela de Agronómica, plazo que ya había expirado.

Profesores y alumnos de Agronómica denuncian desde hace años la falta de espacio, que les impide avanzar como centro y en el área de investigación. La formación que aquí se imparte implica la necesidad de grandes terrenos para su cultivo. De las siete hectáreas actuales, tres son zonas con invernaderos y árboles frutales. Desde la Escuela apuntan la necesidad de duplicar el edificio y llegar hasta las 10 ó 12 hectáreas para poder incrementar y mejorar la labor docente e investigadora.

En este centro carecen de comedor y cafetería, sólo cuenta con algunas máquinas expendedoras; hay despachos con hasta once profesores; aulas separadas por mamparas; cultivos junto a la zona de aparcamiento; árboles frutales plantados en macetas ante la falta de terreno; habitaciones con techos tan bajos que pueden resultan claustrofóbicas; una biblioteca que más parece un búnker de hormigón; y una sala de estudio situada en un sótano a la que los alumnos llaman "la nevera".

"Hemos luchado mucho y este acuerdo es un primer paso, algo necesario", comentó satisfecho tras la reunión el director de la Etsia, José Manuel Quintero.

Para abordar estas actuaciones es necesario el apoyo financiero de la Junta. En este sentido, ambos rectores esperan ser convocados por el secretario general de Universidades en septiembre. "Tanto el rector de la UPO como yo mismo estamos exigiendo a la Junta de Andalucía que aclare y nos de certidumbre acerca de un plan de infraestructuras para que las universidades públicas sepamos qué cantidades económicas podemos utilizar para cumplir nuestros objetivos", señaló Miguel Ángel Castro.

Una vez que se conozca la partida económica, ambas instituciones pretenden trabajar con un "diseño coordinado" que les permita compartir recursos, como los servicios de investigación que la Hispalense tiene en Agronómica o los de la Facultad de Ciencias Ambientales de la UPO. Según subrayó Castro, "cuando llegue ese momento, trabajaremos coordinadamente para que los servicios de investigación sea un bien común para todos los investigadores del sistema público universitario".